Adiós a régimen corrupto, a más tardar en diciembre: AMLO – Un festejo austero pero con mucho color y entusiasmo, donde el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió un adiós al régimen corrupto, a más tardar en diciembre.
Al grito de “¡No estás solo!”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inició su Informe de actividades a un año del triunfo electoral.
La remembranza de aquel día fue lo primero que dijo en el micrófono y la gente respondió con un “sí se pudo”.
“Fue la victoria de nuestros antepasados, de quienes vivimos para contarlo. Para las niñas y niños a quienes hay que dejarle una nación feliz”, dijo sobre el templete, acompañado de Porfirio Muñoz Ledo, Claudia Sheinbaum y Beatriz Gutiérrez Müller, su esposa.
“Nuestro movimiento ha trascendido porque surge de ideales y principios y no limita su propósito a un cambio de gobierno, sino que tiene como objetivo superar para siempre al régimen corrupto y despiadado que prevalecía”, destacó el Jefe del Ejecutivo federal.
Los invitados previos recordaron más al periodo de campaña de hace un año con la diferencia de que hoy se festeja la “Cuarta Transformación”. Llovió durante una hora y la gente no se movió, pegó el sol por horas y tampoco importó aguantarlo desde las 11 del día.
En el ambiente aún es perceptible esa sensación de que “México ganó”, a pesar de las repeticiones del “no, primo hermano” y del “nuestros adversarios”. A la primera frase le acompañaron aplausos a la segunda los abucheos más fuertes acompañados de un “fuera fifís”.
Aunque en términos generales, el de ayer fue un discurso más fluido. Él mismo dijo que sólo enlistaría los logros y nadie se fue y aplaudieron cuando debieron.
De lo que más se le aplaudió al Presidente son los planes de reactivación de las refinerías, la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la construcción del aeropuerto en Santa Lucía, la lucha contra el huachicol, que se encontrarán a los estudiantes de Ayotzinapa y de atender la migración desde un programa para el desarrollo.
Justo los argumentos que le reclamaron el pasado domingo quienes participaron en la marcha en su contra.
Desde hoy hizo el llamado a que la gente asista el próximo 15 de septiembre aquí al Zócalo, a dar el Grito de Independencia y “celebrar cómo nunca”.
“Hemos trabajando con intensidad y vamos avanzando. Se han cumplido 78 de los 100 compromisos que hice el pasado 1 de diciembre. Posiblemente nunca en un inicio de gobierno se hizo tanto en tan poco tengo. Hay pendientes: falta que se cumpla la mejora en el sistema de salud, que crezca la economía y se siguen manteniendo los mismos niveles de violencia que heredamos del viejo régimen”, aceptó.
A 12 meses exactos de esa hazaña colectiva estamos aquí para reafirmar nuestro compromiso de no fallarle al pueblo de México. Venimos a rendir cuentas con apego a la verdad, dijo Andrés Manuel. Lo cayó el “¡no estás solo!”.
“A seis meses de iniciado el gobierno les digo que me siento optimista. Pienso, amigas y amigos, que este mismo año, a más tardar en diciembre, terminaremos de arrancar de raíz este sistema corrupto y quedarán en este mismo año construidas las bases para la transformación política de México”, dijo el Presidente.
“Considero que entre más rápido consumamos la obra de transformación, más tiempo tendremos para consolidarla en forma de vida y de gobierno. Creo que debemos trabajar de prisa. Si regresara al poder el conservadurismo, tocó madera, si regresaran ni siquiera en esa circunstancia podrían dar marcha atrás a lo establecido y ya logrado en beneficio del pueblo”, añadió.
“¡No volverán, no volverán, no volverán!”, le respondieron los asistentes.
“Este proceso no tiene retorno. Ni un paso atrás. Nada de titubeos ni medias tintas: una cosa es actuar con prudencia, evitar la confrontación y otra muy distinta es la indefinición. Nosotros somos auténticos, pacifistas y transformadores al mismo tiempo. En justicia no somos moderados, somos radicales”, agregó López Obrador.
El Presidente leyó por segunda ocasión en esta plancha, sus compromisos y aseguró que lo conseguido en siete meses basta para demostrar que no es “más de lo mismo”, aunque algunos de sus compromisos tienen aún un asterisco.
Anunció que la corrupción ya no se permite, que el nepotismo, el amiguísimo, el influyentismo y toda práctica del antiguo régimen e acabaron.
Que el robo de combustibles cayó 94 por ciento y eso traería un ahorro de 50 mil millones de pesos, que se resolvió el problema de abasto de gasolina y prácticamente se acabó con “el famoso huachicol”.
Cada frase que pronunciaba el Presidente iba acompañada de una respuesta de los asistentes:
También dijo que la corrupción y el fraude electoral fueron reclasificados como delitos graves y a otros anuncios hubo respuestas: que se canceló la condonación de impuestos (“rateros huevones”, gritaban); desapareció el Estado Mayor Presidencial (“hijos de la chingada”); el funcionario debe ser siervo de la nación (“fuera jueces corruptos”); se suprimió la pensión de 5 millones a los ex presidentes (“rateros, a la cárcel”) y que bajaron los sueldos de los altos funcionarios (“pinches huevones”).
El Primer Mandatario enlistó también los avances de los programas sociales impulsados bajo su administración: “Se crearon más de 300 mil nuevos empleos sin considerar los programas del Gobierno que son 1 millón de empleos. El 88 por ciento del total de adultos mayores ya tienen sus pensiones, que es universal. 610 mil personas con discapacidad reciben su pensión de 2 mil 550 pesos y se ampliará a 1 millón; es importante que sepan que todas los niños y niñas pobres con discapacidad del país recibirán esta pensión”.
Añadió que se está reformando el Conacyt para orientar los trabajos de investigación a las necesidades más apremiantes del pueblo y que se han dado 9 mil becas más a estudiantes de posgrado en comparación con el año pasado.
Dijo que la apertura de Los Pinos fue un éxito ya que 1 millón 500 mil personas lo visitaron desde el 1 de diciembre a la fecha.
Luego de 50 minutos de discurso ante un Zócalo que volvió a llenar, concluyó: “Que viva la cuarta transformación de la vida pública nacional”. Gritó cuatro vivas a México. Abajo retumbó el “no estás solo”. Él y Beatriz saludaron a la gente ubicada en los extremos dela plancha y luego tomó la mano de Claudia y la subió para que recibiera aplausos.
Casi una hora después de terminado el evento, cientos de personas continuaban frente al escenario. Por ahí siguieron gritando: “¡es un honor estar con Obrador!”.
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