Dos días después del tiroteo en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, que dejó 21 muertos, 19 de ellos niños, se han conocido los posibles motivos que llevaron a Salvador Ramos a cometer una masacre que no se podrá olvidar.
El joven, de 18 años, disparó sin piedad contra varios alumnos y dos profesoras y ahora un amigo de la familia y vecino, Eduardo Trinidad, ha aportado más detalles del caso.
Según los informes, Ramos disparó en la cara a su abuela, con quien convivía hacía cuatro meses tras una discusión con su madre. Inicialmente se relacionó el tiroteo con los problemas del joven en la escuela y, según KPRC 2 Houston, Eduardo Trinidad vio cómo ocurrió todo y desveló los motivos.
Todo indica que la abuela sobrevivió a los disparos que recibió en el rostro y alertó a las autoridades de lo ocurrido en su casa, aunque Salvador Ramos se marchó en su camioneta y portaba un arma de grandes dimensiones y mucha munición.
El testigo reveló que Ramos se enzarzó en un tiroteo con la policía y huyó, dejando el vehículo en una zanja mientras se dirigía a la Escuela Primaria Robb. Según el relato de Eduardo Trinidad, el joven no había asimilado bien que sus compañeros fueran a graduarse y él no.
Los amigos le definen como violento
Pese a las afirmaciones del testigo y amigo de la familia, los amigos consideraron que Salvador ya era violento y tenía por costumbre disparar a otros con una pistola de aire comprimido cuando estaba enfadado. Además, se reveló que Ramos había sufrido abusos en su infancia y su salud mental no estaba en su mejor momento.
El suceso abre una vez más el eterno debate en Estados Unidos acerca de la permisividad que tienen ciertos miembros de la sociedad para adquirir un arma. Muchas son las personalidades que han mostrado su oposición a la postura de la Asociación del Rifle y al bloqueo del bando republicano en el Senado.
“No era violento”
La mamá de Salvador Ramos el joven responsable del tiroteo en Texas, rompió el silencio tras el ataque de su hijo a su madre y a la Robb Elementary School de Uvalde.
Adriana Reyes habló con el portal “Daily Mail”, donde aseguró estar sorprendía y en shock, pues su hijo “no era violento”, por lo que al enterarse de lo sucedido, quedó impactada.
Salvador Ramos entró a la escuela de Texas y mató a 19 niños y dos maestros antes de ser abatido por la policía, además disparó en varias ocasiones a su abuela.
“Mi hijo no era una persona violenta. Estoy sorprendida por lo que hizo. Voy a orar por esas familias. Estoy orando por todos los inocentes niños, sí lo estoy haciendo. Ellos no tenían nada que ver con esto”, comentó la mujer.
Precisamente, la madre de Ramos fue entrevistada en el hospital, donde se encuentra su mamá, Celia González, que fue operada por las heridas ocurridas este martes 24 de mayo.
Sin aclararlo, Reyes dio a entender que no vivía con su hijo; sin embargo también negó tener una mala relación con él. Lo que sí reconoció es que era una persona solitaria.
“Yo tenía una buena relación con él. Él se guardaba para él mismo, no tenía muchos amigos”.
La mujer dijo que la última vez que habló con su hijo fue el lunes 16 durante su cumpleaños y nunca dio indicios de que pudiera realizar la masacre en Uvalde.
Salvador Ramos el perfil de un criminal
Salvador Ramos, era un joven que estudiaba en la escuela secundaria Uvalde, es el responsable de haber asesinado a 19 niños y dos adultos de una escuela primaria de la misma localidad de Texas, una de las peores masacres que ha vivido Estados Unidos en los últimos años, con dos rifles que compró cuando cumplió 18 años, a mediados de mayo.
El joven ingresó este martes al colegio Robb Elementary de Uvalde tras haber tenido un accidente de tráfico. Dentro de la escuela abrió fuego contra alumnos y profesores, antes de ser abatido por la policía.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo que vestía chaleco antibalas. Hasta el momento se desconoce si entró en el centro educativo de manera fortuita por su cercanía con el lugar del accidente o si lo hizo intencionadamente. Los mismos reportes indican que antes de haber perpetrado el tiroteo disparó en contra de su abuela, con quien vivía.
Ramos ha sido descrito por conocidos y familiares como un joven solitario que fue molestado de niño por un problema de habla infantil, además de haber crecido en un ambiente familiar tenso marcado por las constantes peleas con su madre, quien de acuerdo con vecinos tenía problemas de drogadicción.
Una persona con conocimiento sobre los primeros hallazgos de la investigación, que habló bajo condición de anonimato con el Washington Post, dijo que Ramos compró el arma utilizada en el ataque inmediatamente después de cumplir 18 años, que fue a mediados de mayo. En tanto, otros testimonios dan cuenta de que el joven solía manejar de noche con otro amigo y disparaba a personas al azar con una pistola de aire comprimido.
La cadena ABC News ha precisado por su parte, citando a fuentes de seguridad, que Ramos cumplió 18 años el pasado 16 de mayo y que seis días después compró de forma legal dos rifles del tipo AR-15. El abuelo de Ramos, Rolando Reyes, de 72 años, dijo a este medio que no tenía ni idea de que su nieto hubiera comprado dos rifles AR-15 o que los tuviera en su casa.
“No sabía que tenía armas”, admitió Rolando Reyes a ABC News. “Si lo hubiera sabido, lo habría denunciado”.
Mia, la prima de Ramos quien habló con el Post bajo la condición de que no se usara su apellido porque su familia no quiere ser asociada con la masacre, dijo por su parte que Salvador “no era una persona muy social después de haber sido acosado por tartamudear”.
Los mismos testimonios recopilados por The Washington Post dan cuenta de cómo a lo largo de los años había arremetido violentamente contra compañeros y extraños.
Nadia Reyes, una compañera de secundaria, relató cómo en al menos cinco ocasiones Ramos tuvo peleas a golpes con sus compañeros de escuela. También dijo que sus amistades duraban poco y relató cómo Ramos le comentó a un amigo mientras jugaban baloncesto que él solo quería unirse a los Marines un día para poder matar gente. El otro chico, agregó Reyes, terminó la amistad en el acto.
“Llevaba las cosas demasiado lejos, decía algo que no debía decirse, y luego se ponía a la defensiva al respecto”, dijo Reyes.
Otras personas que lo llegaron a conocer dijeron a su vez a The New York Times que faltaba a la escuela con frecuencia y luchaba por llevarse bien con sus compañeros de clase. Compartieron además que le gustaba jugar videojuegos, particularmente Fortnite y Call of Duty.
Jeremiah Muñoz, quien estaba en el último año de la escuela secundaria hace cuatro años cuando Ramos se incorporó al plantel, entonces como estudiante de primer año, lo conoció precisamente por su gusto por los videojuegos. Muñoz dijo que incluso en ese entonces, recordaba que los estudiantes se metían con Ramos, se burlaban de su ropa o hacían referencias groseras hacia su familia. También comentó que cuando jugaban Xbox a menudo escuchaba a Ramos discutir con su madre. La madre de Ramos le gritaba, diciéndole que necesitaba ir a la escuela y que no estaba haciendo nada con su vida, dijo Muñoz, y Ramos le respondía gritando insultos.
Durante el fin de semana, refiere The New York Times, Ramos le envió una fotografía de dos rifles negros a Muñoz, similares a uno que había publicado en su cuenta de Instagram.
Stephen García, quien se consideraba el mejor amigo de Ramos en octavo grado, dijo a su vez al Post que Ramos no lo tuvo fácil en la escuela pues “lo acosaban mucho” por lo que publicaba en las redes sociales, sobre su afición a los juegos, y en general “sobre todo”.
“Creo que necesitaba ayuda mental. Y más cercanía con su familia. Y amor”, expresó.
Una vez, recordó García, Ramos publicó una foto usando delineador en sus ojos, lo que provocó una gran cantidad de comentarios de burla. Stephen García dijo que trató de defenderlo de estos ataques, pero cuando él y su madre se mudaron a otra parte de Texas “él simplemente comenzó a ser una persona diferente”, dijo García. “Se puso peor y peor”.
Los testimonios recopilados por ambos medios coinciden en que a causa de que el joven era molestado por sus compañeros de escuela y debido a sus problemas en casa el comportamiento de Ramos comenzó a deteriorarse, al tiempo que se volvió violento y mostró su afición por las armas.
Santos Valdez Jr., de 18 años, dijo al Post que conoció a Ramos desde la escuela primaria. Jugaban videojuegos y eran amigos, dijo, hasta que el comportamiento de Ramos cambió. Contó que una vez Ramos se detuvo en un parque donde a menudo jugaban baloncesto y llegó con cortes en toda la cara. Primero dijo que un gato le había arañado la cara. “Luego me dijo la verdad, que se cortaba la cara con cuchillos una y otra vez”, dijo Valdez. “Yo estaba como, ‘Estás loco, hermano, ¿por qué harías eso?’” Ramos dijo que lo hizo por diversión, recordó Valdez.
“Tengo un pequeño secreto que quiero contarte”
Las investigaciones sobre el caso de Salvador Ramos, joven de 18 años que mató a 19 niños y dos profesores en una escuela primaria en Texas, continúan revelando información para esclarecer esta trágica masacre.
Durante las últimas horas, se reveló el último mensaje que el asesino envió previo a dirigirse a la escuela Robb y dar inicio con el tiroteo.
A través de Instagram, el adolescente de 18 años mandó un mensaje privado a una mujer de California en el que parece insinuar sus intenciones al afirmar tener “un pequeño secreto” para contarle.
La conversación entre Ramos y esta chica comenzó el pasado 12 de mayo, cuando el asesino le solicitó que publicara en redes sociales las fotografías de sus armas y un cargador de munición que había tomado.
“Vas a republicar mis fotos de armas. Sólo quería etiquetarte”, le dijo el joven.
Sin embargo, horas antes del macabro ataque, Salvador Ramos volvió a escribirle a la mujer de California y le dijo que “estaba a punto” de hacer algo, mensaje que era un adelanto sobre el brutal tiroteo que protagonizó.
Ante estas confusas palabras, la chica preguntó “a punto de qué”, a lo que el asesino respondió: “Te lo diré antes de las 11. Tengo un pequeño secreto que quiero contarte”.
Luego del tiroteo en Texas, en donde al menos 21 personas fueron asesinadas por Salvador Ramos, la mujer con la que el pistolero había estado hablando publicó un mensaje en redes sociales en el que dio su versión de los hechos sobre estas polémicas conversaciones.
“Es un extraño, no sé nada de él, decidió etiquetarme en su publicación de armas. Lo siento mucho por las víctimas y sus familias. Realmente no sé qué decir… La única razón por la que le respondí fue porque le tenía miedo. Ojalá me hubiera quedado despierto para al menos tratar de convencerlo de que no cometiera su crimen. No lo sabía”, reveló la chica.
Con información de agencias
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