De manera adicional a la compra de las trece plantas de generación de energía eléctrica que acordó ayer el gobierno federal con la empresa Iberdrola, lo que permitirá a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) generar el 54 por ciento de la energía en el país, la administración federal emprende otros proyectos en este sector, con lo que se busca que al final del actual sexenio, la empresa del Estado genere hasta el 65 por ciento de la energía, explicó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al referirse al acuerdo para la comprar de las trece plantas con el empresa española, el mandatario detalló que de manera paralela, se construyen dos grandes plantas de ciclo-combinado en Yucatán, y se compró una planta de este tipo en Baja California Sur para resolver el problema de abasto en esa región.También, se están cambiando turbinas y modernizando una decena hidroeléctricas.
Recordó que uno de los objetivos de su gobierno era que la CFE generara por lo menos el 54 por ciento de la energía eléctrica, pero reveló que esa meta estaba proyectada para el cierre de su administración. Con la compra a Iberdrola, ahora la meta se amplía.
“Calculamos que vamos a generar a la generación de la CFE a finales del sexenio hasta 15 por ciento más, o sea, que si con esta operación llegamos a 55, podemos llegar a finales al 70 por ciento de la generación, pero como va creciendo la demanda porque como el país crece y lo que más se necesita es la energía eléctrica, calculamos que mínimo a la CFE lo vamos a dejar con un 65 por ciento, y éste es un rescate, por eso hablé de una nueva nacionalización”.
En su conferencia de prensa matutina, ponderó que el convenio con Iberdrola “es algo muy importante para el país, en beneficio del pueblo de México, en especial de los consumidores, porque en esencia, lo que se garantiza, es que no aumente el precio de la luz”.
La compra de las trece plantas se hace para fortalecer a la CFE y de esta manera poder ofrecer la energía eléctrica a precios justos, insistió. “Yo me comprometí a que no iban a aumentar los precios de los combustibles, de la luz, del gas, las gasolinas, del diésel, y estoy cumpliendo. En más de 4 años no ha habido aumentos y lo puedo probar, incluso han habido disminuciones en los precios de gasolina, gas, de luz, en términos reales”.
Con esta operación, apuntó, se garantiza que en este sexenio no se aumenten dichos precios, y se mantenga la misma política hacia adelante. “Vamos a concluir nosotros y vamos a dejar condiciones para que se mantenga la misma política de precios en gasolinas, en diésel, en gas y luz”.
Al día de ayer, y “pese a todos los obstáculos”, la CFE llegó a 39 por ciento en la generación de electricidad, por lo que más del 60 por ciento es controlado por empresas particulares, “y yo había hecho el compromiso de que teníamos que mantener a la CFE con el 54 por ciento mínimo, y el acuerdo fue ese, decirle a los particulares, no vamos a expropiarles, no van a dejar de participar, nada más que vamos a buscar que la empresa pública, que es la que garantiza el consumo a todos los hogares, y para que no aumente el precio la tenemos que fortalecer, se va a quedar el 54 y ustedes se van a quedar con el 46 (por ciento) del marcado”.
El 46 por ciento, subrayó, “no es poca cosa” y representa todo el mercado de un país como Argentina.
Sobre la operación anunciada el miércoles, aseveró que se pudo pactar porque hay finanzas fuertes en el país. “Como no hemos solicitado deuda adicional, hoy el gobierno nuestro, a pesar de la pandemia, tiene menos crecimiento de deuda que el gobierno de Calderón o el gobierno de Peña, o sea, tenemos un margen como 3 puntos del PIB; cada punto es de alrededor de 300 mil millones de pesos, casi tenemos una diferencia de un billón”.
Pero aclaró que “no nos vamos a endeudar”.
La compra de las plantas, que concretará la Secretaría de Hacienda a través de un fondo, “de manera técnica no entra de forma directa a la deuda”, y significó “como 120 mil millones de pesos, como el 0.4 por ciento del PIB, nada, porque tenemos finanzas fuertes”.
No obstante, adujo que a los conservadores no les gustará ya que tienen una forma distinta de pensar, en la que “nosotros sí queremos que se fortalezca esta empresa pública, y qué es una empresa pública, es una empresa del pueblo. Y se lo dije al director presidente del consejo de Iberdrola, porque además se portaron bien, y hablamos”.
“Tuvimos diferencias fuertes con él, muy fuertes, primero porque es una empresa que se llevó a un presidente de México a trabajar como empleado. Haiga sido como haiga sido presidente, o sea es una burla, eso se lo dije. Me contestó que yo era un populista y nos confrontamos, tuvimos diferencias, pero miren la importancia del diálogo y cuando está de por medio el interés general”.
Luego de apuntar que desde el gobierno de Salinas de Carlos Salinas de Gortari se inició con un proceso para otorgar contratos al sector privado para la generación de energía eléctrica con el llamado auto abasto, que insistió, se prohibió en su gobierno por ser un fraude legal, adicional a la reforma eléctrica del sexenio pasado con la que de “mintieron que iban a llegar a raudales inversión extranjera, que iba a bajar los precios de los combustibles”, comparó el anuncio con lo que hizo, “en otras circunstancias y casi por completo el presidente Adolfo López Mateos.
En esa ocasión, dijo que el argumento que “usaron fue muy válido y justo: les dijeron a las empresas particulares: si ustedes continúan con el negocio de la industria eléctrica, nunca vamos a ir a electrificar a los pueblos porque no les va a significar negocio” y lo cual comparó con las dificultades actuales para ampliar la cobertura de Internet.
También, consideró que el tener la rectoría del sector eléctrico como un tema clave para la soberanía nacional. “Imagínense si hay un conflicto y no nos quieren vender gasolinas, pues se cae el gobierno, ¿cuánto resiste un gobierno que depende de comprar la gasolina en el extranjero sin abasto de combustible?, puede ser que un mes. Por eso sí es importante la autosuficiencia energética, es la clave”.
Asimismo, refrendó su agradecimiento a Iberdrola por el acuerdo que “fue una decisión que se tomó y se cuidó mucho para que no deshiciera, para que no pudieran sabotear la operación” al anticipar una posible inconformidad de opositores.
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