En el primer encuentro cara a cara entre el presidente Joe Biden y el ex mandatario Donald Trump desde 2020, se abordaron la noche de ayer temas de economía y migración, los que más preocupan al electorado según las encuestas, así como aborto, política exterior, las guerras en Ucrania y Medio Oriente, China, adicciones y la intentona golpista.
Biden atacó repetidamente a Trump en términos personales en un aparente plan de provocarlo, sacando a colación desde la reciente condena del magnate por un delito grave hasta su supuesto insulto a los veteranos de la Primera Guerra Mundial, pasando por su peso y su juego de golf.
No obstante, el titubeante discurso del demócrata desde el principio del debate fue lo que más llamó la atención. Los aliados de Trump clamaron inmediatamente la victoria, mientras destacados demócratas cuestionaron públicamente que Biden pudiera seguir adelante.
El presidente cometió varios errores verbales en los primeros minutos. Tenía una voz ronca, luchaba repetidamente por aclararse la garganta, y hablaba de manera entrecortada. Esa vacilante actuación corre el riesgo de cristalizar la preocupación de los votantes de que, a sus 81 años, es demasiado viejo para ejercer en la Casa Blanca, mientras la retórica de Trump ofrecía un recordatorio, quizá no deseado, de la grandilocuencia que lanzó a diario durante sus tumultuosos cuatro años de mandato.
Biden buscó repetidamente la confrontación con Donald Trump en su primer debate rumbo a las elecciones de noviembre, mientras su rival republicano contrarrestaba las críticas del demócrata apoyándose en falsedades sobre la economía, la migración y su papel en el intento de golpe de Estado con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
El debate estuvo marcado por los ataques personales. El demócrata llamó imbécil al republicano y Trump lo describió como palestino al acusarlo de ponerse del lado del pueblo islamita en la guerra en Gaza y por supuestamente negarse a ayudar a Israel a terminar el trabajo contra Hamas.
Él no quiere hacerlo. Se ha vuelto un palestino, pero no lo quieren porque es un palestino muy malo, es débil, aseguró Trump en la sede de CNN en Atlanta.
Trump, de 78 años, trató de aprovechar para eclipsar el tema de su condena en Nueva York y convencer a una audiencia de decenas de millones de personas de que tiene el temperamento adecuado para volver al Despacho Oval.
La inflación está matando a nuestro país, soltó Trump a Biden, al abordar economía, uno de los temas centrales de la campaña, junto con la migración, el favorito del republicano, que no tardó en sacar a relucirlo.
Me encantaría preguntarle por qué permitió que millones de personas vinieran aquí, desde prisiones, cárceles e instituciones mentales, para venir a nuestro país y destruirlo, lanzó Trump.
Decir que Estados Unidos abre los brazos a los migrantes que entran sin papeles en el país sencillamente no es verdad, replicó Biden. No hay datos que respalden lo que dijo. Una vez más, está exagerando. Está mintiendo, añadió.
Biden intentó desmarcarse de la retórica de su rival, que acusa a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, de envenenar la sangre del país.
También saltaron chispas sobre el derecho al aborto. El papel trumpista para frenar el acceso a la interrupción de embarazo fue algo terrible, sostuvo el demócrata después de que su rival se jactó de haber nombrado a jueces de la Suprema Corte que ayudaron a anular el derecho constitucional a terminar con una vida en gestación.
En ese intercambio tenso, Biden le soltó a su rival: Tú eres el imbécil, eres el perdedor.
A la pregunta sobre su actuación durante el asalto al Capitolio, Trump expuso: El 6 de enero, éramos respetados en todo el mundo, en todo el mundo éramos respetados. Y entonces llega él y ahora se ríen de nosotros.
Después de que uno de los moderadores le pidió que respondiera si ese día violó su juramento al arengar a sus partidarios que pretendían bloquear la certificación de la victoria de Biden en el Colegio Electoral y no hacer lo suficiente para disuadirlos mientras asaltaban el Capitolio, Trump trató de culpar a la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Biden señaló que Trump animó a sus partidarios a ir al Capitolio y se sentó en la Casa Blanca sin tomar medidas mientras peleaban con los agentes de policía.
No hizo una sola cosa, y estas personas deberían estar en la cárcel, afirmó Biden. “Deberían ser ellos los que rindieran cuentas. Y él quiere dejarlos salir a todos. Y ahora dice que si vuelve a perder, así de quejumbroso como es, esto podría ser un ‘baño de sangre’”.
A continuación, Trump defendió a sus seguidores condenados y encarcelados y le dijo a Biden: Lo que le han hecho a algunas personas que son tan inocentes debería darte vergüenza.
Biden pareció perder el hilo mientras daba una respuesta sobre la política fiscal y se desvió a la política de salud, y en un momento dado utilizó la palabra covid, y luego dijo: perdón, con, tratando con, y se desvió de nuevo.
Miren, por fin hemos vencido a Medicare, expresó Biden cuando se le acababa el tiempo de su respuesta.
Trump retomó el tema y dijo: Así es, venció a Medicaid, lo mató a golpes. Y está destruyendo Medicare.
Trump insinuó falsamente que Biden estaba debilitando el programa de servicios sociales debido a la llegada irregular de migrantes al país.
Trump se mostró esquivo sobre si aceptaría los resultados de las elecciones de noviembre, al señalar que lo hará si la votación es justa y legal, repitiendo sus afirmaciones infundadas de fraude generalizado en su derrota de 2020 ante Biden que todavía niega.
Los candidatos terminaron el encuentro sin un apretón de manos.
Con información de agencia AP, AFP y Reuters
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