El ex líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, fue extorsionado y agredido por órdenes de La Mafia Mexicana mientras se encontraba en una prisión federal de máxima seguridad en Colorado.
Fue el 2 de septiembre de 2019 cuando cámaras de la prisión de Alta Seguridad de Florence, Colorado, identificaron cómo dos personas se acercaron a la celda en la que se encontraba el ex narcotraficante y fundador de Los Zetas.
Aunque los agentes no pudieron escuchar la conversación, sí se dieron cuenta de que momentos después, Francisco García, compañero de celda de Cárdenas Guillén, lo atacó por la espalda y comenzó a patearle la cabeza.
Dos meses antes, uno de sus tantos enemigos, había llegado al edificio que está a algunos metros de su prisión, conocido como la prisión de Supermáxima Seguridad de Florence.
Se trataba de Joaquín El Chapo Guzmán, quien acababa de ser sentenciado a prisión de por vida por su papel como uno de los líderes del cártel de Sinaloa. Pero no fue El Chapo quien ordenó que se atacara a Osiel Cárdenas, fue La Mafia Mexicana.
Según la investigación que se realizó, Richard Santiago, uno de los sujetos que se acercó primero a Cárdenas, es miembro de La Mafia Mexicana, y le habría exigido 10 mil dólares. Pero Osiel, un hombre curtido en medio de la sangre y las balas que volaban día a día en el noreste mexicano mientras operaba al cártel del Golfo, dijo que no.
Fue después que Francisco García lo atacó brutalmente. Según los guardias, fueron “las peores patadas en la cabeza que hayan visto que no resultaron en una muerte”.
Osiel Cárdenas tuvo que ser hospitalizado. Tenía laceraciones en el rostro, la cabeza hinchada y la nariz rota. Las autoridades no tenían completamente claro por qué e incluso descubrieron que ambos se llevaban bien, por lo que comenzaron a revisar los antecedentes de ambos. Entonces, comenzaron a unir los cabos sueltos.
García era miembro de Los Sureños, una célula criminal que actúa como brazo armado de La Mafia Mexicana en prisiones federales estadounidenses. Como miembro de Los Sureños, y aspirante a unirse a la mafia mexicana, debía cumplir con las órdenes que se le daban, entre ellas, agredir a uno de los narcotraficantes más violentos en la historia de México.
Francisco García había recibido una orden de la mafia mexicana para agredir a Osiel Cárdenas por negarse a pagar 10 mil dólares, unos 200 mil pesos.
En 2007, en la primera extradición masiva de delincuentes desde México a Estados Unidos, Osiel Cárdenas llegó a Estados Unidos, donde fue acusado de narcotráfico y declarado culpable.
El ex líder narcotraficante está a menos de un año de cumplir su sentencia. Será en agosto de 2024 cuando haya pagado su deuda con la justicia norteamericana, y aunque no se sabe qué pasará con él después, sí se conoce que no colaboró con las autoridades a pesar de saber que enfrentaba varios años de prisión, y tampoco pagó por protección, aunque sabía que podía ser asesinado en prisión.
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