“Durante estos días, mis pensamientos vuelven con frecuencia al Líbano», dijo el Papa Francisco, después de su tradicional oración del Ángelus dominical, desde su balcón ante la Plaza de San Pedro en Ciudad del Vaticano.
El papa Francisco manifestó este domingo su solidaridad con el Líbano, volviendo a abogar para que el mundo ayude generosamente a ese país, a cinco días de la doble explosión que causó al menos 135 muertos, unos cinco mil heridos, así como una enorme destrucción en Beirut.
“La catástrofe del martes 4 de agosto nos insta a todos, comenzando por los propios libaneses, a trabajar juntos por el bien común de este país querido», rogó.
Francisco invitó a «la Iglesia del Líbano a estar junto al pueblo», porque «sufre, y mucho…».
“El Líbano tiene una identidad muy particular, es el fruto del encuentro de diferentes culturas, que se ha convertido con el tiempo en un modelo de convivencia», destacó el sumo pontífice.
El Sumo Pontífice renovó su llamado a la «ayuda generosa de la comunidad internacional» al Líbano, brindando una calurosa bienvenida a un grupo de libaneses presentes en la Plaza de San Pedro, que reconoció por la bandera que enarbolaban.
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