Ucrania acusó a Rusia por el uso de municiones de racimo, armas prohibidas por casi todos los países por la cantidad de bajas civiles que provocan. Pues bien, The New York Times documentó que el ejército ucraniano las usó en su propio pueblo.
“Fue a principios de marzo cuando la ojiva gastada de un cohete de municiones en racimo aterrizó junto a la casa de Yurii Doroshenko en el este de Ucrania, después de haber disparado sus bombas letales sobre su aldea”, narra el Times.
“Estaban bombardeando y golpeó la calle”, dijo al diario.
El ejército ruso “ha utilizado repetidamente este tipo de armas prohibidas internacionalmente desde que invadió Ucrania en febrero. Los grupos de derechos humanos han denunciado su uso. Los líderes occidentales han vinculado su presencia a una serie de acusaciones de crímenes de guerra dirigidas a Moscú”, agrega.
“Pero la munición en racimo que cayó al lado de la casa de Doroshenko no fue disparada por las fuerzas rusas. Según la evidencia revisada por The New York Times durante una visita al área, es muy probable que haya sido lanzado por las tropas ucranianas que intentaban recuperar el área. Nadie murió en ese ataque en Husarivka, una aldea agrícola rodeada de campos de trigo y líneas de gas natural, aunque al menos dos personas murieron cuando las fuerzas ucranianas la bombardearon durante la mayor parte del mes, apuntando a las fuerzas rusas’.
A medida que la guerra se acerca a su octava semana, dice el diario, ambos bandos han dependido en gran medida de la artillería y los cohetes para desalojarse mutuamente. “Pero la decisión de los ucranianos de atacar su propia aldea con una munición en racimo que tiene la capacidad de matar al azar a personas inocentes subraya su cálculo estratégico: esto es lo que tenían que hacer para recuperar su país, sin importar el costo”.
Las municiones en racimo, una clase de arma que comprende cohetes, bombas, misiles, morteros y proyectiles de artillería, se abren en el aire y lanzan bombetas más pequeñas en un área amplia. El peligro para los civiles sigue siendo importante hasta que los expertos localicen y eliminen debidamente las municiones sin estallar. La Convención sobre Municiones en Racimo, que entró en vigor en 2010, prohíbe su uso debido al daño indiscriminado que pueden causar a los civiles. Los grupos humanitarios han señalado que el 20 por ciento o más de las submuniciones antipersonal no detonan al impactar, pero pueden explotar más tarde si son recogidos o manipulados.
Los bomberos apagan un incendio después de un ataque aéreo en una tienda de neumáticos en Leópolis, Ucrania, el lunes 18 de abril de 2022.
“La guerra mata seres humanos, destruye naciones, extermina pueblos y ciudades enteras; en su vesania desata furias intensas capaces de trastornar el juicio y la razón más razonante y razonadora”. Foto: Mykola Tys, AP
Más de 100 naciones han firmado el pacto, aunque Estados Unidos, Ucrania y Rusia no lo han hecho.
¿Sitios en Ucrania?
Funcionarios del Kremlin alardearon al inicio de su guerra contra Ucrania que miles de combatientes experimentados de Medio Oriente se unirían a las fuerzas rusas. Analistas militares señalan que solo un pequeño número parece haber llegado a Rusia para recibir entrenamiento antes de ser enviado al frente, pero advierten que eso podría cambiar a medida que Rusia prepara una ofensiva a gran escala.
Funcionarios y activistas estadounidenses que monitorean Siria afirman que los rusos han estado reclutando activamente. Rami Abdurrahman, que dirige el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña, informó que unas 40 mil personas se han registrado hasta ahora con el ejército ruso y con Wagner Group, un contratista privado ruso.
Rayan Maarouf de Suwayda24, un colectivo activista que cubre las actividades del grupo Estado Islámico en el desierto sirio, dijo que a los combatientes se les prometió no menos de 600 dólares mensuales. Esa es una gran suma de dinero en medio del desempleo generalizado en Siria.
Los analistas creen que es más probable que combatientes de Siria sean desplegados en las próximas semanas, especialmente después que el general Alexander Dvornikov fuera nombrado comandante de guerra. Dvornikov conoce bien a las fuerzas paramilitares que Rusia entrenó en Siria. Si bien algunos cuestionan cuán efectivos serían los combatientes sirios en Ucrania, ellos podrían incorporarse si se requieren más fuerzas para asediar ciudades o compensar el aumento de bajas.
Paran evacuación
El Gobierno ucraniano ha detenido las evacuaciones humanitarias por segundo día consecutivo, y acusa a las fuerzas rusas de atacar los corredores civiles de evacuación.
La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, dijo el lunes que Rusia atacaba y bloqueaba las rutas de evacuación humanitaria. Las evacuaciones humanitarias han sufrido interrupciones reiteradas desde el inicio de la guerra debido a los ataques de artillería sobre las caravanas civiles.
El Gobierno ha negociado el paso para los civiles desde ciudades como Mariúpul y Berdyansk, así como la región de Luhansk, según Vereshchuk. El gobierno de Luhansk dijo que cuatro civiles que intentaban huir de la región habían muerto baleados por fuerzas rusas.
Por otro lado, los ataques sobre una zona residencial en la ciudad oriental de Járkiv, mataron el lunes al menos a tres personas e hirieron a otras tres, según periodistas de AP en el lugar.
Uno de los muertos era una mujer que parecía haber salido a recoger agua de lluvia. Fue encontrada ensangrentada en el suelo, con un recipiente de agua y un paraguas cerca de su cuerpo.
Con información de agencia AP
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