«Mi pareja controlaba mi sueldo y no me dejaba comer»

Un hombre de Reunido Unido sufrió distintos tipos de violencia con la que actual es su ex pareja, Dean- nombre ficticio-, fue violentado físicamente y psicológicamente.

“Era bastante controladora, solía sacar dinero de mi cuenta cuando recibía mi sueldo, me tiraba cosas a la cabeza, platos. De hecho, tengo hasta una marca que muestra lo que me hizo, no me dejaba comer ”,confesó Dean.

Este hombre que   sufrió una pesadilla durante diez años, llegó al refugio, por el Servicio de Abuso Doméstico de Northamptonshire.

Dean lleva diez años alejado de su familia 

Ahora  Dean se encuentra en una de las nueve casas de acogida para hombres maltratados que existen en Reino Unido, manteniéndose alejado de su familia, durante los últimos 10 años; el programa Victoria Derbyshire de la BBC, aseguró que se trataba de un maltrato psicológico, aunque también hubo maltrato físico.

“Me tiraba cosas a la cabeza, platos. De hecho, tengo hasta una marca que muestra lo que me hizo», explicó en entrevista Dean, quien prefiere estar en el anonimato.

Este hombre   sufrió una pesadilla durante diez años, llegó al refugio, por el Servicio de Abuso Doméstico de Northamptonshire (NDAS, por sus siglas en inglés), luego de sufrir un colapso en el trabajo, quienes   no sabían si la causa fue por un ataque de deshidratación ,sin embargo afirmaron que no estaba comiendo.

Dean sufrió varios tipos de violencia por parte de su ex pareja.

Cada de seis hombres sufre maltrato doméstico

Mattew Cunningham,quien trabaja en la casa acogida en la que vive Dean, menciona que los hombres no se dan cuenta en qué momento están siendo víctima y  cuándo tienen que buscar ayuda, se calcula que uno de cada seis hombres sufre maltrato doméstico durante su vida, sin embargo muy pocos lo denuncian.

Cunningham  explica que no hay mucha información y los hombres a veces no reconocen  que son victimas y no son capaces de verlo,nunca han conocido qué opciones de ayuda hay a su disposición.

En Reino Unido apenas hay una decena de casas de acogida y algunas corren el riesgo de desparecer.