Ayer jueves 29 de febrero, el presidente Joe Biden visitó Brownsville mientras que el expresidente Donald Trump visitó Eagle Pass, puntos estratégicos para las campañas electorales.
Durante su visita a la estación fronteriza de Brownsville, Biden aseguró que, “se está trabajando muy duro para tener seguridad en la frontera sur”.
Después de agradecer a la patrulla fronteriza por su labor a pesar de la falta de recursos, el mandatario estadounidense agregó que, “ya es hora de actuar,” refiriéndose a la falta de recursos para proporcionar nuevos fondos para las máquinas que detectan el fentanilo, más agentes y más equipo para darle seguridad a la frontera, debido a que desde el primer día de mandato, la oficina de Biden presentó un plan integral al congreso para mejorar el sistema de inmigración, plan que no fue ejecutado.
También se discutieron acciones para restringir la capacidad de los migrantes de solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México si cruzaron de manera ilegal.
Por su parte el expresidente Donald Trump visitó Eagle Pass a sólo 523 kilómetros de donde se encontraba Joe Biden, antes de su discurso, el jefe de la patrulla fronteriza Brandon Judd hizo un llamado al presidente Biden.
“La patrulla fronteriza está molesta por no dar las políticas necesarias para proteger las vidas de los americanos”.
Agradecieron al expresidente Donald Trump por su apoyo a medidas más estrictas en el paso fronterizo.
Durante el discurso del exmandatario, se refirió a Biden como “un terrible presidente” y “el presidente más incompetente que hemos tenido” responsabilizándolo de los crímenes cometidos por migrantes con el término crímenes migrantes de Biden, señalándolos de vienen de cárceles o instituciones psiquiátricas.
Así mismo, el gobernador Greg Abbott quien ha mostrado apoyo a la postura de Trump y a sus medidas extremistas sobre el cruce migratorio, aseguró que “a Biden no le importa Texas ni la frontera” “Ni si quiera creo que esté en la frontera, debe de estar en algún lugar sanitizado”.
Una encuesta realizada por la Universidad Monmouth indicó que el 53% de los estadounidenses aprueban la construcción de un muro en la frontera que comparte el país norteamericano con México.
Esta polémica propuesta ha sido parte de la campaña del expresidente y empresario, Donald Trump, quien ha declarado desde el inicio de su campaña en 2016 que esta es una de las vías a través de las cuales es posible frenar la crisis migratoria que ocurre en el país norteamericano.
La preocupación pública por la inmigración ilegal en Estados Unidos ha representado un incremento durante el mandato del presidente Joe Biden en comparación con las dos administraciones anteriores, según la esta misma encuesta.
La mayoría de los estadounidenses apoya la construcción de un muro fronterizo por primera vez desde que Monmouth comenzó a hacer esta pregunta a través de una encuesta de aceptación en 2015. Casi la mitad de los estadounidenses menciona que el acuerdo fronterizo bipartidista que fue bloqueado en el Senado de los Estados Unidos a principios de este mes no es lo suficientemente estricto con la inmigración ilegal.
El 53% del público encuestado apoya la construcción de un muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México, en comparación con el 46% que se opone. Durante la administración de Trump, el apoyo a este proyecto no superó el 44% y llegó a ser del 35%.
El apoyo fue del 48% la primera vez que Monmouth hizo esta pregunta, en septiembre de 2015, y del 42% la última vez que se incluyó esta pregunta en una de las encuestas nacionales de Monmouth en abril de 2019.
El 28% de los estadounidenses pensaron en febrero que la migración es el problema más grande del país
En comparación con la opinión pública hace nueve años, el apoyo a la construcción de un muro fronterizo ha aumentado 13 puntos entre los republicanos y 11 puntos entre los independientes, pero ha disminuido 14 puntos. entre los demócratas.
Significativamente, el número de ciudadanos que consideran la inmigración como el problema más importante que enfrenta Estados Unidos con 28%, en contraste con los datos estimados hace un mes cuando el porcentaje se situaba en 20%, esto según los datos recuperados por una encuesta realizada por la agencia Gallup.
La inmigración ya ha superado al gobierno como el problema más citado, después de que los dos temas empataran en la primera posición en los últimos dos meses. El gobierno ocupó el primer lugar cada mes desde enero hasta noviembre de 2023.
Cerca del 47% del público encuestado refirió sentir que este proyecto de ley fronterizo no es lo suficientemente estricto cuando se trata de abordar la inmigración ilegal, mientras que el 28% dice que es correcto y el 12% cree que es demasiado estricto.
Mientras tanto, 77% de los republicanos y el 48% de los independientes dicen que el proyecto de ley no es lo suficientemente estricto con la inmigración ilegal, mientras que el 51% de los demócratas mencionaron no sentir que esta medida sea correcta.
“Estos resultados ilustran por qué el acuerdo fronterizo estaba muerto desde el principio. La gran mayoría de los republicanos de base y muchos independientes creen que es demasiado suave con la inmigración ilegal, incluso si no saben exactamente qué contiene la legislación. Los líderes republicanos del Senado podrían haber intentado vender el proyecto de ley, pero es casi seguro que habría sido infructuoso una vez que Donald Trump se opuso”, mencionó Patrick Murray, director del independiente Instituto de Encuestas de la Universidad de Monmouth.
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