El presidente Andrés Manuel López Obrador asistió al acto conmemorativo ciudadano por el 50 aniversario del golpe de Estado de Chile, en la Plaza de la Constitución de Santiago de Chile.
Acompañado por la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, el mandatario arribó al Palacio de La Moneda, donde emitió un mensaje al pueblo chileno reafirmando los lazos de hermanamiento con México, así como el cariño y respeto a Salvador Allende, a quien consideró como el “Apóstol de la Democracia de Chile”.
Sostuvo que su legado lo convierte en un símbolo de la dignidad de los servidores públicos en todo el mundo.
El jefe del Ejecutivo aseguró que los pueblos de México y Chile seguirán unidos por los ideales de libertad, justicia, democracia y respeto irrestricto a las soberanías.
En el evento se decretó duelo oficial y se rindió homenaje a las víctimas del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y de la posterior dictadura militar de Augusto Pinochet con un minuto de silencio; las banderas fueron izadas a media asta.
Artistas chilenos participaron en la ceremonia; entre las presentaciones destacaron la del pianista Valentín Trujillo Sánchez, que interpretó el Himno Nacional de Chile. Por su parte, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) representaron una modalidad dancística de la cueca, baile nacional de Chile, como protesta pacífica portando un pañuelo blanco por todas las víctimas de desaparición forzada.
A 50 años del Golpe de Estado contra Salvador Allende, que derivó en la detención, desaparición y ejecución de miles de chilenos bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973, se llevó a cabo un acto conmemorativo en el Palacio de la Moneda en Santiago de Chile para honrar la memoria histórica y la democracia.
Armando Gama, enviado especial de Once Noticias en Chile, reportó cómo se vivió la ceremonia conmemorativa por los 50 años del golpe de Estado, desde Santiago de Chile.
Algunas víctimas recordaron a sus familiares fallecidos en el golpe cívico-militar, y mencionaron que recuerdan esta fecha “con mucho dolor”, pues aseguran que han pasado 50 años sin justicia y sin verdad, viviendo procesos de impunidad en los que muchos de sus familiares, víctimas de desaparición, siguen sin ser encontrados y son ellos quienes continúan con la esperanza de encontrarles, por ello enfatizaron que es importante “mantener la memoria viva”.
La senadora Isabel Allende, hija del expresidente Salvador Allende, destacó la gestión de la administración de su padre a favor de los más pobres de Chile y enfatizó algunos de los logros como el combate a la desnutrición, el desarrollo de la medicina social, la profundización de la reforma agraria, aumentó las becas para la educación y estableció la igualdad salarial.
Asimismo, hizo un llamado para asegurar la no repetición de los hechos de ese día y se solidarizó con las víctimas y los familiares de los hechos. Por último, agradeció al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por el apoyo que brindó el Estado mexicano a las y los chilenos tras el Golpe de Estado en Chile.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, recordó que hace 50 años se rompió el orden constitucional con el Golpe de Estado y declaró que la democracia nunca está garantizada y debe construirse constantemente, por ello hizo un llamado a que “nunca más la violencia sustituya la convivencia democrática, hoy decimos ante Chile y el Mundo: Democracia hoy y siempre”.
Finalmente, cerró su discurso haciendo un llamado a las nuevas generaciones para mantener viva la memoria histórica: las generaciones mayores no estarán aquí por siempre para defender la memoria de sus muertos […] las historias que dejan de contarse se olvidan. Nos corresponde a nosotros transmitir también a las nuevas generaciones lo que nuestros antepasados vivieron”.
Chile conmemora el lunes 50 años del golpe de Estado que dio paso a una cruenta dictadura militar con una ceremonia en el palacio de gobierno de La Moneda a la que asisten diversos líderes regionales.
El régimen militar liderado por el general Augusto Pinochet (1973-1990) dejó un saldo de 3.200 asesinados, incluidos 1.469 desaparecidos. Medio siglo después hay 297 represores condenados y 1.300 procesos por violaciones a los derechos humanos abiertos.
La fecha se vive en el marco de una polarización política entre el oficialismo y la oposición derechista por sus discrepancias sobre el papel que desempeñó cada uno en el golpe. El presidente Gabriel Boric calificó el ambiente como “eléctrico” y la expresidenta Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2028) lo llamó “tóxico”. La polarización llegó al Congreso, donde los diputados se enfrentaron a gritos por el tema.
Boric recordó la fecha con una actividad en la Plaza de la Constitución, frente a La Moneda, cubierta por una gran carpa bajo la cual había más de un millar de invitados locales e internacionales, incluidos algunos presidentes de la región. La oposición derechista, muy criticada por el mandatario, estuvo ausente.
En la primera línea de los invitados estuvieron los mandatarios de Bolivia, Luis Arce; Colombia, Gustavo Petro; Uruguay, Luis Lacalle Pou, y México, Andrés Manuel López Obrador. Más atrás se instalaron ministros del gabinete, parlamentarios, representantes de organizaciones internacionales y agrupaciones de derechos humanos, entre otros.
El acto comenzó con la interpretación en piano del himno nacional a cargo del destacado músico Valentín Trujillo. Simultáneamente, invitados, dirigentes partidarios y civiles depositaron grandes ofrendas florales y ramilletes a los pies de la estatura al derrocado presidente Salvador Allende (1970-1973) —ubicada en un costado de la Plaza de la Constitución— quien prefirió suicidarse a caer en manos de los militares.
Una treintena de asesores y guardias personales que sobrevivieron a Allende fueron llevados a un regimiento. Décadas después algunos fragmentos óseos de unos pocos escoltas fueron encontrados en terrenos del ejército. Todos integran las lista de los desaparecidos.
Boric afirmó ante sus invitados que en el mismo momento del golpe se violaron los derechos humanos.
Días atrás el gobierno lanzó un Plan Nacional de Búsqueda de los desaparecidos —de los que sólo se ha ubicado a 307—, tarea que hasta ahora había estado en manos de grupos de derechos humanos.
“El Estado los hizo desaparecer y el Estado debe hacerse cargo de saber dónde están”, afirmó Boric el luens al anunciar que su gestión “pretende dejar como legado este Plan Nacional de Búsqueda, verdad y justicia, que es el hito institucional que hemos querido dar a esta conmemoración”.
María Soledad Blanco, de la agrupación de desaparecidos y ejecutados del palacio de La Moneda, señaló a The Associated Press que “hemos tenido que vivir en los tribunales buscando a los culpables (de sus muertes), que han callado”.
En los tribunales de justicia hay unos 1.300 procesos activos por violaciones a los derechos humanos y 297 represores cumplen condena, de los cuales 134 están recluidos en Puna Peuco, un penal exclusivo para ellos, y otros 163 están distribuidos en diversas cárceles del país.
También en el marco del aniversario, Boric promovió la firma de un acuerdo de protección de la democracia y los derechos humanos que fue suscrito por sus cuatro antecesores y al que no adhirieron ninguno de los tres líderes de la oposición.
La oposición emitió su propia declaración en la que mencionó el quiebre de la democracia y aludió a las violaciones a los derechos humanos como “severas consecuencias”. A su vez rechazó asistir al acto oficial del lunes para, entre otras razones, no exponerse a eventuales apologías a Allende, explicó uno de sus líderes, Javier Macaya.
Con información de agencia AP
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Esta entrada fue modificada por última vez en lunes, 11 de septiembre, 2023
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