Una gran polémica ha desatado en redes sociales y entre los ciudadanos de Egipto el proyecto de renovación de la icónica pirámide de Micerino ubicada en la meseta de Guiza. Muchos consideran que se trata de un trabajo absurdo.
Aunque algunas personas inicialmente lo consideraron como “el proyecto del siglo”, muchas más personas, muchos de ellos especialistas en el tema, han criticado duramente estas labores.
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Es el caso de la renombrada egiptóloga Mónica Hanna, quien a través de la red social Facebook escribió: “¡No puede ser!” y agregó también: “¡Lo que faltaba era alicatar la pirámide de Micerino! ¿Cuándo parará la gestión absurda del patrimonio egipcio?”.
Y es que en un video publicado el pasado viernes, el director de Antigüedades Egipcias, Mostafa Waziri, muestra a varios empleados alineando bloques de granito en la base de la pirámide de Micerino que, de las tres que hay en Guiza, es la de menor altura.
Los encargados de la obra argumentan que cuando fue construida, la pirámide estaba recubierta de granito. Con el tiempo, perdió una parte de este revestimiento y ahora, el proyecto busca restaurar la capa y devolverle a la estructura su aspecto original.
Para lograr este plan, la “renovación” durará tres años y será “un regalo de Egipto al mundo en el siglo XXI”, dijo complacido Waziri, que encabeza la misión egipcio-japonesa a cargo del proyecto.
Según él, la iniciativa “permitirá ver, por primera vez, la pirámide de Micerino tal y como fue construida por los antiguos egipcios”. Sin embargo, decenas de internautas publicaron comentarios criticando el proyecto.
La egiptóloga Hanna pidió a los egiptólogos del mundo intervenir: “Todos los principios internacionales sobre renovaciones prohíben ese tipo de intervenciones, todos los arqueólogos deben movilizarse inmediatamente”.
Algunos internautas más, en señal de desaprobación, ironizaron sobre el tema: “¿Para cuándo el proyecto de enderezamiento de la torre de Pisa?”, escribió uno de ellos, aludiendo al monumento italiano, conocido por su inclinación. Otro más propuso: “Más que baldosas, ¿por qué no poner papel pintado en las pirámides?”.
No obstante, parece que el proyecto avanzará, pues en Egipto, el sector del turismo es responsable del 10 por ciento del Producto Interno Bruto, y la cuestión de la protección de su patrimonio suele ser objeto de encendidos debates.
