Un grupo de activistas en la región fronteriza de México con Estados Unidos, celebraron el fallo judicial que esta semana ordenó al gobierno de Texas retirar la valla de alambre de púas instalada en el río Bravo. Sin embargo, pese a este mandato, la administración de Greg Abbot se ha negado a su desmantelamiento.
Entrevistados por varios medios de comunicación, los defensores de migrantes mostraron su indignación ante la negativa texana, al señalar que se trata de una medida inhumana que ya ha costado cientos de heridos y al menos tres muertos.
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Allí detallaron que la presencia de la barrera ha causado heridas a cientos de migrantes y contribuyó a la trágica muerte de una mujer mexicana y sus dos hijos, quienes intentaban cruzar el río Bravo desde Piedras Negras a Eagle Pass, en la frontera entre Coahuila y Texas.
Por su parte, el pastor Gigio Heredia, líder del Hub Center, un refugio para migrantes, lamentó profundamente las pérdidas humanas y las lesiones que este tipo de barreras han ocasionado. Subrayó que lo más doloroso es ver cómo un sueño se transforma en tragedia para aquellos que buscan un futuro mejor para sus familias.
Heredia y otras organizaciones mexicanas denunciaron que el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha hecho caso omiso a la orden de la Suprema Corte de Estados Unidos, la cual autorizó el retiro del alambre de navajas instalado en la frontera.
Y es que a pesar de las críticas, Abbott reiteró su compromiso de fortalecer la seguridad fronteriza, incluso mencionando la posibilidad de añadir más alambre de púas durante una entrevista con Bloomberg Televisión.
Los activistas en Ciudad Juárez han advertido que la presencia de la barrera dificulta los esfuerzos de rescate de la Patrulla Fronteriza en casos de emergencia en el río Bravo, como el trágico incidente del 14 de enero en Piedras Negras.
Además, Heredia señaló que los migrantes deportados desde Texas reportan haber enfrentado adversidades y maltratos por parte de la Guardia Nacional de Texas y la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
Este conflicto surge en un contexto de cifras históricas de migrantes que intentan cruzar la frontera entre Estados Unidos y México, lo que ha llevado a un aumento en la atención sobre la crisis migratoria.
Otro líder activista, Juan Fierro, quien dirige el refugio El Buen Samaritano, criticó el gasto destinado a estas barreras físicas, argumentando que sería más efectivo implementar programas que agilicen el proceso migratorio y brinden ayuda a quienes buscan asilo.
La situación en la región fronteriza entre Ciudad Juárez y El Paso sigue sin cambios significativos, con la Guardia Nacional manteniendo la vigilancia en el área entre el río Bravo y el muro fronterizo.
Fierro concluyó que, si hay recursos para construir muros y alambradas, también debería haber recursos para brindar atención adecuada a los migrantes que buscan refugio y una nueva oportunidad en Estados Unidos.
Con Información de Agencias
Esta entrada fue modificada por última vez en sábado, 27 de enero, 2024
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