Las tropas rusas entraron a la capital de Ucrania en las primeras horas del sábado y libraron los primeros combates callejeros mientras las autoridades de Kiev instaban a la población a refugiarse.
El presidente del país, Volodymyr Zelenskyy, rechazó una oferta de Estados Unidos para ser evacuado e insistió en que se quedaría. “La lucha está aquí”, dijo.
Los enfrentamientos siguen a dos días de combates que causaron cientos de fallecidos y destrozaron puentes, escuelas y edificios residenciales. Los funcionarios estadounidenses creen que el presidente ruso, Vladimir Putin, está decidido a derrocar al Gobierno de Ucrania y a reemplazarlo con su propio régimen.
El asalto representó el esfuerzo más audaz de Putin hasta la fecha para redibujar el mapa mundial y revivir la influencia de Moscú en la época de la Guerra Fría. La ofensiva desencadenó una oleada de esfuerzos internacionales para poner fin a la invasión, incluyendo sanciones directas al líder ruso.
Mientras su país se defendía de las explosiones y los tiroteos, y con el destino de la capital en una balanza, Zelenskyy hizo un llamado a un alto el fuego y en un sombrío comunicado advirtió que varias ciudades estaban siendo atacadas.
“Esta noche tenemos que mantenernos firmes”, dijo. “El destino de Ucrania se está decidiendo ahora mismo”.
Se pidió a Zelenskyy que abandone Kiev a instancia de Washington, pero el político rechazó la oferta, según un alto funcionario de la inteligencia estadounidense con conocimiento directo de la conversación. El funcionario dijo que el presidente ucraniano afirmó que “la lucha está aquí” y que necesitaba munición antitanque, no “un viaje”.
Las autoridades de Kiev han pedido a los residentes que se guarezcan, que se mantengan lejos de las ventanas y que tomen precauciones para evitar el impacto de escombros que salgan volando o balas.
El Kremlin aceptó la oferta de Ucrania para sostener conversaciones, pero parecía más un intento de obtener concesiones del asediado Zelenskyy que un gesto hacia una solución diplomática.
El ejército ruso continuó su avance reclamando el viernes la ciudad sureña de Melitopol. Sin embargo, en la confusión de la guerra, no estaba claro qué partes del bajo control ucraniano y cuáles están en manos rusas.
Mientras los combates persistían, el ejército ucraniano reportó el derribo de un avión de transporte II-76 con paracaidistas rusos a bordo cerca de Vasylkiv, una ciudad a 40 kilómetros al sur de Kiev, una información confirmada por un alto funcionario de la inteligencia estadounidense. Este tipo de aeronaves pueden llevar hasta 125 paracaidistas.
Un segundo avión de transporte ruso fue derribado cerca de Bila Tserkva, a 85 kms (50 millas) al sur de la capital, de acuerdo con dos funcionarios estadounidenses con conocimiento directo de la situación sobre el terreno en Ucrania.
Moscú no ha realizado comentarios sobre ninguno de los dos aviones.
Estados Unidos y otras potencias globales impusieron las sanciones más duras a Rusia mientras la invasión repercutía en la economía y en el suministro energético global, amenazando con afectar aún más a la población de a pie. Según funcionarios de Naciones Unidas, millones de personas podrían huir de Ucrania. Las competiciones deportivas tomaron medidas para castigar a Rusia, y el popular concurso de la canción Eurovisión vetó su participación en las finales de mayo en Italia.
A pesar de todo, Rusia se mantuvo impasible y vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que le exigía que frenase el ataque a Ucrania y retirase las tropas de inmediato. Aunque era una respuesta esperada, Washington y sus aliados alegaron que el esfuerzo evidenciaría el aislamiento internacional de Moscú. El resultado — 11 votos a favor, uno en contra y las abstenciones de China, India y Emiratos Árabes Unidos — mostró una oposición significativa pero no total a la invasión rusa a su vecino, un país más pequeño y militarmente más débil.
La OTAN, por su parte, decidió por primera vez movilizar a parte de su fuerza de respuesta para proteger a sus miembros en el este de Europa. La alianza no dijo cuántos soldados enviará, pero señaló que sería un operativo terrestre, marítimo y aéreo.
El segundo día de la invasión rusa, la mayor guerra terrestre en el continente desde la Segunda Guerra Mundial, se centró en la capital ucraniana, donde reporteros de The Associated Press escucharon explosiones desde antes del amanecer. En algunas zonas hubo tiroteos.
Isachenkov y Litvinova informaron desde Moscú. Contribuyeron Francesca Ebel, Josef Federman y Andrew Drake en Kiev; Angela Charlton en París; Geir Moulson y Frank Jordans en Berlín; Raf Casert y Lorne Cook en Bruselas; Nic Dumitrache en Mariupol, Ucrania; Matt Sedensky en Nueva York; Jennifer Peltz en las Naciones Unidas; James LaPorta en Boca Raton, Florida, y Robert Burns, Matthew Lee, Aamer Madhani, Eric Tucker, Nomaan Merchant, Ellen Knickmeyer, Zeke Miller, Chris Megerian y Darlene Superville en Washington contribuyeron.
Con información de agencia AP
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