Un grupo bicameral de legisladores federales demócratas envió una carta a la Casa Blanca en la que expresa su rechazo a la reactivación del programa Quédate en México por el gobierno de Joe Biden, e insta a revertir la expansión de ese programa, condenando el uso de medidas “xenofóbicas” parecidas a las del gobierno anterior, en lugar de otorgar acceso pleno al sistema de asilo de Estados Unidos.
En la carta enviada a Biden por 14 senadores y 23 diputados de su partido, afirman entender que el programa que había sido frenado por el presidente y su secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, tuvo que reiniciarse por orden judicial, pero que eso no exime al gobierno de “reducir el costo humano” que representa.
“Estamos particularmente decepcionados por la decisión de su gobierno de aplicarlo” a nuevas poblaciones, como los haitianos, además de limitar el acceso a abogados y ampliarlo a nuevos puertos de entrada en la frontera, y por la ausencia de un plan para priorizar el procesamiento de quienes están en espera de respuesta bajo los Protocolos de Protección del Migrante (MPP, por sus siglas en inglés) desde la administración anterior.
“Estas opciones sugieren que su administración ha tomado la decisión de normalizar y ampliar una política cruel de disuasión que fracasa en verdaderamente abordar las causas de fondo de la migración”, acusan los legisladores federales, encabezados por el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menendez, y la diputada Verónica Escobar, de El Paso, Texas, junto con colegas de alto perfil, como los senadores Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Patrick Leahy y Cory Booker, además de diputados como Joaquín Castro, Jesús Chuy García, Raul Grijalva, Alexandria Ocasio Cortez y Rashida Tlaib.
Le recuerdan que su gobierno condenó este programa desde un inicio porque “causa costos humanos injustificables e intolerables”, que las consecuencias humanitarias para solicitantes de asilo retornados a México incluyen más de mil 500 casos reportados de violencia, ataques sexuales, secuestros y homicidios, y que las zonas fronterizas donde se aplica el programa son las mismas donde hay alertas de viaje emitidas por el Departamento de Estado. Indican que al poner nuevas nacionalidades en el programa, el gobierno de Biden ahora está conscientemente sujetando a solicitantes de asilo a estos peligros. “Creemos que no hay una manera legal, segura y humana de implementar Quédate en México”.
Señalan que el sindicato de empleados del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos condenó a principios de diciembre la reactivación del programa, que hace a sus agremiados cómplices en la violación tanto de leyes nacionales como internacionales.
Al mismo tiempo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados declaró que el gobierno de Biden no ha modificado de manera suficiente el programa para abordar las críticas sobre el programa. Destaca que 50 jueces de inmigración cuestionaron su reinicio ante la falta de imparcialidad y transparencia.
“Finalmente, solicitamos que el gobierno y DHS (Secretaría de Seguridad Interna) dejen de depender de esta política xenofóbica y den prioridad a la expansión de canales legales a Estados Unidos y protecciones a refugiados en el Hemisferio Occidental. Hasta que estén disponibles estos canales, Estados Unidos debe reiniciar el acceso seguro y ordenado a nuestro sistema de asilo y dejar de retornar a los solicitantes a los peligros, en violación de nuestras leyes. Después de cuatro años de políticas antimigrantes crueles…el regreso a las de disuasión fracasadas no abordará la migración regional”. [Texto de la carta: https://www.menendez.senate.gov/imo/ media/doc/menendez_escobar_mpp_letter.pdf]
Los legisladores están respondiendo en parte a crecientes críticas de agrupaciones de defensa de inmigrantes, de derechos humanos y otras que han condenado el reinicio de “Quédate en México”.
El gobierno de Biden reitera que siempre ha reprobado el programa por “inhumano”, y entre sus primeros actos en la Casa Blanca fue suspenderlo (en enero), y Mayorkas formalmente le puso fin en junio. Sin embargo, recuerda que en agosto un juez federal nombrado por Trump emitió un fallo declarando que el programa se canceló incorrectamente y ordenó su reinicio.
La administración Biden apeló, pero hace una semana un tribunal rechazó su solicitud y por ahora debe cumplir con la orden de reactivarlo, algo que negoció con el gobierno de México. Mientras tanto, asegura que está buscando agilizar el proceso y promete que será guiado de manera “humanitaria”.
Pero agrupaciones defensoras de derechos humanos y de migrantes y refugiados afirman que no hay manera de implementar esta política sin violar derechos fundamentales. La Unión Americana de Libertades Civiles pronostica que su reinicio implicará más “abuso horrendo, incluyendo tortura, violaciones sexuales y muerte”. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresó preocupación por el efecto de este programa, al obligar a migrantes a tomar aún mayores riesgos.
Biden ha retornado a México a unos 188 solicitantes de asilo desde que lo reinició, a principios de mes.
Al concluir una amplia evaluación del muro fronterizo de Trump, después de que Biden ordenó suspender su construcción, el primer día de su presidencia, el Departamento de Seguridad Interna anunció este lunes que impulsará varios proyectos para cerrar algunas brechas y reparar problemas ecológicos y de limpieza provocados por la valla en Arizona, California y Texas.
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