Este domingo, el Papa Francisco lamentó la estampida producida durante una peregrinación judía ortodoxa en el norte de Israel, en el mayor evento multitudinario desde el inicio de la pandemia de Covid en el país, que provocó la muerte de 45 personas y en la que más de 100 personas resultaron heridas.
«Con tristeza expreso mi cercanía a la población de Israel por el incidente en el monte Merón, que provocó la muerte de 45 personas y numerosos heridos. Aseguro mi recuerdo en la oración por las víctimas de esta tragedia y por sus familiares», señaló el Papa durante el rezo del Regina Coeli que sustituye al ángelus en tiempo pascual.
Francisco se asomó al balcón del Palacio Apostólico del Vaticano, desde donde saludó a los fieles que estaban en la plaza de San Pedro con mascarilla y respetando las distancias de seguridad.
El Sumo Pontífice también expresó su preocupación ante la situación que se vive en Birmania (Myanmar), donde se han cumplido cuatro meses desde que el ejército tomó el poder por la fuerza en un golpe de estado que mantiene en arresto domiciliario, aislada del mundo y con varias acusaciones a sus espaldas, a la exdirigente birmana Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991.
«Pedimos a nuestra madre del cielo que hable al corazón de todos los responsables de Myanmar para que encuentren la valentía de recorrer la vía del encuentro y de la reconciliación y de la paz», ha implorado el Papa.