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Ciudad de México.– El Presidente de Estados Unidos declara la guerra al mundo. Hoy llamó “delincuentes” a sus aliados en la OTAN por no pagar cuotas, ayer lanzó una ofensiva comercial todavía mayor contra China. “Es un punto de no retorno”, dijo Bloomberg hoy.
Ayer, Trump ordenó, a niveles alarmantes, un nuevo paquete de aranceles contra China poco antes de viajar a Europa para encontrarse con la OTAN. Y luego, ya allá, no sólo atacó a los países miembros de ese frente multinacional sino que se lanzó contra Alemania, país antes aliado, del que dijo que estaba subordinado a Rusia.
La posición radical de Trump tiene una gran relevancia en México, país que acaba de decidir el cambio de rumbo con un Presidente de izquierda. El viernes, una comisión de alto nivel se reunirá con Andrés Manuel López Obrador y todavía es un misterio cuál será la relación entre ambos gobiernos, tensa con el Presidente Enrique Nieto durante distintos episodios.
Ofende a su aliados
Este miércoles, los jefes de Estado y de Gobierno de los 29 países de la OTAN comenzaron una cumbre de dos días en Bruselas en la que esperan aprobar medidas clave para la seguridad en Europa y frente a las amenazas terroristas y superar las diferencias con el Presidente de EU, Donald Trump.
Sin embargo, durante un desayuno con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, en Bruselas, Trump se refirió a los países de la OTAN como “delincuentes” por no gastar lo suficiente en su propia defensa .
“Muchos países no están pagando lo que deberían, y, francamente, muchos países nos deben una enorme cantidad de dinero desde hace muchos años. Son delincuentes, en lo que a mí respecta, porque Estados Unidos ha tenido que pagar por ellos”, dijo.
Críticas a Alemania
En un combativo inicio de su visita a la OTAN, Donald Trump también afirmó que un proyecto de oleoducto hace que Alemania esté “totalmente controlada” y sea “prisionera de Rusia”. Criticó además el gasto en defensa de los miembros de la Alianza en el arranque de la que se espera sea una cumbre que incluirá una lista de reclamos hacia los aliados estadounidenses.
En un tenso intercambio de declaraciones con Jens Stoltenberg, Trump se opuso a que su país tenga que proteger a Alemania cuando la nación europea está haciendo tratos con Rusia.
“Tengo que decir que creo que es muy triste que Alemania haga un masivo acuerdo de petróleo y gas con Rusia donde se supone que debemos ser la protección contra Rusia”, dijo el mandatario estadounidense durante su desayuno con Stoltenberg. “Se supone que nosotros tenemos que protegerlos contra Rusia, pero ellos están pagando miles de millones de dólares a Rusia y creo que eso es muy inapropiado”.
El dirigente pareció referirse al oleoducto Nord Stream 2, que llevará gas desde suelo ruso a la costa nororiental alemana, en el Mar Báltico, pasando por naciones de Europa del Este como Polonia y Ucrania y doblando la cantidad de gas que Rusia puede enviar directamente a Alemania. Estados Unidos y algunos miembros de la Unión Europea se oponen a la vasta tubería submarina alegando que podría dar a Moscú una mayor influencia sobre Europa occidental.
“Alemania, en lo que a mí respecta, es prisionera de Rusia”, dijo Trump, que instó a la OTAN a revisar el asunto.
Stoltenberg respondió diciendo que los miembros de la OTAN siempre han podido trabajar juntos pese a sus diferencias. “Creo que las dos guerras mundiales y la Guerra Fría nos han enseñado que somos más fuertes juntos que separados”, dijo a Trump intentando aliviar la tensión.
A su llegada a la cumbre de la OTAN en Bruselas, Merkel defendió la independencia de su país y recordó que ella se crió en la Alemania comunista.
Sin mencionar directamente al mandatario estadounidense, dijo a reporteros: “Yo misma he vivido una parte de Alemania controlada por la Unión Soviética y estoy muy feliz de que hoy todos estemos unidos en libertad como la República Federal de Alemania y que podamos decir que podemos determinar nuestras propias políticas y tomar nuestras propias decisiones, esto es muy bueno”.
Más tarde, Donald Trump y Angela Merkel sostuvieron una reunión bilateral y aseguraron que mantienen una “buena relación” y son “buenos socios”.
“Tenemos una muy, muy buena relación con la canciller”, dijo Trump tras el encuentro, mientras que Merkel apuntó que Alemania y Estados Unidos son “buenos socios”.
Embestida a China
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) anunció ayer una posible segunda ronda de gravámenes sobre una lista de 200 mil millones de productos chinos que van desde alarmas antirrobo hasta caballa. El pasado viernes, Washington impuso aranceles del 25 por ciento a 34 mil millones de dólares en productos chinos y Beijing respondió gravando una cantidad equivalente de productos estadounidenses.
China calificó este miércoles la amenaza de Estados Unidos de subir los aranceles a una nueva tanda de importaciones, incluyendo manzanas, barritas de pescado y puertas francesas, de una escalada “totalmente inaceptable” en su batalla comercial, y prometió proteger sus “intereses fundamentales”.
El gobierno chino no ofreció más detalles, pero el Ministerio de Comercio había amenazado antes con adoptar “amplias medidas”. Esto avivó el temor a que Beijing pueda ir más allá de equiparar el aumento de los aranceles a las importaciones decretado por Washington, hostigando a las empresas estadounidenses en el país.
El creciente conflicto derivado de la política tecnológica de China amenaza con paralizar el crecimiento de la economía global. La disputa parte de la creencia de Washington de que Beijing roba o presiona a las empresas para que entreguen su tecnología, y de la preocupación porque los planes estatales de desarrollo centrados en robótica y otros campos puedan erosionar el liderazgo industrial estadounidense.
“Es totalmente inaceptable que los estadounidenses publiquen una lista de aranceles de una forma que acelere y escale” el conflicto, dijo el Ministerio de Comercio de China en un comunicado. “Para proteger los intereses fundamentales de la nación y su pueblo, el gobierno chino se verá obligado a imponer las contramedidas necesarias”.
En un artículo publicado hoy por Bloomberg, detalla que si China quiere igualar el último golpe de Estados Unidos tendría que imponer tarifas muchos más altas o tomar medidas disruptivas, como cancelar pedidos de compra, alentar boicots del consumidor y poner obstáculos regulatorios.
Con estas acciones, detalla el texto, no sólo se corre el riesgo de que Trump cumpla con su amenaza de gravar virtualmente todos los productos chinos, y también de desatar un sentimiento nacionalista en ambos países que alimente una lucha más profunda por el dominio geopolítico.
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