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Protestas en Francia obligan a Carlos III a posponer visita

Protestas en Francia obligan a Carlos III a posponer visita
Protestas en Francia obligan a Carlos III a posponer visita

Manifestantes inconformes con las reformas al sistema de pensiones del Presidente francés Emmanuel Macron continuaban el viernes con marchas aisladas y el descontento en todo el país obligó a las autoridades a posponer la visita de Estado que había planeado el rey Carlos III de Gran Bretaña.

Aunque no había protestas masivas planeadas para el viernes, hubo afectaciones en el sistema de trenes, filas de camiones bloquearon el acceso al puerto comercial de Marsella y había escombros regados por las calles de París después de las manifestaciones multitudinarias del día anterior.

Más de 450 manifestantes fueron arrestados el jueves en París y otras ciudades luego de que alrededor de 300 protestas atrajeron a más de un millón de personas en todo el país para protestar contra las impopulares reformas al sistema de pensiones.

El ministro del Interior Gerald Darmanin dijo el viernes que 441 agentes y gendarmes de la policía resultaron heridos después de que surgieran actos violentos en algunas protestas.

Añadió que alrededor de mil contenedores de basura fueron incendiados en la capital francesa durante las acciones del día anterior. Luego de varias semanas de huelga de los recolectores de basura, los contenedores se han convertido en un símbolo de la protesta.

La oficina de Macron anunció que se pospuso la visita de Estado del rey de Gran Bretaña. El monarca tenía programado llegar el domingo a Francia en su primera visita oficial, antes de trasladarse el miércoles a Alemania. La gira por Alemania continúa en pie.

Los sondeos indican que la mayoría de los franceses están en contra de la iniciativa de Macron de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, la cual el mandatario asegura que es necesaria para mantener el sistema a flote.

La refinería Gonfreville-L’Orcher en Normandía reanudó el viernes su suministro de combustible hacia París después de la intervención de la policía, según la Ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. Sin embargo, los manifestantes se reunían en la terminal petrolera de Fos-sur-mer, cerca de Marsella para planear futuros bloqueos a la refinería.

Temiendo más afectaciones en los próximos días a medida que continúan las acciones, la Autoridad de Aviación Civil de Francia ha solicitado que el domingo se cancelen la tercera parte de los vuelos en Orly, el segundo aeropuerto de París, y que el lunes se cancelen el 20 por ciento.

Los sindicatos han convocado nuevas protestas y huelgas para el martes, el día en que se tenía programada la visita del rey Carlos III de Gran Bretaña a Burdeos. La enorme puerta de madera de la alcaldía de Burdeos quedó destruida por un incendio la noche del jueves por parte de personas que participaban en una protesta no autorizada.

El alcalde de Burdeos Pierre Hurmic dijo el viernes que “tenía problemas para entender el interés de tal acto de vandalismo”.

Las protestas han generado respaldo más allá de las fronteras de Francia. En Grecia, cientos de manifestantes se reunieron fuera de la embajada francesa en Atenas como muestra de solidaridad.

Los manifestantes gritaron consignas y llevaron pancartas con leyendas como: “Macron, tu democracia pende de nueve votos” y “Desde Grecia: victoria para los trabajadores de Francia”.

Los sondeos indican que la mayoría de los franceses están en contra de la iniciativa de Macrón de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, la cual el mandatario asegura que es necesaria para mantener el sistema a flote.

Los sondeos indican que la mayoría de los franceses están en contra de la iniciativa de Macrón de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, la cual el mandatario asegura que es necesaria para mantener el sistema a flote.

Más de 450 detenidos en Francia tras masiva protesta

Por otra parte, el ministro del Interior francés, el conservador Gerald Darmanin, en una entrevista al canal de televisión CNews la mañana de este viernes, con el gesto de preocupación y nervioso, para informar de los pormenores de la novena jornada de movilización popular contra la reforma del sistema público de pensiones que impulsa el presidente Emmanuel Macron. Y el saldo habla por sí mismo: 457 detenidos, que se suman a los más de mil desde el que pasado jueves se iniciaron las protestas por la utilización de la figura del decreto para aprobar la medida. Además, se informó que hay al menos 441 policías y gendarmes heridos.

Francia está en llamas y la noche de ayer fue, sin duda, la más difícil de gestionar para las autoridades públicas. Macron diseñó un plan con el que pretendía controlar y reprimir a la revuelta popular a través del método de siempre: sacó a la calle más de 12 mil policías, sólo en París 7 mil, para controlar más movilizaciones ciudadanas. Pero el alud de gente movilizada fue tal que la ciudadanía desbordó rápidamente el control policial y fue entonces cuando se vivieron escenas de guerrilla urbana en algunas de las principales ciudades del país.

El propio ministerio del Interior confirmó que se trataba de una protesta masiva, con más de un millón 80 mil personas, según las autoridades galas, y más de tres millones 500 mil, según los sindicatos. Además de haber logrado paralizar algunas de las actividades básicas del país, como el sistema de transporte, los trenes de pasajeros de cercanías y media distancia, la paralización parcial de los principales aeropuertos del país, el cierre de las escuelas y universidades, y la huelga en servicios públicos básicos, como la recogida de basura, que ha provocado que sólo en París se hayan acumulado en sus calles más de diez mil toneladas de basura.

Las escenas más crudas de los enfrentamientos entre policías y ciudadanos indignados se registraron en París, en las inmediaciones de la plaza de la Ópera, y en Burdeos, donde incluso los manifestantes le prendieron fuego a la fachada principal del ayuntamiento de la ciudad.

El aumento de la tensión en las calles y la cada vez más frontal oposición del resto de los partidos políticos a la reforma, podría ser la causa de la preocupación que mostró el ministro Darmanin durante la entrevista, en la que además informó que se habían notificado durante la noche 903 incendios de mobiliario urbano. De ahí que arremetiera, de nuevo, contra los manifestantes, a quienes en los días previos a la gran movilización de ayer Macron tildó de “facciosos” y “muchedumbre”. Darmanin no llegó tan lejos pero sí señaló que “me preocupa la radicalización de una pequeña parte del movimiento. Nos preocupa la presencia de la extrema izquierda que sólo busca destruir las instituciones republicanas. El país debe condenar a la extrema izquierda, a los rebeldes. Son extremadamente violentos”.

Con información de agencia AP

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