El juez estadounidense Brian Cogan sentenció a 10 años de cárcel a Iván Reyes Arzate, La Reina, ex comandante de la Policía Federal, quien el 19 de octubre del 2021 se declaró culpable de delito de distribución internacional de cocaína.
Cogan tomará como crédito los dos años que el ex funcionario cercano a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, lleva preso por lo que le restan ocho años de reclusión.
En un momento de la audiencia, tanto los fiscales como la defensa, negaron que La Reina fuera testigo colaborador de la fiscalía. Sin embargo, el juez Cogan le extraño que el gobierno sugiriera una pena tan corta para un cargo de narcotráfico.
En una carta que leyó frente al juez, Reyes Arzate se definió como “un hombre que no huye de sus responsabilidades” y recalcó que se vino a entregar pese a que otros le recomendaban que no lo hiciera.
El ex comandante pidió disculpas a su familia y amigos, a lo que Cogan le respondió que debido a sus actividades “usted mismo los puso en riesgo”.
El fiscal Ryan Harris se quejó de la dificultad de poner policías locales en los países donde se hallan las empresas del narcotráfico “pues es muy fácil que acepten sobornos de los cárteles”.
Mark DeMarco, abogado de La Reina, pidió al juez que recomiende a la Oficina de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), una cárcel en el sureste de Estados Unidos para que Reyes Arzate pase el resto de su condena ahí.
La defensa del ex funcionario había dicho que “una sentencia mínima obligatoria de cinco años era suficiente” argumentando que una pena más larga crearía disparidades con sentencias aplicadas a “otros funcionarios corruptos”.
Iván Reyes Arzate era el oficial de más alto rango de la Unidad de Información Sensible de la Policía Federal y como tal el principal punto de contacto para el intercambio de información entre el personal policial estadounidense y mexicano.
La Reina debía ser puesto en libertad el 27 de enero de 2020 para ser deportado a México tras haber cumplido la sentencia de los cargos en Illinois, pero el 23 de enero de 2020, un gran jurado en Brooklyn emitió un dictamen acusándolo de conspiración para distribuir cocaína por el cual fue arrestado antes de su liberación.
Desde que presentaron este nuevo dictamen, los fiscales de Brooklyn aceptaron que les importaba la figura de Iván Reyes Arzate para ser testigo en contra de su jefe, Genaro García Luna, procesado en la misma Corte y cuyo juicio está programado para iniciar en octubre de este año.
Según diferentes medios durante el juicio a ‘La Reina’ se intentó asegurar que no sería testigo cooperante en otros casos pendientes en Estados Unidos.
En una audiencia breve ante el juez federal Brian Cogan del Tribunal del Distrito del Este de Nueva York en Brooklyn -de hecho, en la misma sala en que se realizó el juicio del Chapo Guzmán y donde procede el caso judicial contra el ex jefe del hoy sentenciado, Genaro García Luna – Reyes Arzate fue sentenciado a la condena recomendada por los fiscales, 10 años de prisión, aunque serán ocho a partir de hoy ya que se incluyeron los dos años que ha estado encarcelado desde que fue arrestado por los cargos de conspiración de tráfico internacional de cocaína.
Todo eso ya se esperaba pero hoy lo más notable fue el esfuerzo tanto por el acusado como por los fiscales y el juez de asegurar que Reyes Arzate no será testigo “cooperante” en otros casos. Desde que se “entregó” voluntariamente a las autoridades en Chicago en 2017 después de que se giró una orden de arresto, como por sus decisiones de no disputar los cargos en su contra en juicios, se han generado suposiciones de que estaba buscando acuerdos con los fiscales a cambio de su cooperación.
Hoy el juez Cogan, después de consultar en privado con los fiscales, declaró que Reyes Arzate no es “cooperante” y puso bajo sello los documentos en el caso argumentando que era para no revelar estrategias empleadas en las investigaciones de este y otros casos. Esto poco después de que el acusado se quejó de que lo estaban agrediendo en la prisión por filtraciones en los medios de que era “cooperante”.
Reyes Arzate estaba cuatro días de concluir una condena en enero de 2020 por cargos girados en Illinois cuando fue arrestado de nuevo bajo los cargos federales formulados en Nueva York por los cuales fue sentenciado este miércoles.
Él se declaró culpable de los cargos de conspiración para la distribución internacional de cocaína en octubre de 2021, en los cuales se afirma que en su calidad de comandante de la Unidad de Investigaciones Sensibles se reunió con jefes del llamado cartel El Seguimiento 39 para informarles sobre una investigación conjunta con autoridades estadounidenses y aceptó un soborno de 290 mil dólares.
Reyes Arzate fue integrante de la Policía Federal desde 2003 a 2016 y en 2008 fue nombrado comandante de la Unidad de Investigaciones Sensibles. Fue cesado poco después de se reunió con los líderes de El Seguimiento 39.
La Unidad de Investigaciones Sensibles fue una entidad creada con apoyo del gobierno en Washington, en particular la DEA, y conformada de personal vetado y capacitado por oficiales estadounidenses. Por lo tanto, Reyes Arzate fue uno de los principales interlocutores en las operaciones antinarcóticos bilaterales, trabajando directamente con agentes de la DEA en México e intercambiando de inteligencia con sus contrapartes estadounidenses.
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