De manera sorpresiva, la defensa informó que los fiscales notificaron la ampliación de su lista de posibles testigos hasta unos 70, contra 24 anotados antes. En el caso de Joaquín El Chapo Guzmán Loera se presentaron 53 testigos.
De la lista, no todos serán necesariamente convocados a declarar.
A la vez, aún se desconoce a cuántos testigos podría invitar la defensa para contrarrestar a los que vayan por la parte acusadora. Tampoco se sabe qué tan extensa será la exposición de argumentos y evidencias de los abogados de García Luna para confrontar el caso presentado por los fiscales.
Una vez más, como en el primer día, los interrogatorios a los candidatos potenciales ofrecieron una muestra diversa de los ciudadanos de este distrito en Nueva York, que fueron convocados al azar para cumplir con el deber cívico de prestar su servicio en un jurado.
Aunque uno de los principios que operan en el sistema de justicia estadounidense es que todo acusado de delitos tiene el derecho a ser enjuiciado por un jurado “de sus pares”, en este caso es difícil buscar “pares” de alguien como García Luna.
De todo, entre candidatos
Ayer desfilaron ante el acusado y la corte desde familiares de policías hasta quienes se autodefinieron como “izquierdistas”, derechistas sospechosos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y gente a favor y en contra de la guerra contra las drogas. No faltó un antimexicano.
“Cuando escuchas la palabra cártel, uno dice ‘guau’”, comentó una mujer, que expresó que estaba muy nerviosa al enterarse de que se trataba de este caso. Otro par de mujeres señalaron que padecían de “ansiedad” extrema y que el tema de este juicio podría detonarles ese mal. Sin embargo, una de ellas admitió que entre sus series favoritas estaban The Wire –sobre el mundo criminal y drogas en Baltimore– y Narcos: México.
Un candidato dijo que dudaba que pudiera ser imparcial como miembro del jurado y, volteando a ver a García Luna, sentado en la mesa de la defensa, con su traje azul marino, le preguntó a los presentes: “¿Ustedes creen que es inocente?”
Un joven dijo que no podría juzgar al acusado porque “soy budista… he estado en un camino espiritual durante 15 años” y que por ello no creía que alguien podía juzgar a otro ser humano.
Un hombre opinó que “los mexicanos dan una mala reputación a los latinoamericanos” por lo que ocurre con el narco y la corrupción, pero lo sorprendente era que él era inmigrante de Ecuador, naturalizado.
Varios comentaron que sabían algo de este caso por las noticias sobre El Chapo. Algunos dijeron que habían viajado a México y que disfrutaron de buenas experiencias. Otros, que se alarmaron por las medidas de seguridad que vieron, incluyendo guardias armados en las calles y temores de secuestros de empresarios, entre otras cosas.
Imparciales y sin prejuicios
Al ser informados de que se buscaba a participantes imparciales y sin prejuicios en el jurado, muchos de ellos fueron eliminados de la lista de candidatos. A otros los invitaron a regresar este jueves para ser parte del grupo final de unos 40, de los cuales se seleccionará a los 18 integrantes del jurado.
Al concluir el proceso de selección, el juicio de García Luna continuará con las instrucciones del juez Brian Cogan al jurado sobre lo que establece la ley en este caso y cómo evaluar las declaraciones de testigos y presentación de pruebas de la fiscalía.
El ex secretario de Seguridad Pública y antes director de la Agencia Federal de Investigaciones enfrenta cinco cargos criminales federales, cuatro por participar en una conspiración para traficar cocaína y una por hacer declaraciones falsas ante autoridades estadounidenses.
Este juicio puede ser interrumpido en cualquier momento si el acusado, por alguna razón, por ejemplo, como resultado de una negociación con los fiscales, decide declararse culpable. Como es de esperarse, y ha reiterado el abogado De Castro, la defensa no busca ni ha buscado una negociación con el gobierno.
El acusado, bajo el sistema de justicia en casos criminales, es presunto inocente hasta que los fiscales logren comprobar y convencer a un jurado de que es culpable de los delitos que se le imputan, “mas allá de la duda razonable”.
Grupo de encarcelados lo acusa de abuso de poder
Asimismo, un grupo de encarcelados durante la gestión de Genaro García Luna como titular de Seguridad Pública solicitaron a la juez Margo K. Brodie del Distrito de Nueva York mediante una carta el testificar en contra del ex funcionario público, acusando a este de abuso de poder.
El documento está firmado por Marco Antonio Quintero González, Alberto de los Santos González, Juan Edgar Armando Quintero González, Luis Alberto Gardullo Pineda, Óscar Rigoberto Flores Padilla, Edgar Ariel Huerta Morales y Herminio Cid Heredia y fue enviada a la juez el 18 de enero. Dentro del documento declaran que llevan 16 años sin sentencia, luchando por su libertad y que como ellos, varias personas fueron encarceladas injustamente en el sexenio del expresidente Felipe Calderón.
Además de acusar la privación de libertad injustificada los signatarios mencionaron que conocen el modo de operar de García Luna para proteger al crimen organizado y el lugar donde fueron abandonados varios cuerpos, se autocalifican como víctimas de abuso de poder.
El delito por el que se le juzga a García Luna es el presuntamente haber aceptado millones de dólares como soborno a cambio de permitir y ayudar al cártel de Sinaloa a mover droga por México y Estados Unidos.
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