Después de más de cinco años de frenéticos trabajos de reconstrucción, la catedral de Notre Dame mostró ayer su nuevo aspecto al mundo, con techos altos reconstruidos y una cantería cremosa como nueva que borra los sombríos recuerdos de su devastador incendio en 2019.
Las imágenes transmitidas en vivo de una visita al sitio del presidente francés Emmanuel Macron mostraron el interior de la icónica catedral como podrían haberlo experimentado los fieles en la época medieval, sus amplios y abiertos espacios llenos de luz brillante en un día de invierno fresco y soleado que iluminaba los vibrantes colores de los vitrales.
Afuera, el monumento sigue siendo un sitio en construcción, con andamios y grúas. Pero el interior renovado –mostrado en todo su esplendor por primera vez antes de que el público pueda volver el 8 de diciembre– es impresionante.
Ya no están los enormes agujeros que el incendio abrió en los techos abovedados, dejando montones de escombros carbonizados. Nueva cantería ha sido cuidadosamente ensamblada para reparar y llenar las heridas que habían dejado el interior de la catedral expuesto a los elementos. Delicados ángeles dorados observan desde el centro de uno de los techos reconstruidos, elevándose nuevamente sobre el transepto.
Las paredes de piedra caliza de color crema brillante de la catedral parecen nuevas, limpias no sólo del polvo del incendio, sino también de la suciedad acumulada durante siglos.
The splendor of Notre Dame after 5 years of renovations following the 2019 fire.
Set to reopen in a few days on December 8, 2024. pic.twitter.com/811VymjMtd
— Massimo (@Rainmaker1973) November 29, 2024
La catedral atraía a millones de fieles y visitantes anualmente antes del incendio del 15 de abril de 2019, que obligó a cerrarla y convirtió el monumento en el corazón de París en una zona prohibida excepto para artesanos, arquitectos y otros movilizados para la reconstrucción.
Macron entró a través de las gigantescas y detalladamente talladas puertas frontales de la catedral y miró hacia los techos con asombro. Estuvo acompañado por su esposa, Brigitte, el arzobispo de París y otros.
Potentes aspiradoras se emplearon primero para eliminar el polvo tóxico liberado cuando el incendio derritió los techos de plomo de la catedral. Luego se rociaron finas capas de látex sobre las superficies y se retiraron unos días después, llevándose la suciedad con ellas. También se utilizaron geles de limpieza en algunas paredes que habían sido pintadas, eliminando muchos años de suciedad acumulada y revelando sus colores brillantes una vez más.
Da la sensación de que se construyó ayer, como si acabara de nacer, a pesar de que Notre Dame es muy antigua, dijo el cantero Adrien Willeme, que trabajó en la reconstrucción.
The walls of Notre Dame, set to reopen on December 8, got their initial brightness back after its restoration following the 2019 firepic.twitter.com/YMq491Eehd
— Massimo (@Rainmaker1973) November 26, 2024
Los carpinteros trabajaron a mano como sus homólogos medievales mientras tallaban vigas gigantes de roble para reconstruir el techo y la aguja que colapsaron. Las vigas muestran las marcas del trabajo de los carpinteros, con abolladuras hechas en la madera por sus hachas de mano.
Se talaron unos 2 mil árboles de roble para reconstruir estructuras de techos tan densas e intrincadas que las apodan el bosque.
La visita de Macron dio inicio a una serie de actividades que marcan la reapertura de la obra maestra gótica del siglo XII.
Recupera Notre Dame sus 8 campanas
La catedral parisina de Notre Dame recuperó sus ocho campanas en la torre norte, una nueva etapa antes de su reinauguración en diciembre.
Tras una bendición y tres tañidos de la mano del rector de la catedral, Olivier Ribadeau Dumas, las enormes campanas, que sobrevivieron al incendio del 15 de abril de 2019, fueron izadas ante autoridades y curiosos.
La reinstalación en el campanario será completada en tres semanas.
Las ocho campanas tienen nombres que honran la memoria de personalidades ligadas a la historia de la catedral.
La mayor se llama “Gabriel”, y pesa más de cuatro toneladas, mientras que la más pequeña es “Jean-Marie”, de 800 kg aproximadamente, bautizada así en homenaje al cardenal Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París entre 1981 y 2005.
“Estas campanas anuncian el retorno a la vida de Notre Dame”, dijo el rector.
“Son la voz de Notre Dame. Son las campanadas que pueden oír los parisinos cada día”, añadió Philippe Jost, presidente del organismo público encargado de la reconstrucción.
Tras el incendio las campanas fueron bajadas en julio de 2023, para permitir la rehabilitación de la torre norte de la catedral. Los instrumentos fueron limpiados y revisados en una fundición en Normandía.
Las campanas serán conectadas a un sistema motorizado automático, y volverán a tocar cuando se reinicien las misas en el templo, a principios de diciembre.
Otras tres campanas, nuevas y más pequeñas, serán instaladas en la nave de la catedral.
Notre Dame ha sufrido una profunda rehabilitación externa e interna, que ha incluido la reconstrucción total de su tejado, la limpieza de sus muros y columnas, la reparación de sus pinturas decorativas, de su órgano y la instalación de un nuevo mobiliario, de cara a su reapertura el 7 de diciembre.
Con información de agencia AP
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