Internacional

María Herrera, madre de 4 desaparecidos entrega misiva a papa Francisco

La provincia mexicana de la Compañía de Jesús informó que esta mañana el papa Francisco saludó en el Vaticano a la madre buscadora de Michoacán María Herrera Magdaleno.

La defensora de derechos humanos le entregó una misiva al pontífice en la que le indica que “México ha llegado a más de 100 mil personas desaparecidas por la violencia. Yo María Herrera tengo cuatro hijos desaparecidos: Raúl, Jesús, Luís Armando y Gustavo”.

Añade que “ante la indiferencia de nuestros gobiernos las madres tenemos que salir a buscar con nuestras propias manos, picos y palas”.

La originaria de Pajacuarán, Michoacán, acudió en representación de miles de familias mexicanas.

En el escrito le pide rezar por las madres buscadoras y que llame a “nuestro gobierno a buscar a los desaparecidos y a detener la violencia”. Así mismo pide que a los pastores mayor acompañamiento ante esta situación y a la sociedad ser “más empática con nuestro dolor”.

En el documento detallo “esta dolorosa realidad, así como sobre el rezago forense de los más de 50 mil cuerpos y restos sin identificar”.

El Papa la bendijo, en representación de todas las madres y familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos.

La congregación destacó que el “encuentro constituye un llamado a los gobiernos a buscar a todas las personas desaparecidas, a identificar a las personas que aún no han recibido digna sepultura por la crisis forense y a adoptar políticas públicas efectivas para reducir la violencia”.

También es una “invitación a las iglesias, comunidades de fe y a la sociedad a desarrollar mayor empatía con las víctimas de la violencia”.

Acompañaron a la señora María representantes de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús y del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.

En su visita a Roma, María Herrera también recibió, para “todas las familias que buscan a sus desaparecidos y desaparecidas”, palabras de aliento del Cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral; del General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa; de Mónica Joseph, superiora General de Jesús María; y del arzobispo anglicano Ian Ernest.

María Herrera Magdaleno, madre de cuatro de sus hijos desaparecidos durante una larga búsqueda de sus cuerpos.

María Herrera Magdaleno, su testimonio

Doña Mary busca a sus 4 hijos, Jesús Salvador Trujillo Herrera y Raúl Trujillo Herrera, que fueron desaparecidos en el estado de Guerrero el 28 agosto de 2008; y a sus hijos Luis Armando Trujillo Herrera y Gustavo Trujillo Herrera, que fueron desaparecidos en el estado de Veracruz el 22 septiembre de 2010. Este es el testimonio de su búsqueda…

Mi nombre es María Herrera Magdaleno y soy madre de cuatro jóvenes desaparecidos, en diferentes eventos.

El primer evento fue en Atoyac de Álvarez Guerrero, el 28 de agosto de 2008. Cuando desaparecen a Jesús Salvador y a Raúl Trujillo Herrera en compañía de cinco jóvenes o personas que los acompañaban. Ellos trabajaban en equipo y se dedicaban al comercio. Su rama de comercio era la compra y venta de oro, especialmente. Con ellos andaban Rafael Cervantes Rodríguez, Juan Carlos y José Luis Barajas Alcázar, eran dos primos hermanos. Otro de los compañeros era un menor de edad. Fueron siete en su totalidad las personas que desaparecieron esa noche.

De antemano, les voy a platicar que cuando pasa esta situación, no sabíamos cómo hacerle, cómo buscar y pensábamos que con nuestros propios medios podíamos lograr encontrar a mis hijos, y a sus cinco compañeros. Formábamos una familia, vivíamos una vida fuera de lujos, podríamos decir, pero sí llevábamos una vida tranquila. A partir de ahí empezó un peregrinar de desolación total en nuestra familia, y empezamos a buscar a nuestros hijos. Fuimos a todos los lugares donde considerábamos que podíamos tener una respuesta. Desafortunadamente ignorábamos que el gobierno estaba coludido en todo esto y que había levantado una guerra contra las drogas. Pero siempre la he definido como una guerra en contra de las personas, que ha provocado una emergencia humanitaria, en la cual todavía seguimos. Creíamos que alguien nos podría apoyar, que podíamos encontrar respuestas. Desafortunadamente no fue así.

En 2010 desaparecen de nuevo a otros dos de mis hijos, a Luis Armando y a Gustavo Herrera y dos familiares más, Gabriel Melo Ulloa y Jaime López. Una vez que pasa de nuevo esta situación, decidimos buscar con mayor intensidad. Fue en la temporada en que asesinaron al hijo de Javier y los 3 jóvenes en Cuernavaca, Morelos. Fue cuando Javier Sicilia salió y logró convocar a la sociedad en el Movimiento por la Paz (MPJD), fuimos con él y fue ahí que supimos lo que pasaba. Hizo la convocatoria para salir en caravana, para dar a conocer a la sociedad lo que estábamos viviendo. La situación ahí cambió un poco. Me refiero a que por lo menos nos sentimos acompañados, invitados y empezamos a caminar en ese momento.

Pero una vez que regresamos de las Caravanas de la Paz con Justicia y Dignidad (fue el nombre que le dimos a esas marchas a esas caravanas que se hicieron) teníamos nuestras reuniones, nuestros convivios y empezamos a ver de qué forma podíamos organizarnos para poder salir a buscar a nuestros familiares. Desafortunadamente, el Movimiento fue desintegrándose poco a poco, quedamos unos cuantos y tuvimos que deslindarnos. Que salirnos. Porque yo no veía claro que se hiciera nada con respecto a las búsquedas y a mí lo que me interesaba era buscar a mis hijos.

De ahí que tuvimos que buscar la forma de cómo organizarnos. Era desde luego muy doloroso, muy triste entre familias porque nos reuníamos para ver cómo le íbamos hacer para seguir buscando a nuestros hijos. Fue ahí donde, gracias a Carlos, mi hijo, tuvimos la iniciativa de hacer un grupo de puros familiares que tuvieran a sus hijos desaparecidos, para poder salir a buscarlos, ver cómo nos íbamos a organizar y salir a buscar.

Desde luego que aquí, tuvimos una iniciativa muy buena. Porque a Emilio Álvarez Icaza, lo habían mandado (o más bien se fue él) fuera de México. Lo envían al extranjero, a Washington, y allá le dieron una representatividad en un puesto público. Nosotros aquí sentimos que esto fue como cuando quitan un muro muy fuerte de un edificio. No sabíamos qué hacer, cómo conducirnos y él fue el que nos dijo: “ayúdense a ustedes mismos, formen un colectivo para que de esa manera se vayan fortaleciendo y yo les voy a ir dando, paso a paso, lo que va a seguir.” Porque él nos decía: “hagan una asociación civil.”

Nosotros no sabíamos cómo, no teníamos ni la menor idea, pero Juan Carlos Trujillo mi hijo, me dice “no mamá, lo vamos hacer” y le dije “lo primero que tenemos que hacer, es organizarnos como familia, hijo y después, ir buscando las formas de como organizarnos con grupos de afuera” y me decía “acuérdate madre de que en las caravanas surgieron muchas, muchísimas personas que también tenían a sus familiares desaparecidos. A toda esa gente ya no se le dio seguimiento, hay que ir a buscar a todas esas personas, a esos colectivos e invitarlos para que hagamos una especie de red nacional y ver de qué manera nos vamos a organizar. Ahora sí, que fortaleciendo, pasándonos herramientas para seguir caminando y seguir buscando, porque no nos queda de otra, el gobierno nunca lo va a hacer. Es lo menos que podemos hacer y tenemos que salir a buscar.”

Fue así como Juan Carlos vendió los carritos que le quedaban por ahí y me dice “mamá, vamos hacer una mini caravana.” Yo le digo “hijo, tú estás loco, cómo crees que vamos hacer una mini caravana. No es posible.” Le digo. “Eso cuesta mucho. Javier lo logró porque tenía muchos seguidores, muchos amigos que tenían las posibilidades económicas y lo ayudaron, pero nosotros no tenemos a nadie a nuestro alrededor.”

Sin embargo, él se aferró. Te soy sincera, a mí no me quedó de otra más que seguirlo en su locura y fue así como empezamos a visitar unos colectivos a Guadalajara, Morelia, Tamaulipas y a algunos otros lugares. Fueron 7 colectivos los que visitamos. Todos ellos con muy buena disposición. Nos dijeron que sí, pero nuestro grupo en sí era muy pequeño. Fue desde luego con gente que ya había estado en el Movimiento por la Paz. Personas que ahí conocimos, que nos decían “¿qué estábamos haciendo?” nos hablaban por teléfono para saludarnos y les decíamos lo que estábamos haciendo, y uno a uno fueron llegando, uniéndose a nosotras para apoyarnos.

Uno de los primeros grupos, o primer grupo colectivo por así decirlo, que se unieron a nosotros y que no nos ha dejado porque ha estado siempre junto a nosotros, es el de Reverdeser Colectivo. Esos jóvenes desde que nos conocieron en el Movimiento han estado pendientes. Aunado a eso, muchos colectivos más, que ya fueron acercándose.

Fue así como nos fuimos fortaleciendo como grupo, como red y ya después fuimos, por medio de los celulares, viendo de qué forma nos organizábamos. Afortunadamente (y esto lo digo con tristeza porque no debería de darnos gusto, al contrario; esta desgracia no debería, no debe existir pero desafortunadamente la estamos viviendo) las redes sociales fueron una fuerza que nos ayudó muchísimo para seguir entrelazándonos, seguir comunicándonos e ir fortaleciendo esta red.

Tuvimos nuestro primer encuentro en Casa Xitla, gracias a Dios en 2014. En seguida ya las demás reuniones anuales que hemos venido haciendo de la Red de Enlaces Nacionales han sido en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, que es otro de los grupos que se han unido a nuestra red y que nos han fortalecido. Tanto con conocimiento como con todo tipo de apoyo. Porque la verdad, nos han abrazado, han visto nuestro sufrimiento y se han unido a esta lucha, a este esfuerzo. Siempre con nosotros.

Después, pensamos en ir a visitar las universidades, colegios y concientizarlos a todos esos jovencitos. Personas que son los que tienen muchos conocimientos que han adquirido en esos lugares, pero que hemos visto que les hace falta la práctica. Así es como hemos sumado esfuerzos. Hemos sumado intelectuales a nuestro grupo, que lo han hecho con todo su corazón y no nos han fallado. Tenemos muchísimos jóvenes ahorita que ya están dentro del grupo. Que nos apoyan o nos ayudan con sus conocimientos, con su tiempo, con su esfuerzo y la verdad para mi son personas admirables.

Pueden creerme que desde el momento en que hemos tenido a esa gente a nuestro alrededor: porque tenemos docentes, tenemos mucha gente que ha escuchado nuestros clamidos de dolor, que se ha unido a este esfuerzo. Es así como hemos podido salir, organizarnos, para todos los colectivos en sus diferentes estados de la República. Todos los conocimientos que nos están pidiendo, por medio de talleres que nos han sido dados. por medio de las instituciones, es que hemos podido reforzar todo lo que venimos haciendo respecto a las búsquedas.

¿Cómo es que se llega a la primera BNB (Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas) en Veracruz?

Pues mira, eso de la primera Brigada yo lo había pensado y le había comentado a Juan Carlos que fuera una vez que todas las personas tuviéramos las herramientas necesarias y los conocimientos para salir a buscar. Buscamos esos conocimientos en las universidades, por medio de antropólogos y antropólogas. También de diferentes fuentes y personas que han venido de fuera, que nos dan su conocimiento, como son de Argentina y de varios otros lugares, pero yo había pensado que iba a ser más lento.

En cuanto las personas empezaron, los colectivos se comenzaron a acercar y a tener esas herramientas, esos conocimientos. Esto se hizo muy rápido. Fue en el 2016 cuando salimos por primera vez, hicimos la convocatoria a todos los colectivos, pero también a las instituciones para que nos acompañaran. A muchísimos colectivos y asociaciones civiles. Todas nos dijeron que sí, que iban a estar ahí. Pero desgraciadamente a la hora de la salida sólo llegaron 20 o 30 personas.

Gracias a eso tuvimos que irnos solos, la única asociación que llegó fue la religiosa, la católica, que fue con la que empezamos a trabajar. Fue algo muy hermoso, porque aún no teníamos las capacidades. Fue con la fuerza y el dolor con lo que empezamos a trabajar, con el deseo de encontrarles, de encontrar a nuestros seres queridos y con el deseo de compartir, a pesar de haber recibido ciertas negativas, nos dedicamos a buscar. Nadie predijo lo que podíamos avanzar, porque a partir de esa búsqueda surgieron todas las demás búsquedas que han sido efectivas. Ya en más de 21 estados de la República tenemos presencia, es decir, hay gente y colectivos que están buscando.

Nuestra principal tarea como Familiares en Búsqueda María Herrera ha sido ayudar a formar esos grupos, fortaleciendo a todos los colectivos: a quienes solicitan y necesitan ayuda. Poniendo los conocimientos, lo poco o mucho que uno ha adquirido, se les va pasando, todas esas herramientas. Afortunadamente ahora logramos este tipo de trabajo. No te imaginas la satisfacción que tenemos las familias cuando nos encontramos con este gran equipo, formado por voluntarios, por jóvenes trabajando para que esto se vuelva realidad.

Es algo muy hermoso. Yo siempre lo he dicho, que si todos los jóvenes pusieran su granito de arena para poder trabajar como lo hemos venido haciendo y con la sociedad, ya algo se habría podido hacer. Porque en la sociedad hay mucha, muchísima gente que piensa que esto no le va a pasar (la desaparición de una persona querida). Aún viendo esta situación hay gente que todavía te dice que le pasó esto a nuestras familias porque en algo andaban, o algo malo andaban haciendo. No se ponen a pensar que todo el mundo está expuesto a que esta situación le alcance.

Es esto precisamente lo que hemos venido haciendo con todos estos trabajos. Ha sido algo tan hermoso, porque ya dentro de la primera búsqueda fuimos viendo todas las necesidades que hay en diferentes partes de los estados. De ahí han nacido unas ideas enormes, bendecidas por el de arriba porque no podemos decir más. El mismo equipo que tenemos y todas las personas que trabajamos en esto, les vamos dando el nombre de Ejes, que son las necesidades que vamos viendo en cada uno de los lugares. De ahí surgió el Eje de Iglesias.

Es decir, que entramos a formar parte de un organismo en el cual convergen todas las creencias, toda la fe y ha sido una labor de gran fortalecimiento. Hay personas y grupos que se dedican prácticamente a ir convidando e ir acercándose a ciertas comunidades religiosas, para brindarnos ese apoyo. Ha sido muy benéfico para todos nosotros, no nada más la iglesia católica, la iglesia protestante o la anglicana. No. Han sido una serie de grupos de fe que nos han ido apoyando y que nos han ayudado en la fe.

En este mismo trabajo está otro Eje, otro grupo, que se dedica a ir a las escuelas. Aquí tenemos a nuestros compañeros de Marabunta, una asociación civil. Que entregan su vida, su corazón, sus conocimientos y todo su cariño para caminar junto a nosotros e ir también a las escuelas. Van a las primarias, a las secundarias y buscamos con estos Ejes las formas de cómo llegar a tocar estos corazones, para que se unan a estos esfuerzos que estamos haciendo en conjunto y podamos de esa forma caminar. Es una manera de prevención, porque de cierta forma estas personitas que están ahí, se dan por enteradas de la situación en la que estamos, porque ya lo saben. Porque hay muchas de estas jovencitas que están afectadas, te dicen que tienen un familiar desaparecido; “sé cómo es que se vive esta situación” porque ellas ya lo saben. Por eso es que estos Ejes están de por medio, se da el acercamiento para que se dé a conocer la situación que estamos viviendo. Son Ejes de concientización.

Incluso, ahorita ya tenemos un Eje de Sensibilización para lo gubernamental, para todas las personas que trabajan en el gobierno, en cualquier área. Se les va explicando para lograr decirles a todas las personas cómo o de qué forma nos pueden apoyar. Hay muchísima gente que quiere apoyarnos, ser solidarios, pero no saben cómo hacerlo. Es por ello que se han ido creado estos ejes, para decirles que quien tenga esas capacidades para poder apoyar en tal o cual Eje se una a ese Eje para poder caminar y poder trabajar en equipo. Tenemos también el acompañamiento de artistas. Hay personas que con el arte ponen ese esfuerzo y con los conocimientos que tienen nos han apoyado muchísimo.

Y así, pudiera nombrarte yo más Ejes. Pero aquí de lo que se trata es que las personas pongan su voluntad, su corazón. Más que nada ese sentido de humanidad, para poder lograr que esta situación ya deje de existir y que el día de mañana sus hijos, nietos —nuestros hijos o nuestros nietos que aún están viviendo esta situación cruel— puedan tener una vida diferente a la que ya tenemos. Para nuestros nietos y nuestros familiares es muy difícil afrontar esta situación pero no queremos que siga, queremos evitar a toda costa que esta situación lastimosa les alcance.

Afortunadamente esta pandemia nos ha demostrado que aun así las búsquedas no han parado (porque nosotros no podemos trabajar como lo veníamos haciendo antes). Ahorita, el Eje de Búsqueda en Vida sigue buscando y eso es algo muy hermoso. Se busca dentro de las cárceles, dentro de los centros de rehabilitación, de los hospitales y en las calles, porque hay gente en condición de calle que también ha perdido sus facultades mentales o que les han hecho perder sus facultades mentales y andan por ahí en una vida incierta. Sus familiares, es obvio que les están buscando. Es una forma muy bonita de trabajar, porque estas personas han aprendido diferentes tipos de búsqueda y con eso, nosotros como familiares nos sentimos un poquito más tranquilos. Digamos en el sentido de que esperamos que poco a poco esta situación vaya disminuyendo y que llegue el día en que todo México —todo el mundo, porque esto es mundial— tenga una vida más fácil.

Para la brigada se hacen búsquedas en fosas, en la tierra. Es algo muy novedoso, distinto, pero a su vez muy esperanzador porque afortunadamente se ha llevado a gente de fosas a sus hogares. No de la forma en la que quisiéramos o que las familias quisieran. Lo más triste de esta situación es que hay muchas más personas a las que no se les ha podido dar identidad porque el gobierno no tiene las capacidades, no tiene tecnología para poder tener toda la herramienta necesaria de identificación. Es donde le pedimos a nuestra sociedad en general que nos apoye y ver de qué manera se van estableciendo un banco de genética para que se le pueda dar identidad a todos. Que son miles de restos y que hasta hoy en día el gobierno no ha sido capaz de dar identidad a esas personitas que están ahí, que son personas que están esperando tener identidad para poder llegar a sus hogares.

Y es así como se ha venido trabajando, gracias a este gran equipo que tenemos. Yo siempre le he pedido a Dios que les dé toda la sabiduría necesaria para poder encauzar y poder llevar a cabo este trabajo, que yo sé que es el trabajo más pesado para ellos. Porque nosotros tenemos la obligación de buscar porque el gobierno desafortunadamente siempre se ha hecho a un lado o ha buscado las formas de cómo no ayudar, cómo no cooperar, en lugar de buscar los ‘cómo sí’. Deben ayudar y pueden hacerlo, porque todos sabemos que si ellos —como dicen— no tienen recursos, pueden buscarlos —porque esta es una emergencia nacional— ellos deberían buscar los ‘cómo sí’ podemos ayudar a buscar a todas las personas que están desaparecidas. Pero más que nada, tienen en sus manos el poder para limitar a esas personas que se dedican a hacer tanto daño.

El día que se lleve a dos o tres personas a la justicia —como debe ser— a lo mejor hasta ese día vamos a tener un poco más de certeza. Porque la verdad, lo que nosotros estamos pidiendo y exigiendo —la verdad, la justicia, la reparación— lo vemos muy lejanos porque el gobierno sigue coludido, sigue trabajando de la mano con los delincuentes y esto lo vemos muy difícil.

En nuestro caso, por ejemplo, como ya agotamos todas las instancias nacionales quisimos pasar al ámbito internacional y no podíamos. Siempre estábamos batallando con eso. Sin embargo hace dos años que se metió un amparo y el juez tuvo a bien rectificar, revisar y dio el fallo a nuestro favor, pues aún así, yo no veo avances. Porque no querían reconocer, que la desaparición de mis hijos, en ambos casos, así como los de miles y miles de personas, son desapariciones forzadas: porque es el gobierno quien ha contribuido a la desaparición de nuestros familiares. Había una negativa rotunda, no querían reconocer. Ahorita, afortunadamente con este paso que se dio (entrar a lo internacional) es una manera de presionar un poquito más para que esto se haga una realidad. Al menos llegar a saber la verdad, como te digo, la justicia está muy lejos, pero vamos a seguir batallando, picando piedra para que ésta sea posible y se pueda.

¿Cómo explicaría usted el proceso de construcción de paz por medio de las Brigadas?

Pues mira, precisamente esta ha sido una de las campañas. Es difícil explicar el proceso. Todo lo que se ha venido haciendo es precisamente a favor de la construcción de tipo social, a la reconstrucción de la paz. Porque todas estas campañas, estos Ejes, llevan esta finalidad. Abonar a la reconstrucción de la paz. ¿Cómo? Número 1: concientizando a todas las personas para que vean nuestro dolor y sientan esta tragedia que estamos viviendo, que la vean. Yo no digo que la hagan parte de su vida, simple y sencillamente que nos entiendan, que vean que esta situación les puede alcanzar y que en cada una de las formas de trabajo que se realizan en las brigadas, cada acción que se hace en favor de las búsquedas de nuestros familiares, son encausadas a la reconstrucción del tejido social. Porque bien sabemos que todo esto que venimos viviendo es por la falta de valores.

Todos los valores están afectados ahorita y mientras no los volvamos a poner en el sitio que deben estar, que sea lo primordial en la vida de las familias, pues vamos a seguir igual. Aquí tratamos de concientizar a los padres, para que cuiden la identidad de sus hijos o su forma de vida. Guiarlos en sus hogares y escuelas fortaleciéndolos con valores esenciales. Es un trabajo que, como digo, se está haciendo para restaurar el tejido social tan deteriorado que tenemos en todos lados. La verdad, no nada más en México. En todas partes se han perdido valores y por esa pérdida de valores es que tenemos (estamos viviendo) esta situación. Concientizando también en las iglesias, porque estamos diciendo que también en la iglesia tienen una obligación como pastores, y llámese de la iglesia que sea, de la creencia que sea. Les decimos que ellos tienen el poder de dar a conocer la palabra, de llegar a sus feligreses, para que esta situación se vaya aminorando.

Necesitamos hacerlos conscientes de qué tienen que reconocer o tenemos que reconocer como sociedad, que mientras no tengamos estos valores fijos en nuestra mente, o en nuestros corazones, la situación tarde o temprano va a estar peor de como la tenemos ahora. En el contexto del gobierno, pues también les hacemos responsables de lo que estamos viviendo, porque desde luego que si la Policía Estatal o Federal, o los primeros respondientes, son los que están afectando la vida de nuestros seres queridos o de nuestra familia y en lugar de cuidarnos o de protegernos, de cumplir con su obligación, están muy lejos de ello, son quienes primero dañan a nuestros hijos, porque ha sido la policía Estatal principalmente, quienes se los llevan y los entregan a los grupos criminales. También les hacemos conscientes de esta situación, diciéndoles que queremos saber definitivamente cómo poder llegar a rectificar esta situación. Porque está el gobierno y mientras el gobierno esté unido a esos delincuentes, pues difícilmente vamos a poder hacer lo que nosotros queremos, parar esta situación.

Pero también sabemos que si la sociedad nos apoya. Yo siempre he dicho que le tengo más fe a la sociedad —a lo que pueda hacer la sociedad a nuestro favor— que el mismo gobierno. Porque si la sociedad despierta se puede cambiar esta situación.

La Red de Enlaces Nacionales está conformada principalmente por madres buscadoras. En su experiencia ¿Qué significa ser una madre buscadora? (Encontrarse con otras mujeres) ¿Le ha fortalecido?

Claro, porque desde ese momento en que recibí esos abrazos de esa gente que igual que yo, tenía un familiar o dos o tres desaparecidos, para mí fue un impacto muy fuerte porque yo creí que nada más era yo, cuando salí a buscar a mis hijos. Cuando me entero por medio de las Caravanas que había miles y miles de madres, de familiares que estaban viviendo esta misma situación, mi primer pensamiento fue unir mi esfuerzo, nuestro dolor, nuestro coraje, nuestra impotencia, porque la verdad es un cúmulo de emociones que se agolpan y que a veces no sabía donde meter. Pero sí me sentí fortalecida y hasta hoy día me siento hermanada, a ese dolor de todas y cada una de esas madres buscadoras, porque todas estábamos buscando de diferentes formas a nuestros hijos. Pero esperando —a la mayoría— encontrarlos con vida.

Cuando vi esa situación que se estaba dando a nivel nacional. De cómo trabajan estos delincuentes, la verdad nos decidimos con todo el dolor de nuestro corazón, a buscarlos bajo las piedras. Es decir, a buscar de diferentes formas, porque como lo comentaba anteriormente, son diferentes tipos de búsqueda, pero todas van enfocadas a lo mismo: a buscar. A buscar y a encontrar.

Han surgido infinidad de colectivos. Tenemos (en la Red de Enlaces Nacionales) colectivos en más de 21 estados de la República. Y yo me siento, la verdad, hermanada a todos y cada uno de ellos. Puedo ir, puedo estar con los distintos colectivos y a veces a la distancia. Como por ejemplo ahorita, la pandemia ha limitado el vernos, pero estamos siempre conectados con el teléfono para ver de qué forma nos apoyamos o al menos de alimentarnos esta ilusión, esta fuerza de seguir buscando a nuestros hijos. También ha habido gente de la sociedad civil que sin tener un familiar desaparecido se ha unido a nuestro dolor, a nuestro esfuerzo, a nuestra vida. Van con nosotros ahí guiándonos, acompañándonos y eso también ha sido de gran fortaleza para nosotros y todos los colectivos.

Es muy importante decir que a nivel nacional todos los colectivos tenemos sectores y aliadas fuera del país, fuera de México, que nos escuchan y que de una forma u otra se han hecho presentes. También hay personas que no nos pueden acompañar a las Brigadas, no nos pueden acompañar a búsquedas pero nos respaldan y nos apoyan. Cualquier apoyo, por pequeño que sea, es de gran ayuda, porque eso apoya a las personas que salen a buscar a sus hijos a los cerros —cuando se debe buscar— y tienen que dejar a sus familias. A esas personas, nosotros vemos la opción de hacerles llegar algo para los traslados. Para que dejen algo, a su familia y cuando lleguen a su casa puedan tener algo que comer. Pero nos es muy, muy difícil.

Ha habido mucha ayuda por parte de personas solidarias, que han estado pendientes y que nosotros les estamos sumamente agradecidos. Porque esto es peor que la pandemia, esta situación es un dolor y una incertidumbre. El deseo de quererles buscar y no poder salir. Les estamos sumamente agradecidos a toda esa gente que de alguna forma u otra hace llegar su apoyo, porque todas estas ayudas sirven, para comprar leche o alimentos a todos los lugares a los que vamos y dejarles un pequeño aliciente, una pequeña ayuda, para las personas que en verdad no tienen ningún apoyo del gobierno, porque sus casos no son federalizados, son estatales. Ellos no tienen ningún tipo de ayuda, imagínate cómo viven algunas personas. En algunos casos se llevaron a la pareja: al papá y a la mamá, y las abuelas, ya viejas, cansadas, con la pena de la pérdida de sus hijos, tienen que solventar los gastos de esas criaturas porque no tienen una apoyo federal. Aún así, se agarran los calzones y van a donde tienen que buscar y dejan a la familia por ahí encargada con algún familiar o con alguien que les hace el favor de cuidarles a esos niños. Eso de la orfandad en la que han quedado esas criaturas y muchas, o la mayoría que han perdido a su padre, a su madre o a sus hijos, es muy doloroso, porque esas familias están en un total desamparo, no tienen ningún apoyo y son personas que necesitan que se les brinde algún tipo de ayuda.

Ahorita también se han unido a nosotras diferentes grupos y colectivos para ayudarnos en cuanto a lo emocional. Eso pues también ha sido muy bueno, pues sí llegan momentos en que uno ya no sabe ni para dónde darle, y es muy importante ese apoyo psicológico que se brinda. Sobre todo que te digo que hay personas, que son las que necesitan con urgencia ese apoyo.

Estas madres buscadoras —que se les llama a quienes andan en campo— pues es la verdad algo muy fuerte, muy doloroso, pero como que el mismo dolor, el mismo coraje, te da las fuerzas que necesitas para seguir buscando. Porque para todas las madres y todos los familiares que andamos en búsqueda, encontrar un resto —un huesito— no te imaginas el dolor, la angustia, pero también la alegría de posiblemente darle identidad a este pequeño o pequeña partícula de un ser humano que está ahí. Es un sentimiento muy tremendo, muy terrible. Se siente que desfalleces ahí y al mismo tiempo, la ilusión de poder encontrar a los tuyos te hace seguir adelante. Pensando que si no los encuentras, otra de las compañeras los pudiera encontrar. Es una unión de dolores de cuerpos, de sufrimiento, de muchas cosas. Pero al mismo tiempo de unión, de amor, espiritual —y por qué no decirlo— hasta físico. Porque cuando nos abrazamos sentimos esa fuerza que nos transmitimos unas a otras.

Doña Mary es una de las miles de familiares de personas desaparecidas que recorren México para encontrar a sus seres queridos, y forma parte de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (BNB). Este es un modelo de búsqueda y un ejercicio de autonomía y democracia por parte de colectivos de familiares y seres queridos de las personas desaparecidas quienes desarrollan tareas de búsqueda ciudadana. La Brigada Nacional no es excluyente de otras formas de búsqueda, sino que abona a la construcción de verdad. Es una metodología integral que procura la reconstrucción del tejido social, detona procesos profundos de transformación social y genera pasos hacia la construcción de paz. Las siguientes dos Brigadas Nacionales de Búsqueda se llevarán a cabo en agosto y septiembre de 2021, y necesitan del apoyo de la sociedad en general para poderse llevar a cabo.

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