En su libro ¡Gracias!, con el cual comienza a cerrar su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoce los alcances del involucramiento castrense en la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Aunque hay responsabilidad en las altas autoridades civiles y militares del gobierno federal por permitir el contubernio entre autoridades locales y la delincuencia organizada, también pudo existir omisión o confabulación de algunos militares y hubo sin duda fabricación de delitos y ocultación de los hechos posteriores”, destaca.
En la obra, que saldrá a la venta la próxima semana bajo el sello Planeta, el mandatario aborda ampliamente su último y principal pendiente de sus promesas de campaña, el esclarecimiento del caso Ayotzinapa.
“En este drama hay mucha crueldad y no debemos dejar de lado el pensamiento y el modo en que siempre han usado la violencia los caciques y mandones de Guerrero para deshacerse de sus adversarios políticos o quienes consideran sus enemigos.
En los reclamos para solicitar que el Ejército entregara más información que supuestamente ocultaba, porque en los últimos tiempos este lamentable caso se ha utilizado por nuestros adversarios del país y del extranjero en contra nuestra.
La consigna ha sido obstaculizar la investigación para no llegar al fondo, seguir sosteniendo que fue el Estado, el Ejército y que nosotros, como somos iguales a los políticos corruptos de antes, también estamos fabricando otra verdad histórica”.
En el último capítulo, denominado Mi diario de los últimos meses del 2023 y el adiós, hace un repaso de su llegada a la Presidencia y sus vínculos con la mujer a la que hace unos meses entregó el bastón del mando al frente del movimiento de transformación: Claudia Sheinbaum.
Recuerda que ha trabajado con ella desde hace 23 años y la describe como una “mujer preparada, con convicciones y, sobre todo honesta”.
A su vez, revela “una anécdota” de 2018, en la que le propuso ser la coordinadora de su campaña y después del triunfo, secretaria de Gobernación.
«La primera mujer secretaria de Gobernación», recalca, pero Sheinbaum, en vez de alegrarse se puso triste y le expresó que prefería contender por la candidatura al gobierno de la Ciudad de México. “Le respondí que lo sopesara, porque Ricardo Monreal estaba bien posicionado y podía ganarle la encuesta”.
Al final, recalca, “como es un poco terca, o para decirlo con elegancia, perseverante, como ya saben quien, decidió participar en la contienda interna y la ganó, al igual que la elección constitucional para jefa de gobierno».
«Sostengo que actuó bien en ese encargo; baste decir que su gobierno ha sido el que más ha disminuido la delincuencia en los últimos 30 años en la Ciudad de México». Además, agregó, Sheinbaum “es sensible, incapaz de cometer una injusticia y, sobre todo, repito, es honesta».
«En fin, estoy contento, no sólo porque es muy probable que el pueblo decida a favor de que continué la Cuarta Transformación, sino sobre todo, porque no habrá desviaciones y se mantendrá el compromiso de atender con prioridad a los más necesitados y bajo los principios rectores de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo».
A menos de ocho meses de cerrar su sexenio, la obra aparecerá en los próximos días y en la misma, López Obrador lleva a cabo una amplia referencia al comportamiento del conservadurismo y su empeño por detener la transformación del país, encabezado por el empresario Claudio X. González.
En este punto, destina apenas un párrafo para definir a la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, quien gobernó la delegación Miguel Hidalgo, “donde viven los más ricos del país”, enfatiza el presidente.
“Como nació en un pueblo de Hidalgo, pensaron que su origen sería útil para ofrecer una supuesta imagen popular, cuando en realidad es ladina e igual de clasista y racista que los conservadores de mayor rango o nivel en la escala económica social y política del país”.
Advierte, sin embargo, que “aunque la oligarquía y los medios de manipulación se empeñan en inflarla, el globo no ha levantado ni levantará, porque en estos nuevos tiempos de transformación, el pueblo no permite que alcen el vuelo los falsarios, los oportunistas y los corruptos».
A través de más de 500 páginas, el ejecutivo federal hace un repaso de su lucha, de los tres intentos por alcanzar la presidencia de la república, recalca que el ex presidente Enrique Peña Nieto decidió no intervenir en la elección del 2018 y que era tal la desesperación del “grupo oligárquico” ante la probabilidad grande de que ni José Antonio Meade ni Ricardo Anaya pudieran ganarle, que pretendían postular al comediante Eugenio Derbez como candidato.