París se ha visto envuelta en una de las nevadas más intensas y raras de los últimos años, un fenómeno que ha transformado la ciudad en un paisaje invernal de cuento de hadas y ha causado cancelaciones de vuelos obligando a las autoridades a tomar medidas extraordinarias por razones de seguridad.
La nevada, que comenzó en la mañana del jueves 21 de noviembre, ha sido calificada como la mayor del siglo, y no solo ha cubierto las calles de París con una capa blanca, sino que también ha trastornado el ritmo normal de la ciudad, afectando tanto a los residentes como a los turistas.
Uno de los monumentos más emblemáticos de la capital, la Torre Eiffel, ha sido forzada a cerrar sus puertas debido a las difíciles condiciones meteorológicas. El famoso monumento, que se eleva a 330 metros de altura, normalmente ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Sin embargo, el hielo y la nieve acumulada en las cercanías generaron riesgos para la seguridad de los visitantes, lo que llevó a las autoridades a cancelar el acceso al público.
Este cierre temporal de uno de los puntos turísticos más visitados del mundo es solo uno de los efectos visibles de la histórica tormenta de nieve que ha azotado la región.
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Mientras la ciudad se cubría de blanco, las autoridades también anunciaron una alerta naranja por nieve y hielo, que incluye la posibilidad de fuertes heladas durante la noche de este jueves.
Se espera que las temperaturas sigan descendiendo, lo que podría hacer que las calles se vuelvan aún más peligrosas, especialmente debido al fenómeno del «hielo negro», una capa casi invisible de hielo que se forma sobre el asfalto y que puede causar accidentes.
El impacto de la tormenta también se ha sentido en el transporte, con la cancelación de numerosos vuelos en el Aeropuerto Charles de Gaulle, y retrasos significativos en los trenes y autobuses que conectan París con otras ciudades.
Los vuelos internacionales hacia la capital francesa también se han visto afectados, ya que las aerolíneas se han visto obligadas a cancelar rutas debido a las malas condiciones de visibilidad y el riesgo de hielo en las pistas. En el metro de la ciudad, se han registrado interrupciones en varias líneas debido a los problemas derivados de la acumulación de nieve y hielo.
A pesar de la parálisis parcial de la ciudad, París sigue mostrando su magia en medio de la tormenta. La Torre Eiffel, aunque cerrada, continúa iluminada, su luz parpadeando cada hora, lo que crea un espectáculo impresionante en medio de la nevada.
Mientras tanto, la ciudad insta a los habitantes y visitantes a extremar las precauciones al caminar por las calles, debido a las condiciones resbaladizas. La nevada histórica ha dejado a París con una atmósfera mágica, pero al mismo tiempo ha obligado a la capital francesa a adaptarse tomando nuevas medidas de seguridad.
Con Información de Agencias
Esta entrada fue modificada por última vez en jueves, 21 de noviembre, 2024
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