Autoridades de Nueva York investigan a un exagente de la Administración de Control de Drogas estadounidense conocida como DEA y un cómplice acusados de conspirar para lavar millones de dólares y gestionar la compra de armamento militar para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los señalados son Paul Campo, de 61 años, funcionario de alto rango retirado de la DEA en 2016 tras 25 años de servicio, y Robert Sensi, de 75. Ambos habrían sido grabados durante una operación encubierta en la que una fuente confidencial, dirigida por autoridades, se hizo pasar por miembro del CJNG. El grupo criminal fue clasificado en febrero como organización terrorista extranjera por el secretario de Estado Marco Rubio.
El fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, Jay Clayton, afirmó que Campo traicionó su trayectoria en la agencia. “Según la acusación, Paul Campo y Robert Sensi se asociaron para ayudar al CJNG, uno de los cárteles mexicanos más notorios que es responsable de innumerables muertes a través de la violencia y el tráfico de drogas en Estados Unidos y México”, señaló.
Durante la audiencia inicial en la corte federal de Manhattan, ambos imputados se declararon inocentes. El juez auxiliar Robert W. Lehrburger admitió que “ciertamente, los cargos son bastante alarmantes”.
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La acusación detalla que, en el último año, Campo y Sensi aceptaron lavar alrededor de 12 millones de dólares de ganancias del cártel y convirtieron unos 750 mil dólares en criptomonedas, creyendo que serían utilizados por el grupo criminal. También habrían gestionado un pago vinculado a 220 kilogramos de cocaína, con ganancias estimadas en 5 millones de dólares.
Los fiscales sostienen que ambos ofrecieron explorar la compra de drones, y una extensa variedad de armamento militar entre lo que se hallarían rifles AR-15, carabinas M4, lanzagranadas y granadas propulsadas por cohetes.
El abogado de Campo cuestionó ese punto, asegurando que se trata de una inferencia sin pruebas suficientes. Según el expediente, Campo incluso ofreció actuar como “estratega” del cártel, apoyándose en su experiencia en operaciones financieras de la DEA.
El fiscal federal adjunto Varun Gumaste calificó la presunta conducta como “bastante atroz y preocupante”, e indicó que la evidencia incluye horas de grabaciones, correos electrónicos, datos de geolocalización e imágenes de vigilancia. También advirtió que ambos acusados presentan riesgo de fuga por sus conexiones internacionales.
La defensa de Sensi sostuvo que su cliente enfrenta problemas de salud, incluida demencia inicial y diabetes tipo II. Sensi tiene antecedentes por fraude y robo en los años 80 y 90, mientras que Campo no registra condenas previas.
El juez ordenó su detención sin fianza, por lo que ya se hallarían detenidos y confinados en instalaciones de seguridad en Nueva York. Las próximas audiencias fueron programadas para el 19 de diciembre.
Con Información de Agencias

