A casi un mes de que Iberdrola cerrase la venta del 55% de sus negocios en México con la venta de 13 plantas al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la eléctrica española busca abrir un nuevo capítulo en el país.
Emprende una fase de proyectos ‘verdes’ donde la generación eólica y solar llevarán la delantera.
La ruta sigue las directrices del plan de inversión multianual que el presidente de la firma, Ignacio Sánchez Galán, presentó esta semana. El proyecto contempla un desembolso global de 41 mil millones de euros, unos 44 mil 500 millones de dólares a 2026. Aunque la mayor parte de estos recursos se destinarán a proyectos de transmisión y distribución de electricidad en Estados Unidos, México ha conseguido capturar un 3% de esta bolsa, equivalente a algo más de 1 mil 200 millones de euros [1 mil 300 millones de dólares]
El director ejecutivo de Iberdrola México, Enrique Alba (Murcia, 52 años), dice que después de cuatro años de no aparecer en el mapa global de la compañía, México ha vuelto a ser considerado. Con una década al frente de la compañía en territorio mexicano, Alba mira con optimismo hacia el futuro y confía en que, con las condiciones adecuadas, el país aumentará su portafolio de proyectos y, por ende, el monto de inversión después de 2026.
Pregunta. ¿Cuáles serán los proyectos prioritarios para Iberdrola en los próximos tres años?
Respuesta. Iberdrola sigue teniendo un plan de crecimiento muy potente. En los siguientes tres años será de 41 mil millones de euros, más de 13 mil millones de euros al año. El 70% de la inversión irá a proyectos de redes de transmisión. En Brasil este es un negocio muy grande y también en Estados Unidos, España y Reino Unido. Además, vamos a apostar de manera selectiva por el crecimiento en energías renovables, fundamentalmente de eólica terrestre y eólica marina, y luego la fotovoltaica.
P.- ¿Cómo se distribuirán los recursos en América?
R.- En Estados Unidos somos los responsables de la transmisión y distribución eléctrica en Nueva York, de Portland de Connecticut. Es un negocio regulado, con alta seguridad jurídica, donde hacen falta muchas inversiones para mejorar y reforzar la red. Una parte relevante de ese dinero se va a ir a Estados Unidos. En México, por un tema regulatorio y constitucional, la actividad de transmisión y distribución está reservada a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y, por lo tanto, por mucho que queramos en México, no podemos invertir ahí.
P.- ¿Cuáles son los planes para México?
R.- En México veníamos de unos años donde no aparecíamos en el plan estratégico. Era evidente que había una situación política y regulatoria específica con Iberdrola que no abonaba a que la compañía quisiera invertir en el país. Ahora, por primera vez desde hace cuatro años, México vuelve a aparecer como un destino de inversiones. Y en este plan, de los 41 mil millones de euros, un 3% ya se destina a México. Es verdad que es una cantidad modesta con respecto a otros países, pero cambia la tendencia de los últimos años. Sin duda, Estados Unidos es el mayor destino de inversiones con el 35%, luego va el Reino Unido con el 24%, España con el 15% y después Brasil, con un 12%. México es el quinto país, con un 3%.
P.- La apuesta, sin embargo, es crecer este porcentaje en los siguientes años…
R.- Este plan estratégico manda el mensaje de que México vuelve a aparecer en el radar de Iberdrola como destino de inversiones. Que esas inversiones se puedan ir incrementando va a depender del Gobierno, de que se nos den los permisos, de que haya un ambiente de inversión favorable a la iniciativa privada. Si eso se produce, seguro que los montos se pueden incrementar y para el 2027 y 2030 serán mucho más importantes.
P.- ¿A qué tipo de proyectos van a destinar estos 1 mil 200 millones de euros?
R.- En México hicimos una operación de venta de activos al Gobierno mexicano, donde el objeto era alinearnos más con la estrategia de descarbonizar nuestro mix de generación. Lo que se vendió fueron plantas de ciclos combinados con generación a gas y ahora lo que vamos a hacer es enfocar ese dinero en plantas de energía renovables, principalmente en eólica y fotovoltaica para vender esa energía a la industria privada. Estamos convencidos de que con el fenómeno del nearshoring va a hacer falta más energía y muchas de las empresas que vienen, por compromisos corporativos, requieren que esa energía sea renovable.
P.- ¿Cuánto aumentará su parque de megavatios verdes en México?
R.- Hoy tenemos en el país, aproximadamente, 2.600 megavatios, 50% renovables y 50% a gas. Con estos 1.200 millones de euros, estamos hablando de 1.000 a 1.200 megavatios renovables más.
P.- ¿Dentro de esta bolsa está parte de lo que obtuvieron por la venta de las 13 plantas a la CFE?
R.- Claro, evidentemente nuestra vocación es reinvertir parte de lo que nos pagaron y estos 1.200 millones de euros es una primera parte de esa reinversión.
P.- ¿Y el resto del dinero que recibieron del Gobierno mexicano dónde se reinvirtió?
R.- Parte de ese dinero se fue para pagar la deuda de la subholding mexicana, porque lo que vendimos tenía que ir sin deuda. Otra parte se ha utilizado en otros países donde hay necesidad de inversión. Estoy convencido de que si hay un cambio de actitud en el gobierno, los montos de inversión que podríamos anunciar en años siguientes serían superiores a estos 1.200 millones de euros.
P.- ¿En qué Estados construirán estos nuevos proyectos verdes?
R.- Tenemos una cartera de 41 proyectos, que aproximadamente son 9.600 megavatios. De esa cartera hay 17 proyectos prioritarios, porque están en zonas de mayor interés comercial porque el recurso solar y eólico es mayor. ¿Cuáles son? Agua Nueva, Valtierra y Guaname, uno en el Estado de Coahuila y dos en el de Guanajuato. Dependerá de que se nos den los permisos y de los estudios finales para la construcción. Tenemos una cartera de sobra para invertir en Nuevo León, Chihuahua, Aguascalientes, Puebla.
P.- En el pasado, con las plantas de gas tuvieron muchos problemas con los permisos, ¿este freno ya se ha subsanado?
R.- De lo que tenemos operativo ya se ha regularizado todo, Ahora lo que estamos iniciando es la solicitud para este paquete de nuevas plantas.
P.- ¿Qué 2024 sea un año electoral afectará el tiempo de ejecución de este programa de inversión?
R.- El plan ya está en marcha porque así lo anunció la compañía. El ritmo que lleve va a depender de las Administraciones de aquí o de Brasil o de otros sitios para que nos den los permisos. Si el Gobierno o el cambio de Administración tarda nueve meses o algo así, tendremos que esperar, pero nosotros estamos listos.
P.- ¿Qué le pedirán al siguiente Gobierno?
R.- Hay una coincidencia entre las opciones políticas en que hay que acelerar la transición energética. México es un país con un recurso solar y eólico fantástico y tenemos que ir hacia un modelo energético mucho más basado en las renovables. En ese escenario, pedimos que dejen participar a la iniciativa privada. Estamos para ayudar, para complementar a la CFE. Lo único que pido es que vean a la iniciativa privada como un aliado para acelerar la transición energética y reforzar la infraestructura de transmisión, distribución y generación eléctrica que requiere el país para aprovechar el fenómeno del nearshoring al 100%.
Con información del diario El País
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