Tras 2 años de guerra genocida en Gaza, no hay salida clara
Dos años después de que el ataque de Hamás desencadenara la guerra en la Franja de Gaza, el grupo armado está debilitado, pero no derrotado, Israel ha golpeado a sus enemigos en toda la región, pero no ha logrado alcanzar sus objetivos principales, y nadie sabe cómo terminará todo.
El ataque del 7 de octubre de 2023, el más mortífero en suelo israelí, desató una de las campañas militares más devastadoras desde la Segunda Guerra Mundial, que ha matado a decenas de miles de palestinos muertos, arrasado vastas áreas del territorio sitiado y desencadenado una hambruna en algunas zonas.
Envió ondas de choque a través de la región, que llevaron a Israel a combatir con Hezbollah en Líbano, grupos armados en Irak, Siria y Yemen, y su patrocinador, Irán, que sufrió grandes pérdidas en una guerra de 12 días lanzada por Israel a principios de este año.
Durante todo ese tiempo, Hamás ha mantenido rehenes —todavía tiene 48, de los cuales Israel cree que alrededor de 20 están vivos— y ha mantenido influencia en las áreas menguantes de Gaza que no han sido destruidas y están en gran parte despobladas.
Una nueva ronda de conversaciones de alto el fuego comenzó esta semana sobre un plan de paz avanzado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Pero hasta ahora, dos gobiernos estadounidenses han fracasado en poner fin a los combates mientras brindan apoyo crucial a un Israel cada vez más aislado y fracturado.
Gente asiste a un acto de recuerdo en el segundo aniversario del letal ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra Israel, en el recinto donde se celebró el festival de música Nova donde cientos de asistentes fueron asesinados o secuestrados, cerca del kibutz Reim, en el sur de Israel, el martes de octubre de 2025. (AP Foto/Ariel Schalit)
Israel ha infligido un daño importante a Irán y sus aliados, emergiendo como la potencia militar indiscutiblemente dominante en Oriente Medio, con control total sobre la mayor parte de Gaza y partes de Líbano y Siria.
Mostró poderosas capacidades militares y de inteligencia con un ataque a Hezbollah utilizando buscapersonas explosivos y ataques de largo alcance que eliminaron a milicianos de alto rango, generales iraníes y científicos nucleares.
Pero sus victorias tácticas han tenido un costo enorme.
Israel está más aislado internacionalmente de lo que ha estado en décadas. Expertos, académicos y grandes grupos de derechos le acusan de genocidio, cargos que niega con rotundidad. La Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto para el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y su exministro de defensa, acusándolos de usar el hambre como método de guerra, acusaciones que niegan. La normalización de relaciones con Arabia Saudí y otros países árabes parece cada vez más remota.
El fracaso en devolver a los rehenes, además de las viejas acusaciones de corrupción contra Netanyahu y sus esfuerzos por reformar el sistema judicial de Israel, han dejado al país furiosamente dividido, con protestas masivas semanales y descontento creciente mientras Israel lleva a cabo otra gran ofensiva en Gaza.
Hamás ha dicho que el ataque del 7 de octubre, en el que los milicianos mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a 251, tenía como objetivo en parte devolver la causa palestina a la agenda mundial. Logró hacerlo.
A medida que la guerra subsiguiente se ha prolongado, los principales países occidentales se han unido a la mayoría de los miembros de la ONU en reconocer un estado palestino. La Corte Internacional de Justicia ha dicho que el control de Israel sobre Jerusalén Oriental, Cisjordania y Gaza, territorios que tomó en la guerra de Oriente Medio de 1967, es una ocupación ilegal que debe terminar.
Pero sobre el terreno, Israel ha consolidado aún más su dominio sobre todas las tierras entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, disipando aún más las esperanzas de independencia palestina.
La ofensiva en Gaza ha matado a decenas de miles de palestinos, según las autoridades sanitarias locales, y ha desplazado al 90% de la población de unos dos millones de personas, a menudo varias veces. Israel controla alrededor del 75% del territorio, y ciudades y pueblos enteros están en ruinas. La mayoría de los palestinos han visto sus hogares destruidos, los niños han perdido dos años de escuela y partes de Gaza han caído en la hambruna. Una vez termine la guerra, tomará años, si no generaciones, para que Gaza se recupere.
En la ocupada Cisjordania, Israel ha emprendido importantes operaciones militares que dice pretenden erradicar a los milicianos, y han desplazado a decenas de miles de personas. Y está expandiendo rápidamente los asentamientos judíos, incluido un proyecto importante que dividiría el territorio por la mitad y va destinado a hacer casi imposible crear un Estado palestino viable.
Palestinos asisten al funeral de dos personas fallecidas en un ataque del ejército israelí, en el exterior del hospital Mártires de Al-Aqsa, en Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, el 4 de octubre de 2025. (AP Foto/Abdel Kareem Hana)
Muchos palestinos están furiosos con Hamás por desencadenar la muerte y la destrucción. Muchos israelíes están enojados con Netanyahu por no llegar a un acuerdo para traer a los rehenes a casa después de presidir el mayor fracaso de seguridad de Israel.
Pero es demasiado pronto para descartarlos a cualquiera de ellos.
Además de los rehenes, Hamás tiene una fuerza guerrillera muy disminuida pero aún potente capaz de ataques esporádicos, y de reconstruirse, si se le da la oportunidad. Todavía podría reclamar una victoria increíblemente costosa si intercambia a los rehenes por una retirada total de Israel y la liberación de cientos de prisioneros palestinos. Su mera supervivencia podría ser suficiente para su liderazgo restante.
Netanyahu, el primer ministro con más años de servicio en Israel, ha mantenido el poder cumpliendo con las demandas de sus aliados de coalición de extrema derecha para continuar la guerra.
Enfrentará elecciones el próximo año y podría perder, especialmente si los rehenes no han sido devueltos y Hamás sobrevive. Pero tiene un poderoso aliado en Trump, quien aún podría tener éxito en poner fin a la guerra y traer a los cautivos a casa. Sin un líder claro entre la oposición dividida de Israel, eso podría ser suficiente para permitir que Netanyahu logre otra victoria ajustada.
Palestinos desplazados huyen del norte de la Franja de Gaza con sus pertenencias a cuestas por una carretera de la costa, cerca de Wadi Gaza, el 2 de octubre de 2025. (AP Foto/Abdel Kareem Hana)
En enero de este año, había cierta esperanza de que la guerra pudiera terminar.
El equipo entrante de Trump había impulsado un acuerdo de alto el fuego hasta la línea de meta después de meses de negociaciones mediadas por el gobierno del entonces presidente Joe Biden, Egipto y Qatar. El plan por fases estaba diseñado para reducir la guerra y devolver a los rehenes restantes.
En marzo, Israel impuso un bloqueo total a Gaza que duraría dos meses y medio y terminó la tregua con un bombardeo sorpresa. No enfrentó ninguna oposición pública de Trump, quien un mes antes había planteado la idea de despoblar Gaza y convertirla en un destino turístico.
Bajo Biden y Trump, Estados Unidos ha proporcionado miles de millones de dólares en ayuda militar mientras protege a Israel de los llamados internacionales para un alto el fuego y lo defiende contra las acusaciones de atrocidades.
El apoyo inquebrantable de Estados Unidos ha permitido a Netanyahu perseguir la “victoria total” sobre Hamás a pesar de la catástrofe humanitaria. Las propuestas de Estados Unidos para poner fin a los combates han favorecido fuertemente a Israel, y Hamás se ha negado a ceder a pesar de sus demoledoras pérdidas.
El último plan de paz de la Casa Blanca pide a Hamás que libere de inmediato a todos los rehenes restantes, renuncie al poder y se desarme. A cambio, Israel liberaría a cientos de prisioneros palestinos y se retiraría de gran parte de Gaza. Estados Unidos garantizaría un flujo de ayuda humanitaria y una eventual reconstrucción, y los planes para reubicar a gran parte de la población de Gaza en otros países serían archivados.
Gaza quedaría bajo gobernanza internacional sin un camino claro hacia la reunificación con Cisjordania en un futuro Estado palestino.
Hamás ha dicho que está dispuesto a liberar a los rehenes y entregar el poder a otros palestinos, pero que otros aspectos del plan requieren más negociación. Trump y Netanyahu quieren un acuerdo rápido, e Israel podría una vez más escalar la guerra si las conversaciones se prolongan.
Incluso si se puede poner fin a los combates, no está claro cuándo, o incluso si, Gaza podrá ser reconstruida, y el conflicto más amplio entre Israel y Palestina, que precede a la guerra por décadas, seguiría siendo tan volátil como siempre.
Niños palestinos desplazados en el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de la franja de Gaza. Foto Afp
Las conversaciones de paz entre Israel y Hamás se reanudaban el martes en una ciudad turística egipcia, en el segundo aniversario del ataque sorpresa del grupo armado a Israel que desencadenó un sangriento conflicto que ha dejado decenas de miles de palestinos muertos en Gaza.
El segundo día de negociaciones indirectas en el complejo turístico del mar Rojo de Sharm el Sheij se centra en un plan propuesto la semana pasada por el presidente estadounidense Donald Trump que busca poner fin a la guerra en Gaza.
Después de varias horas de conversaciones el lunes, un funcionario egipcio con conocimiento de las discusiones dijo que las partes acordaron la mayoría de los términos de la primera fase, que incluyen la liberación de rehenes y el establecimiento de un alto el fuego. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir las reuniones privadas, dijo que las conversaciones se reanudaron el martes por la tarde.
El plan ha recibido un amplio respaldo internacional y Trump declaró a periodistas el lunes que pensaba que había una “muy buena oportunidad” de un “acuerdo duradero”.
“Esto va más allá de Gaza”, afirmó. “Gaza es un gran asunto, pero esto es realmente la paz en el Oriente Medio”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto Badr Abdelatty indicó a los periodistas que una delegación estadounidense se unirá a las conversaciones el miércoles.
Sin embargo, quedan muchas cuestiones pendientes, como la demanda de que Hamás se desarme y el futuro gobierno de Gaza.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha dicho durante mucho tiempo que Hamás debe rendirse y desarmarse, pero Hamás aún no ha comentado.
El plan prevé que Israel retire sus tropas de Gaza después de que Hamás se desarme, y se establezca una fuerza de seguridad internacional. El territorio quedaría entonces bajo gobernanza internacional, supervisado por Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair.
La guerra comenzó el 7 de octubre de 2023 cuando milicianos liderados por Hamás irrumpieron en el sur de Israel y mataron a alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251.
La devastadora guerra que ha seguido ha trastocado la política global, provocado la muerte de 67.160 palestinos y casi 170.000 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, y ha dejado la Franja de Gaza en ruinas.
El ministerio no diferencia entre civiles y combatientes, pero dice que más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. El ministerio es parte del gobierno dirigido por Hamás, y sus cifras encuentran escepticismo entre Israel y sus partidarios, pero las Naciones Unidas y muchos expertos independientes consideran sus cifras como la estimación más confiable de las bajas en tiempos de guerra.
Un número creciente de expertos, incluidos los designados por un organismo de la ONU, han dicho que la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza equivale a genocidio, una acusación que Israel niega con rotundidad.
En el área atacada por Hamás hace dos años, miles de israelíes se reunieron el martes para rendir homenaje a sus seres queridos asesinados y secuestrados. Una explosión desde Gaza resonó a través de los campos mientras guardaban silencio, tras el lanzamiento de un cohete en el norte de Gaza. No se reportaron daños ni heridos.
Mientras tanto, en la Ciudad de Gaza, residentes relataron que los ataques israelíes continuaron hasta las primeras horas de la mañana del martes, aunque no hubo reportes inmediatos de bajas.
“Rezamos a Dios para que esta guerra termine lo antes posible, hoy en lugar de mañana”, declaró Sanaa Adwan, una mujer desplazada, el lunes en Jan Yunis.
Con información de agencia AP
Esta entrada fue modificada por última vez en martes, 7 de octubre, 2025
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