Un mando policiaco del Valle de Mexicali en el estado de Baja California fue acribillado con varias ráfagas de fusiles de asalto a apenas unas horas de que se formalizara una transición en el mando de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
El subcomandante Roberto Méndez Arreola, recibió numerosos balazos la noche del pasado lunes. El ataque ocurrió poco después de las 11:00 de la noche, cuando el policía salía de su vivienda, ubicada en el fraccionamiento Lomas Altas, al sur de la ciudad.
De acuerdo con grabaciones de una cámara de seguridad que comenzaron a circular en redes sociales ese mismo día, al menos dos hombres armados lo interceptaron sorpresivamente y dispararon a corta distancia abatiéndolo de inmediato.
En las imágenes puede observarse al subcomandante caminando, hasta que los agresores aparecen repentinamente para abrir fuego sin mediar palabra. A pesar del despliegue inmediato de un operativo conjunto entre distintas corporaciones policiales, no se reportaron arrestos relacionados con el homicidio.
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El crimen se produjo en el marco de una inestabilidad institucional, ya que apenas por la mañana del mismo lunes 14 de julio, se hizo oficial la renuncia del entonces director de Seguridad Pública, el teniente coronel retirado Julián Leyzaola.
La presidenta municipal, Norma Alicia Bustamante, confirmó que fue informada desde temprano: “Y los motivos son, son motivos personales”, expresó ante medios de comunicación, añadiendo que no existieron “diferencias” con el mando saliente.
Leyzaola, quien tomó protesta del cargo el 18 de marzo, fue objeto de amenazas desde el inicio de su gestión. Apenas tres días después de asumir, apareció una narcomanta impresa con un mensaje directo: “Mexicali tiene dueño” y advertencias sobre un posible atentado, recordándole que “en esta ciudad sí sería asesinado”, en referencia al ataque del que fue víctima en Ciudad Juárez, el 8 de mayo de 2015, y que lo dejó con secuelas permanentes, obligándolo a desplazarse en silla de ruedas.
Durante su corta gestión, las tensiones fueron constantes. Según reporta el Semanario Zeta, la exposición pública de Leyzaola disminuyó tras controversias como la destitución del comandante de Tránsito, Vicente Robles —a quien acusó de corrupción sin evidencias—, su negativa a someterse a los exámenes de control y confianza, y varios enfrentamientos con medios locales. Además, pese a sus promesas de mejorar la seguridad, los índices delictivos no reflejaron avances sustanciales.
Por otro lado, el medio local Nexos Noticias reveló que el Ayuntamiento de Mexicali habría destinado casi 800 mil pesos en la construcción de un elevador exclusivamente para el uso de Leyzaola, mientras que el del Palacio Municipal llevaba meses inservible, sin ser reparado desde octubre de 2024.
La salida de Leyzaola motivó un rápido reacomodo en la corporación. En sesión extraordinaria de Cabildo realizada por la tarde, fue designado nuevamente Luis Felipe Chan Baltazar al frente de la Dirección de Seguridad Pública.
Con su regreso, el reelecto mando policiaco se convierte en el tercer funcionario que ocupa el cargo en apenas nueve meses, y el quinto si se considera que ya había ocupado ese mismo puesto en una etapa anterior.
Bustamante justificó en su momento el anterior cambio —cuando Chan fue removido— como “una decisión consensuada” que respondía a “las condiciones delicadas” que enfrentaba entonces la seguridad en el municipio.
El mando policiaco Roberto Méndez Arreola, fue acribillado al salir de su domicilio en el fraccionamiento Lomas Altas, en Mexicali https://t.co/aThjPEPjGs pic.twitter.com/pP1taWitOT
— ZETA Tijuana (@ZETATijuana) July 15, 2025
La ejecución de Méndez Arreola, ocurrida en paralelo a esta turbulencia administrativa, ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia que atraviesa la región y la urgencia de lograr estabilidad dentro de las fuerzas de seguridad local.
Con Información de Agencias