Karla Fernanda Hernández Gorostieta la joven diagnosticada con autismo y esquizofrenia que fue acusada de asesinar a su propia madre y a un tío durante el 2022 en una colonia de la Ciudad de México, fue declarada inocente por un juez del Tribunal de Enjuiciamiento.
Tras un extenso juicio y múltiples cuestionamientos sobre el debido proceso, la resolución judicial ordenó finalmente su liberación inmediata, después de que se concluyera que no existían pruebas suficientes que la vincularan con el homicidio de sus familiares.
Fue a las 17:20 horas de este miércoles cuando en audiencia presidida por el juez Alfredo Cárdenas Delgado, este emitió su veredicto tras más de cuatro horas declarando su deliberación.
En su resolución, consideró que la acusación presentada por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México carecía de fundamentos sólidos. “No demostró su participación en el hecho que la acusó”, detalló su abogado defensor, Héctor Pérez Rivera.
Te Puede Interesar: Interceptan en Sonora cargamento de fentanilo transportado en autobús
El litigante también confirmó que la joven, hoy de 21 años, “quedó en libertad y se integrará a la sociedad con el apoyo de las personas que la han acompañado en este proceso”.
Karla Fernanda había permanecido en reclusión en el Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, ubicado al sur de la capital mexicana. Se espera que abandone ese penal durante la noche de este mismo miércoles, cerrando un periodo de más de dos años y ocho meses en prisión.
Durante este tiempo, la jovencita estuvo mezclada con la población general y enfrentó severas crisis emocionales, incluida la tentativa de suicidio en dos ocasiones, hechos que contribuyeron a su absolución.
El caso se remonta al 11 de agosto de 2022, cuando elementos de seguridad encontraron a Karla Fernanda dentro de su departamento, en la colonia Alfonso XIII de la alcaldía Álvaro Obregón.
La escena era perturbadora: su ropa estaba manchada de sangre, y en el lugar se hallaban los cuerpos sin vida de su madre, Paola Georgina Gorostieta, y su tío, Juan Carlos Gorostieta. La joven no estaba sola; sus dos perros también permanecían con ella en el interior del domicilio.
El caso generó una fuerte reacción mediática y social debido a la complejidad de los hechos y a la historia personal de Karla, una joven que desde la infancia fue diagnosticada con trastornos mentales, y quien además vivió situaciones de violencia física, sexual e institucional.
La revelación de su contexto familiar y médico provocó una ola de indignación, pues muchas voces señalaron que su condición debía haber sido considerada desde el inicio del proceso penal.
Con Información de Agencias