JMM.- El Ayuntamiento de José María Morelos ha encendido sus focos de alerta ante la amenaza que representa el nivel del cruce de agua en una población indígena que prácticamente quedó incomunicada, además de otras dos cuyas familias, viven con el Jesús en la boca de continuar el aumento en el nivel de cuerpos lagunares, por lo tanto, se han dado a la tarea de identificar refugios anticiclónicos que podrían ser activados a la brevedad posible en caso de necesidad.
En entrevista vía telefónica, el oficial mayor de la comuna, Carlos Solis Martín, indicó que en base al resultado obtenido de un amplio recorrido en toda la geografía municipal, se ha puesto especial atención al poblado de Rancho Viejo, donde se identifica un cruce de agua de hasta un metro de altura en su principal acceso, además de Venustiano Carranza, sobre la ruta de los Planes, donde un cuerpo lagunar, por escurrimientos y lluvias aumentó su nivel, lo cual, eleva el peligro para quienes habitan sobre las partes bajas.
También reconoció que las poblaciones contiguas que parten desde Reforma hasta Puerto Arturo, si sufrieron daños por el nivel de agua que ingresó a los hogares, las personas más afectadas pasaron han pernoctado un par de días en viviendas más seguras de sus mismos familiares o conocidos, pues pese a la invitación para ser trasladados a refugios anticiclónicos, dijeron sentirse más confortables en estos inmuebles.
Lo mismo con poblaciones como Sacalaca, San Antonio Tuk, Sabán, donde si fueron algunas viviendas –no todas- las que sufrieron daños, por lo tanto, se han enviado brigadas para dotarles de ayuda, pues afortunadamente no hay registro de personas lesionadas.
Si hizo hincapié en la preocupación y alerta que han activado, pues recordó que derivado de los escurrimientos en el 2002, José María Morelos tuvo una experiencia única con la inundación del antiguo San Marcos, además de hatos ganaderos que se dañaron por completo.