La Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán investiga por qué el joven Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años, señalado de ser el asesino del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, fue abatido cuando ya había sido detenido, el pasado 1 de noviembre, informó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
En conferencia de prensa ayer en Casa Michoacán, el mandatario morenista puntualizó que las líneas de investigación “están abiertas en todos los sentidos, y se indaga por qué abatieron en el lugar al homicida, porque según la secuencia de hechos, lo detienen, hay un forcejeo y momentos después un solo disparo que es el que lo mata”.
Subrayó que la investigación que sigue la FGE se centra en la vulneración del círculo personal de seguridad del alcalde independiente, su homicidio en la plaza principal de Uruapan y la muerte del menor, en lo que aparenta ser una ejecución, puesto que ya estaba detenido.
“Si bien es cierto que el homicida fue abatido en el lugar, también hay que investigar que en ese momento el alcalde tenía ocho escoltas personales y 14 de la Guardia Nacional (GN)”, expuso Ramírez Bedolla.
Agregó que el equipo de seguridad, más personal de Carlos Manzo, fue seleccionado directamente por el alcalde, “y digamos que el segundo círculo inmediato de seguridad lo brindaba la GN, entonces también se está revisando pericialmente qué fue lo que ocurrió para que se distrajera o flexibilizara su círculo de seguridad”.
Mencionó que otra línea de investigación que analiza la FGE es la de conocer qué célula del crimen organizado planeó el atentado y los motivos para cometerlo ante una multitud, en plenos festejos por el Día de Muertos, minutos después de que dio un mensaje junto con su esposa, Grecia Quiroz –actual presidenta municipal–, y uno de sus hijos.
“La motivación del asesinato es muy importante, así como haber identificado al homicida que es menor de edad –algo que desde el primer momento supimos–, y sí nos facilitó mucho que reclamaran el cuerpo sus familiares”, apuntó.
La semana pasada, la FGE reveló que Ubaldo Vidales era originario de Paracho (población cercana a Uruapan), adicto a drogas sintéticas y que desde al menos ocho días antes del crimen no se había presentado en su casa.
También se dio a conocer que con base en pruebas de rodizonato de sodio se determinó que el adolescente disparó en seis ocasiones contra Carlos Manzo.
Ramírez Bedolla aseveró que la fiscalía de Michoacán “está haciendo un trabajo muy serio, muy responsable, con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y sus áreas de inteligencia”.
Finalmente, culpó a los gobiernos federales de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto por la crisis de inseguridad que se vive en Michoacán, y sostuvo que sus estrategias de seguridad “fallaron”.