Durante las ultimas semanas, las casas analistas financieras han especulado sobre escenarios potencialmente adversos para la economía de Estados Unidos, hoy el presidente Joe Biden busca convencer a una ciudadanía escéptica de que no habrá lo que parece una inminente recesión…»si Dios quiere».
Biden recurrió a estos argumentos de corte religioso en una reunión con directores de empresas y líderes sindicales el pasado lunes, allí el mandatario aseguró que no habrá recesión. “No vamos a estar en una recesión (…).
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De acuerdo al presidente de Norteamérica, «La tasa de empleo sigue siendo una de las más bajas que hemos tenido en la historia, todavía nos encontramos con gente invirtiendo” por lo que asume que el funesto escenario no se presentará.
Sin embargo, mas que cifras y análisis especializados, Biden espera que la ayuda sea divina “Mi esperanza es que pasemos de este crecimiento rápido a un crecimiento constante. Y así que veré, veremos que algunos bajan. Pero no creo que vayamos a (…) si Dios quiere, no creo que vayamos a ver una recesión”, afirmó.
Pero los números parecen opinar diferente, pues el Departamento de Comercio publicará el jueves las cifras más recientes del producto interno bruto y los pronósticos más importantes, como el GDPNow de la Reserva Federal de Atlanta, esperan que la cifra será negativa por segundo trimestre consecutivo.
Lo que sería una posible señal de que el país ha caído en una inminente recesión. El tema es un material político jugoso para los republicanos en este año electoral con el fantasma de la recesión empeorando lo que ya parece una sombría ronda de elecciones intermedias este noviembre, en las que los demócratas de Biden posiblemente podrían perder el control de la Cámara de Representantes y el Senado.
Como una medida preventiva, el gobierno de Biden está diciéndole a los votantes que no juzguen la economía solamente por el PIB o la inflación. Le ha pedido a la gente que tenga en cuenta los avances laborales, la producción industrial y otras medidas que apuntan hacia un crecimiento continuo, pero las encuestas muestran que los estadounidenses están pesimistas sobre la economía y hacia el propio presidente.
El mandatario sostiene que la economía norteamericana únicamente está pasando por un periodo de «enfriamiento» después de una fuerte recuperación de la recesión de 2020 causada por la pandemia de coronavirus.
Por su parte, Michael Strain, director de estudios de política económica en el American Enterprise Institute, un centro de estudios de centroderecha señaló ante este escenario que “Los republicanos dirán que dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo significan recesión”.
Además agregó que “Y habrá demócratas haciendo este tipo de argumento difícil de defender de que no estamos en recesión, pero que sí, nos estamos desacelerando. Si yo tuviera que apostar, diría que el argumento republicano tendrá más fuerza”.
Un parámetro de lo que se avecina, podría ser el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, que es más bajo ahora que durante los peores meses de la crisis financiera de 2008, una recesión épica que involucró la terrible caída de los mercados inmobiliario y bursátil.
No habrá recesión en EEUU…»si Dios quiere»: Biden
Con Información de Agencias