Berlín, Alemania.- Un tribunal alemán condenó hoy a la empresa armamentística alemana Heckler & Koch a una multa de 3.7 millones de euros y a dos de sus empleados a sendas penas de libertad condicional en el marco de un proceso contra cinco de sus trabajadores por presunta exportación ilegal de armas a México.
La Audiencia Provincial de Stuttgart estableció que uno de los condenados, un ex empleado del fabricante alemán, deberá cumplir un año y diez meses de libertad condicional y pagar una multa de 80 mil euros, e impuso a otra empleada una pena de un año y cinco meses de libertad condicional y 250 horas de trabajos comunitarios.
Los otros tres acusados fueron absueltos.
La propia empresa no estaba acusada, pero aun así deberá pagar una multa de 3.7 millones de euros, correspondiente a la cantidad ingresada por la venta ilegal de unos 4 mil 700 fusiles de asalto y componentes a zonas de conflicto en México, informó la radiotelevisión regional SWR.
La Fiscalía de Stuttgart considera que los cinco acusados violaron en varias ocasiones la ley de control de exportación de armas.
En la apertura del juicio el pasado 15 de mayo, el Fiscal Karlheinz Erkert dijo que los acusados vendieron entre 2006 y 2009 alrededor de 4 mil 700 fusiles, así como ametralladores y munición destinadas a zonas en México con problemas de violencia, para las que no existía permiso de exportación.
La Fiscalía había pedido para tres de los cinco acusados penas de entre 22 y 33 meses de cárcel y para los otros dos, la absolución, y el pago por parte de la empresa de una multa de 4,1 millones de euros.
La defensa argumentó que era el Ministerio de Defensa mexicano el encargado último de distribuir las armas en el país y que la parte mexicana había firmado un certificado de usuario final, por lo que los fusiles de asalto G36 no deberían haber llegado a esas áreas problemáticas.
Las armas probablemente se usaron en el asesinato de seis estudiantes mexicanos y en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, estado de Guerrero.
De acuerdo con la agencia alemana Deutsche Welle, la Fiscalía sostiene que los acusados vendieron casi 5,000 fusiles destinados a zonas de conflicto y disturbios en México La propia empresa no estaba acusada, pero aun así deberá pagar una multa de 3.7 millones de euros, correspondiente a la cantidad ingresada por la venta ilegal de las armas.
La defensa argumentó que la Secretaría de la Defensa Nacional de Méxocl era la encargada última de distribuir las armas en el país y que la parte mexicana había firmado un certificado de usuario final, por lo que los fusiles de asalto G36 no deberían haber llegado a esas áreas problemáticas.
Las armas alemanas aparecen en al menos dos momentos trágicos en la vida del país. Uno es el 12 de diciembre de 2011, cuando el Gobernador perredista Ángel Aguirre ordenó a sus policías atacar a estudiantes de la Normal de Ayotzinapa que bloqueaban la Autopista del Sol. Seis murieron.
El otro, es durante la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero. Entre la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, los jóvenes fueron víctimas de desaparición forzada. El Ejército mexicano dotó a las policías locales de las armas de la alemana Heckler & Koch, con un permiso que le otorgaron empleados de esa la empresa armamentística.
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