El presidente Joe Biden relativizó el jueves la afluencia de migrantes a la frontera de Estados Unidos con México, al asegurar que esto “sucede todos los años”.
Sostuvo que el incremento es estacional y que también se produjo durante el mandato de Donald Trump.
“Hay un aumento significativo del número de personas que llegan a la frontera en los meses de invierno -enero, febrero y marzo-” porque los migrantes “pueden viajar con menor probabilidad de morir en el camino debido al calor del desierto”, dijo el presidente demócrata en su primera conferencia de prensa.
El mandatario agregó que la gran mayoría de los inmigrantes que llegan a la frontera sur son devueltos y que algunas familias de inmigrantes no están siendo enviadas de vuelta porque México se niega a recibirlas.
También sostuvo que su gobierno está en conversaciones con México por el tema de la inmigración.
Los republicanos acusan a Biden de haber alentado a miles de inmigrantes indocumentados, incluidos muchos menores no acompañados, a ingresar a Estados Unidos, al relajar la política migratoria de su antecesor Donald Trump.
Pero Biden indicó que el aumento del flujo migratorio había comenzado antes de su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero. “No me disculparé por abolir políticas que violaron el derecho internacional y la dignidad humana”, dijo.
Al asumir el cargo, el mandatario suspendió las deportaciones de migrantes por 100 días, presentó un proyecto de ley para ofrecer un camino a la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estima hay en el país, y comenzó a admitir a algunos de los solicitantes de asilo que llevaban meses esperando en campamentos en México.
Biden consideró “halagadora” la idea de que atrajo a nuevos migrantes con su imagen de “buen tipo”. Pero, para él, ese no es el motivo del aumento del flujo de migrantes, mayoritariamente provenientes de Centroamérica.
“La gente se va de Honduras, Guatemala, El Salvador ante todo por los terremotos, las inundaciones, la falta de alimentos y la violencia de las pandillas”, dijo.
En febrero, si 9 mil 500 menores no acompañados, y estas llegadas se aceleraron aún más en marzo.
Las autoridades estadounidenses estaban a cargo de más de 15 mil jóvenes no acompañados hasta el martes, incluidos casi 5 mil en los puestos fronterizos que, según ellos mismos admitieron, no son aptos para niños.
Con información de agencias Reuters y AFP
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