El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó sus intenciones de internar en la base militar de Guantánamo a cerca de 30 mil migrantes indocumentados, para lo cual solicitó al Pentágono que prepare estas instalaciones militares para este fin.
Previo a argumentar que la migración ilegal se trata de una creciente amenaza a la seguridad nacional, el máximo representante de gobierno de los Estados Unidos señaló que enviará a este lugar considerando como una de las peores prisiones del mundo, a miles de inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales.
Esta acción se enmarca dentro de la polémica legislación conocida como Lanken Riley, que tiene como objetivo endurecer las políticas migratorias y criminalizar a los inmigrantes involucrados en delitos menores.
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Durante la firma de esta legislación, Trump hizo hincapié en que la base de Guantánamo será convertida en un centro de detención masiva para aquellos que considera los criminales más peligrosos, personas que, según él, representan una amenaza para la seguridad de las ciudades estadounidenses.
“Prepararán el lugar para recibir a 30,000 criminales», afirmó el presidente. “Serán encerrados en Guantánamo, los criminales de la peor calaña, inmigrantes indocumentados que son el azote de nuestras ciudades y comunidades”.
Trump no dudó en utilizar la oportunidad para presumir el éxito de su gobierno en la implementación de políticas migratorias más severas, destacando que su administración ya había comenzado a realizar redadas masivas en todo el país. «Mandarán al diablo a los inmigrantes indocumentados», señaló con contundencia.
Aunque los datos proporcionados por el presidente sobre las detenciones pueden ser difíciles de verificar, Trump aseguró que las cifras de aprehensiones alcanzaron niveles nunca antes vistos, indicando que las detenciones habían aumentado un 15 veces más de lo habitual en solo ocho días.
El presidente también mencionó que los cruces de inmigrantes indocumentados a través de la frontera con México habían disminuido más del 100 por ciento en la última semana, una afirmación que no fue respaldada por fuentes oficiales.
En un tono provocador, Trump también arremetió contra la política de inmigración del presidente Joe Biden, refiriéndose a ella como una «estúpida política de fronteras abiertas», que según él, permitió que miles de criminales provenientes de diversas partes del mundo llegaran a Estados Unidos.
La Ley Lanken Riley, por su parte, se creó para honrar la memoria de Lanken Riley, una joven asesinada en 2024 por José Antonio Ibarra, un inmigrante indocumentado venezolano. Ibarra había sido detenido previamente por las autoridades migratorias de EE.UU. en 2022, pero fue liberado y posteriormente cometió el asesinato. Esta ley criminaliza a los inmigrantes que cometan delitos menores, como robos en tiendas, agresiones físicas o ataques a agentes de la ley.
En otro momento de su discurso, Trump hizo mención del conflicto diplomático con Colombia, que se suscitó después de que el gobierno colombiano rechazara la llegada de aviones del Pentágono con más de un centenar de colombianos repatriados.
Trump, sin mencionar al presidente colombiano Gustavo Petro por su nombre, se burló de la situación: “Colombia nos pidió disculpas profundas en una hora”. Además, amenazó con imponer aranceles a las exportaciones colombianas y suspender los visados para los funcionarios colombianos y sus familiares.
El presidente también aprovechó la ocasión para defender las condiciones de los inmigrantes detenidos, especialmente aquellos que, según él, son delincuentes peligrosos. “¿Se imaginan cómo no iban a ir encadenados estos inmigrantes indocumentados en el avión, si son criminales, pandilleros, asesinos, vendedores de drogas y capos del narcotráfico?”, cuestionó, destacando su enfoque de mano dura frente a la inmigración ilegal.
Con Información de Agencias
Esta entrada fue modificada por última vez en miércoles, 29 de enero, 2025
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