Un testigo clave en la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa declaró en la Fiscalía de la República (FGR) que Omar García Harfuch, secretario de seguridad capitalino, “recibía mensualmente 200 mil dólares del cártel Guerreros Unidos”.
Así lo revela este jueves en su portada el diario Reforma, que tuvo acceso a la declaración del testigo protegido, al que llama ‘Juan’. De acuerdo con la información, el testigo dijo que los mandos del cartel daban sobornos a mandos militares y policiacos para que les permitieran operar en Guerrero.
“Quiero señalar que era parte del grupo Guerreros Unidos, pues recibía dinero de nosotros, Omar García Harfuch, esto en el año 2014; recibía 200 mil dólares por mes, ya que era el encargado de la Policía Federal en el estado de Guerrero y el dinero que se le daba era porque permitía el trasiego de la droga”, dice el testigo, de acuerdo con Reforma.
García Harfuch fue coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF) en Guerrero durante 2014, cuando ocurrió la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
“Omar García Harfuch, jefe de la Policía Federal en el estado de Guerrero, brindaba información sobre posibles operativos y facilitaba el trasiego de heroína, dinero y armas, los de Taxco y los (de) Guerrero, el único que supuestamente no estaba de acuerdo era el señor Dorantes”, señaló.
El testigo protegido ‘Juan’ dio a conocer los detalles de la desaparición de los normalistas, entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. Según su declaración, esa madrugada desaparecieron treinta personas más, pertenecientes a un grupo rival del cártel Guerreros Unidos.
La importancia de ‘Juan’ como testigo de la investigación radica -de acuerdo con el diario- en que su testimonio facilitó el hallazgo de algunos restos de los normalistas, en las localizaciones que fijó. También en sus dichos se basaron las órdenes de aprehensión contra 18 militares por su presunta participación en los hechos. Entre ellos destaca la detención del capitán José Martínez Crespo.
El testimonio señala que García Harfuch estaba “bien conectado” con el Ejército debido a que es nieto del exsecretario de la Defensa Nacional, general Marcelino García Barragán, quien fungió como titular de la Sedena entre 1964 y 1970.
El cártel Guerreros Unidos daba dinero a personal de los batallones de infantería 27 y 41, a quienes pagaba cantidades que iban de los 60 mil a los 120 mil pesos, de acuerdo con el rango. En ese sentido, un general recibía hasta 5 millones de pesos.
‘Juan’ también señaló a Leonardo Octavio Vázquez Pérez, exsecretario de Seguridad Pública de Guerrero, Iñaki Blanco, exfiscal guerrerense, ambos durante el gobierno de Ángel Aguirre, como beneficiarios de 50 mil pesos mensuales.
Omar García Harfuch negó las acusaciones la mañana de este jueves. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter dijo: “Niego categóricamente las declaraciones dolosas hechas contra mi persona por un delincuente, hoy ‘testigo protegido’, publicadas por Reforma. Mi trayectoria en el combate a la delincuencia organizada en distintos frentes habla por sí misma. No tengo nada que ocultar”.
El 15 de octubre de 2020, la periodista Anabel Hernández publicó una investigación especial en Aristegui Noticias titulada Omar García Harfuch: El expediente secreto. En el reportaje, Hernández señala que el actual funcionario capitalino reprobó exámenes de confianza cuando perteneció a la Policía Federal, a la que llegó gracias a Luis Cárdenas Palomino, actualmente prófugo de la justicia por acusaciones de tortura y uno de los hombres cercanos del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, preso actualmente en Nueva York.
García Hafuch fue sometido por lo menos en tres ocasiones al polígrafo. En todas ellas, a la pregunta: “¿Mantienes compromisos con la delincuencia organizada?”, registró “reacciones significativas de falta de veracidad”, según quedó asentado en los informes correspondientes.
El 20 de octubre el comunicador Vicente Serrano del programa Sin Censura preguntó al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre García Garfuch como posible sucesor de Alfonso Durazo en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Aludió a la investigación publicada en Aristegui Noticias.
El mandatario respondió que en el gobierno federal tienen mucho cuidado en la selección de quienes ayudan a garantizar la paz y tranquilidad en el país y que buscaría que “si Durazo decide irse”, quien lo sustituya sea una persona íntegra, honesta y limpia que garantice una muy buena coordinación del gabinete de seguridad. En el cargo finalmente fue designada Rosa Icela Rodríguez.
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