El filósofo y lingüista Noam Chomsky aseguró que Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, provocó la muerte de miles de ciudadanos al utilizar el brote de la Covid-19 para impulsarse en la carrera electoral donde busca la reelección, así como para enriquecer a las grandes empresas.
“Donald Trump es culpable de la muerte de miles de estadounidenses al usar la pandemia de coronavirus para impulsar sus perspectivas electorales y llenar los bolsillos de las grandes empresas”, dijo en entrevista con The Guardian.
El activista estadounidense acusó que Trump se ha dedicado a reducir los fondos federales para la atención sanitaria y la investigación de enfermedades infecciosas en beneficio de corporaciones privadas, acción que, estimó, seguirá haciendo.
Cuando se le cuestionó cómo veía la estrategia del mandatario de Estados Unidos para controlar la pandemia, consideró que dejar las decisiones en manos de cada uno de los estados del país apuesta a que sean los mismos gobernadores quienes asuman esas responsabilidades.
“Trump es culpable de las muertes de estadounidenses pero va más allá, también a nivel internacional”, afirmó Chomsky. Cabe señalar que el Gobierno estadounidense anunció el pasado 14 de abril que suspendería la entrega de fondos para la Organización Mundial de la Salud (OMS) a medida que evalúa el “papel de la agencia en el mal manejo severo” de la pandemia de coronavirus.
“Hoy estoy instruyendo a mi administración para que detenga la financiación de la Organización Mundial de la Salud, mientras se realiza una revisión para evaluar el papel de la Organización Mundial de la Salud en el mal manejo severo y encubrir la propagación del coronavirus”, reveló Trump ese día en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca.
“Está tratando de encontrar chivos expiatorios para intentar encubrir sus ataques criminales contra el pueblo estadounidense, que han estado sucediendo todo este tiempo”, agregó el también politólogo.
La crisis del coronavirus está transformando radicalmente el panorama político estadounidense justo en momentos en que arrecia la campaña electoral hacia los comicios de noviembre, ofreciendo oportunidades y desafíos tanto para el Presidente Donald Trump como para el candidato demócrata Joe Biden.
El coronavirus ya llegó a la Casa Blanca. El desempleo está a niveles que no se habían visto desde la Gran Depresión de los años de 1930 y el saldo de muertes por la enfermedad asciende a 80 mil, mucho más de lo que estimó Trump.
Al mismo tiempo, los expertos advierten que es inminente una segunda ola de contagios debido a que varios estados, animados por Trump, han estado reabriendo sus economías pese a las objeciones de los médicos.
Biden tiene sus propios desafíos, pero lo cierto es que ningún Presidente estadounidense ha estado ante semejante disyuntiva en plena campaña para su reelección.
Hace apenas pocos meses, Trump parecía seguro en su campaña con el mensaje de la recuperación económica. Eso ahora parece un recuerdo distante luego que en abril la economía perdió más de 20 millones puestos de empleo, dirigiéndose a una tasa de desempleo de 14.7 por ciento.
Hay economistas que estiman que la verdadera tasa de desempleo es mucho mayor. Trump está tratando de animar a los gobernadores a que reabran las economías de sus estados rápidamente para reducir esos números, pese a las advertencias de los expertos que un regreso al trabajo prematuro podría generar una segunda ola de contagios y por ende una devastación económica incluso mayor.
Al mismo tiempo, asesores de Biden han empezado a expresar dudas en público sobre la dirección de su campaña. Trump tiene más dinero, una operación digital sofisticada y mucho más personal. La campaña de Trump incluso lanzó una serie de mensajes contra Biden la semana pasada con un valor de 10 millones de dólares. El equipo del exvicepresidente confía en que su candidato puede ganar, pero no cabe duda de que los demócratas en estos momentos están rezagados.
Otro aspecto será si los votantes culparán a Trump por la pandemia.
El 20 de abril Trump pronosticó en una de sus sesiones informativas diarias que morirían entre 50 mil y 60 mil estadounidenses a causa del virus; la cifra ya ha rebasado los 80 mil. Trump se ha visto obligado a improvisar nuevos cálculos con cada entrevista.
En una aparición con Fox News este fin de semana, mencionó la posibilidad de 100 mil muertes. Si bien resulta incómodo usar las cifras de mortalidad como indicador político, lo cierto es que es uno de los pocos indicadores numéricos del desempeño de Trump.
Por otra parte, queda por ver si las convenciones políticas llegarán a realizarse, ya que las medidas contra el contagio podrían obligar a cancelar eventos donde miles de personas comparten un local encerrado.
La convención demócrata está pautada para ser en Milwaukee, en el estado de Wisconsin, pero el Gobernador Tony Evers no ha decidido todavía si eso se dará.
“En estos momentos, es la enfermedad es la que decide la situación”, expresó la vocera del Gobernador, Melissa Baldauff.
“A todos nos encantaría tener la convención aquí en Milwaukee, aunque sea una convención limitada. Pero desde nuestro punto de vista, es muy pronto para decidir”, añadió.
Con información de agencia AP
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