Paul Alexander, cariñosamente apodado “Polio Paul”, falleció a la edad de 78 años después de pasar la asombrosa cantidad de 70 años en un “pulmón de hierro”, debido a una parálisis por polio.
La vida en un ‘pulmón de hierro’
A la tierna edad de seis años, Alexander contrajo polio, dejándolo paralizado del cuello para abajo. Durante siete décadas, residió dentro de los confines de un “pulmón de hierro” de 600 libras (272.155 kg), dependiendo de su ayuda mecánica para cada respiración.
Su fallecimiento fue confirmado a través de su página GoFundMe, donde Christopher Ulmer, reflexionando sobre la vida de Alexander, lo aclamó como un “increíble modelo a seguir”. En agradecimiento, Philip, su hermano, expresó: Estoy muy agradecido con todos los que donaron para la recaudación de fondos de mi hermano. Le permitió vivir sus últimos años sin estrés.
Nacido en 1946, Alexander enfrentó innumerables obstáculos al sortear uno de los brotes de polio más graves en la historia de Estados Unidos, que afectó a casi 58 mil personas, en su mayoría niños.
Entendiendo la polio
La polio, científicamente denominada poliomielitis, es una enfermedad debilitante generada por el poliovirus. Se dirige a la médula espinal, provocando parálisis y dificultades respiratorias.
Muere a los 78 años el hombre que habitaba en un ‘pulmón de hierro’; Paul Alexander pasó 70 años de su vida dependiendo de una máquina.
Para sobrevivir, Alexander se sometió a una traqueotomía de emergencia, dependiendo únicamente del pulmón de acero para respirar.
El “pulmón de hierro” funcionaba según el principio de “respiración de rana”, lo que permitía a Alexander inhalar oxígeno en pequeños incrementos, ingiriéndolo en sus pulmones mediante una técnica especializada.
Resiliencia en medio de la adversidad
La narrativa de Paul Alexander personifica la resiliencia y la fortaleza frente a la adversidad.
A pesar de lidiar con su condición, siguió sus estudios superiores y finalmente alcanzó la talla de abogado y autor publicado, sirviendo de inspiración para innumerables personas en todo el mundo.
El legado de Paul Alexander sirve como testimonio de la indomable resistencia del espíritu humano y resume el triunfo de la voluntad humana sobre las limitaciones físicas.
Muere a los 78 años el hombre que habitaba en un ‘pulmón de hierro’
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