Fiscales federales estadounidenses reiteraron y ampliaron sus argumentos para admitir evidencia en un eventual juicio de que Genaro García Luna incluso amenazó y sobornó a periodistas cuando tenía un puesto oficial y que más recientemente desde que ha estado encarcelado buscó la posibilidad de intimidar a posibles testigos en su contra con amenazas de hasta asesinarlos y a sus familias.
Los fiscales, al responder a objeciones de la defensa de García Luna de admitir esta evidencia, presentaron un memorándum enviado al juez federal Brian Cogan, encargado del proceso judicial contra el ex secretario de Seguridad Pública y ex jefe de la policía federal de México.
Los fiscales, encabezados por Breon Peace, reiteraron su intención de introducir evidencia de que durante su tiempo en el gobierno, García Luna “amenazó, hostigó y sobornó a periodistas que investigaban sus delitos”. Rechazan los argumentos de la defensa criticando la credibilidad de una periodista como testigo en el juicio – la cual la defensa anteriormente reveló que supone es Anabel Hernández. Afirman que la credibilidad del testigo no debe determinar si se admite su evidencia en el juicio ya que ahí se evaluará en los interrogatorios ante un jurado si es creíble o no.
Más aún, recuerdan, y en este memorándum especifican más, que la fiscalía también tiene la intención de introducir pruebas de que alrededor de 2009 ó 2010, el acusado usó fondos provenientes de actos corruptos “para pagar sobornos a una organización de noticias para evitar que periodistas en esa organización publicaran notas negativas sobre sus asociaciones con carteles de droga”.
Al especificar más sobre parte de esa evidencia, los fiscales señalan que anticipan presentar pruebas de que los esfuerzos del acusado “para sobornar a un editor [lo equivalente a un jefe o director] en una organización de noticias fueron exitosos”. Subrayan que los esfuerzos continuos de García Luna de sobornar y hostigar a periodistas “son directamente relevantes, e inextricablemente entrelazados con, su asistencia corrupta” al cártel de Sinaloa.
En torno a los intentos de García Luna de manipular testigos después de su arresto, los fiscales informan que buscarán introducir por lo menos una grabación entre el acusado y otra persona en donde “el acusado discutió amenazas de violencia y manipular a testigos en su contra”.
‘Borolas’ en aprietos
Al rechazar los argumentos de la defensa para aceptar esta evidencia por cuestionar el carácter del informante – el cual se había identificado previamente como otro reo en una celda adjunta al acusado y que cooperó con la fiscalía pretendiendo tener vínculos con la mafia rusa en Nueva York – la fiscalía repite que la evidencia tiene que ver con que es lo que dijo García Luna y no la credibilidad del informante.
En respuesta a que muchas de las grabaciones entre el acusado y el ahora testigo cooperante en la cárcel son inaudibles, los fiscales señalan que hay muchas partes donde las grabaciones son claras, en particular una sección donde el acusado menciona “un interés en matar no solo a testigos cooperantes sino también a sus familias”.
Revelan también que esa grabación es de “una discusión sobre manipular a un individuo que el acusado cree será un testigo en su contra”, y que la forma en que habla es directamente relevante a los cargos criminales que enfrenta el acusado.
García Luna fue arrestado por autoridades estadounidenses en diciembre de 2019 acusado de que entre 2001 y 2012 brindó asistencia al cártel de Sinaloa a cambio de sobornos de decenas de millones de dólares.
Su juicio está programado para el 24 de octubre— aunque el juez está contemplando solicitudes para postergarlo hasta inicios de 2023 – ante el Tribunal Federal de Distrito del Este en Brooklyn, Nueva York— el mismo lugar y juez donde se realizó el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán.
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