El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vaciló durante mucho tiempo en retirarse de la carrera presidencial, en parte porque desconfiaba de que la vicepresidenta, Kamala Harris, si se confirma como candidata presidencial del Partido Demócrata, podría competir con el exmandatario Donald Trump, informó Axios citando a tres asesores del líder estadounidense.
Las fuentes aseguran que aceptó retirarse de la elección y apoyar a Harris por presiones del partido, pero mantuvo sus preocupaciones, que reflejan la ansiedad que tiene el Partido Demócrata de Estados Unidos por nominar a la nueva candidata para la presidencia.
La publicación señala que los tres años y medio de Harris como vicepresidenta, durante los cuales cambió la mayor parte de su personal, han sido difíciles en ocasiones en parte por la elevada rotación de empleados, así como por evitar decisiones políticamente arriesgadas.
Antiguos ayudantes de la funcionaria también afirmaron que no se le da bien el trabajo en equipo y que tiende a cuestionar constantemente a su personal, lo cual afecta a sus perspectivas en la carrera presidencial.
Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que retira su candidatura de las elecciones presidenciales. Kamala Harris, que ya ha confirmado que buscará la candidatura presidencial demócrata, es una opción cada vez más popular dentro del partido para tomar la estafeta.
Sin embargo, la política también ha registrado bajos índices de aprobación a lo largo de su vicepresidencia. Según datos de FiveThirtyEight, el 50.4 % de los estadounidenses desaprueba a Harris, mientras que el 38.6 % la apoya.
Pelosi se suma a Harris
Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y una voz influyente en el Partido Demócrata, respaldó el lunes a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata para las elecciones de noviembre.
“Mi apoyo entusiasta a Kamala Harris para presidenta es oficial, personal y político”, dijo Pelosi en un comunicado.
“Kamala Harris (…) es brillantemente astuta, y tengo plena confianza en que nos llevará a la victoria en noviembre”, agregó.
Poco después que el presidente Joe Biden anunció que abandonaría su campaña de reelección, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, tenía un mensaje: no habría coronación automática para su reemplazo.
“En los próximos días, el partido emprenderá un proceso transparente y ordenado para seguir adelante”, dijo Harrison en un comunicado. “Este proceso se regirá por las normas y procedimientos establecidos por el partido. Nuestros delegados están dispuestos a tomar en serio su responsabilidad de presentar rápidamente a un candidato al pueblo estadounidense”.
El comentario reflejó la realidad de que, si bien la vicepresidenta Kamala Harris se perfila como la favorita prohibitiva para convertirse en la candidata del partido, no es tan simple. Y, por ahora, el partido no revela muchos detalles sobre lo que sucederá.
Algunos miembros del Comité Nacional Demócrata ya habían comenzado a discutir en privado planes de contingencia ante la posibilidad de que Biden dimitiera antes de su decisión de hacerlo el domingo. Una comisión que establecerá las reglas del partido para la Convención Nacional Demócrata, que comienza el 19 de agosto en Chicago, se reunirá virtualmente el miércoles para discutir los próximos pasos.
Harris tiene que asegurar formalmente la nominación de los alrededor de 4 mil 700 delegados demócratas de la convención, incluyendo los que se habían comprometido con Biden, así como de funcionarios electos, expresidentes y otros veteranos del partido conocidos como superdelegados.
Vistiendo sudadera y cenando pizza de anchoas con miembros de su personal en la residencia de la vicepresidenta el domingo, Harris pasó más de 10 horas llamando por teléfono a más de 100 líderes de partidos, miembros del Congreso, gobernadores, líderes sindicales y líderes de organizaciones en defensa de los derechos civiles. Estaba difundiendo el mensaje de que busca la nominación demócrata, indicaron sus asesores.
Biden ganó las primarias demócratas en todos los estados y Harris figuraba como su compañera de fórmula. El hecho de que la haya respaldado como su sucesora al tiempo que se retira de la contienda presidencial fortalece aún más su caso, al igual que el apoyo de las figuras al frente del partido. Otros demócratas de alto rango respaldaron abiertamente a la vicepresidenta incluso antes que Biden abandonara su candidatura a la reelección, instándolo a “pasarle la antorcha” tras su pésimo desempeño en el debate que sostuvo con el candidato republicano Donald Trump el mes pasado.
Con información de agencias RT, AP y Reuters
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