Los más de cuatro millones de niños desplazados por la guerra en Ucrania son parte de los 426 millones que viven en zonas de conflicto en el globo, expuso en el Foro Mundial de Gobierno la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Catherine Russell.
“El impacto en los niños es terrible. Están siendo asesinados y mutilados. Están siendo reclutados para apoyar o participar directamente en los combates. Las escuelas a las que asisten y los hospitales que visitan son amenazados, atacados u ocupados por actores armados”, deploró Russell.
En el caso de Ucrania, “la guerra ha desencadenado uno de los desplazamientos de niños a gran escala más rápidos desde la Segunda Guerra Mundial”, pero en todo el mundo “más de 426 millones de niños viven en zonas de conflicto, más que en cualquier otro momento en los 75 años de historia de Unicef”.
Al intervenir en el foro anual sobre gobernabilidad y futuro que se realiza en esta ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, Russell mostró “asombrosos números” de la difícil situación de la infancia en el mundo, y pidió por ello incrementar las inversiones en la protección y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
“El impacto en los niños es terrible. Están siendo asesinados y mutilados. Están siendo reclutados para apoyar o participar directamente en los combates. Las escuelas a las que asisten y los hospitales que visitan son amenazados, atacados u ocupados por actores armados”: Catherine Russell.
Más allá de los conflictos, el número de desastres relacionados con el clima se ha triplicado en los últimos 30 años, con un profundo impacto en los niños. “Unos mil millones, casi la mitad de los niños del mundo, viven en países clasificados como de riesgo extremadamente alto a los impactos del cambio climático”, dijo Russell.
La pandemia Covid-19 ha aumentado exponencialmente ese impacto, subrayó.
Después de casi un cuarto de siglo de descensos globales constantes, 100 millones de niños adicionales ahora viven en la pobreza multidimensional. El aumento de la pobreza podría empujar a otros nueve millones de niños al trabajo infantil este año.
La pandemia provocó el cierre de escuelas en todo el mundo, “exacerbando lo que ya era una crisis global de aprendizaje. Millones de niños ya no iban a la escuela y millones más estaban en la escuela, pero no dominaban las habilidades básicas de lectura y matemáticas”, dijo la conductora de Unicef.
Solo en 2020, otros 23 millones de niños no recibieron las vacunas esenciales que protegen sus vidas y su desarrollo saludable. “Hemos visto brotes de polio en Ucrania, en varios países de África, en partes de Asia y en Israel”, dijo Russell.
Otros nueve millones de niños corren el riesgo de emaciación, “muchos de ellos atrapados en crisis humanitarias, sin acceso a tratamiento”.
“Hace poco estuve en las zonas rurales de Afganistán y vi el impacto del conflicto, la sequía y el colapso de la economía en los niños y sus madres. En un hospital de Kandahar, vi bebés demacrados, demasiado débiles incluso para llorar. Una madre que me dijo que ella y sus cinco hijos sobrevivían a pan y agua”, narró.
“La situación que enfrentan los niños en Yemen, Etiopía, Sudán del Sur y Nigeria no es menos grave”, agregó.
La pandemia también ha impactado el bienestar de las niñas. Unicef estima que otros 10 millones de niñas corren el riesgo de contraer matrimonio infantil, y cada vez hay más pruebas de un aumento de la violencia de género y el abuso sexual.
Y la salud mental de los niños se ha visto gravemente afectada durante la pandemia, tanto en países de ingresos altos como medios y bajos.
“Estas cifras representan la vida y el futuro de millones de niños y el futuro de sus sociedades. El impacto económico del cierre de escuelas causado por la pandemia por sí solo podría causar una pérdida de 17 billones (millones de millones) de dólares en los ingresos de toda la vida de esta generación de escolares”, apuntó.
Russell renovó el llamado de Unicef a los gobiernos para que inviertan de manera urgente en educación, para que los niños regresen a los salones de clases, se asegure su bienestar -que estén seguros y bien alimentados- y que se sostenga la protección social a las familias, por ejemplo con ayudas en efectivo.
En ese proceso “debemos hacer más para abordar la desigualdad de género. Hoy en día, en todo el mundo, a millones de niñas se les niega su derecho a la atención médica y la educación, a vivir libres de discriminación de género, violencia sexual y prácticas nocivas”, expresó.
Russell cubrió su exposición en el foro con una frase del fallecido líder sudafricano Nelson Mandela (1918-2013): “No hay un reflejo más agudo de una sociedad que la forma en que trata a sus niños”.
Con información de agencia IPS
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