Una joven de 20 años de edad se quedó parapléjica por una infección que sufrió por un piercing en la nariz.
Layane Dias festejaba haber conseguido una pasantía, sin embargo, a días de comenzar sus prácticas empezó la peor etapa de su vida. La joven tenía dolores muy fuertes en la espalda aunque se automedicaba su situación no mejoraba.
«No le di importancia, creí que era algo muscular. Tomé un remedio, pero el dolor seguía ahí, intenso. Los dolores continuaron al día siguiente, todavía más fuertes. Mi madre me llevó a la farmacia, me inyectaron algo y el dolor desapareció. Fue un alivio», relató a la BBC Brasil.
Su situación le impedía ir a trabajar, sus dolores fueron empeorando por lo que acabó dejando la pasantía que tanto anhelaba.
Layane intentaba mover las piernas pero era incapaz de hacerlo, su situación médica fue peor con el tiempo la joven ya no sentía su cuerpo.
La joven “No conseguía sentir nada de los senos para abajo”
Según la BBC Brasil Layane ya “No conseguía sentir nada de los senos para abajo”, la joven había quedado parapléjica.
Layane relató a la BBC Brasil que el neurocirujano que la atendió le indicó que una bacteria llamada Staphylococcus aureus había entrado en su organismo a través de una infección.
«El médico me preguntó si había tenido alguna herida en la nariz o algo similar porque, tal como me explicó, esa bacteria suele generarse en las fosas nasales. Fue entonces cuando le conté que me había hecho un piercing en la nariz el mes anterior», afirmó Layane.
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El piercing le ocasionó una infección
Tenía 500 mililitros de pus entre tres vértebras que presionaban su médula espinal
«‘El piercing fue la puerta de entrada de la bacteria a tu cuerpo’, me dijo. Escuchar eso me dejó perpleja».
La joven tenía 500 mililitros de pus entre tres vértebras que presionaban su médula espinal por lo que los médicos indicaron que su situación era grave e inmediatamente la operaron.
Layane ahora está en tratamiento, su vida cambió drásticamente paso de anhelar una pasantía a tener como único objetivo volver a caminar.
«Lo que quiero es que tengan más cuidado. Que escojan bien el sitio en el que se lo van a hacer. Y que quienes hacen las perforaciones sean extremadamente cuidadosos con las medidas de higiene», recomendó en una silla de ruedas.
