Las Fuerzas armadas de Estados Unidos declararon que ya tienen listo un plan de contingencia ante el eventual escape del presidente venezolano Nicolás Maduro de su país, el Departamento de Defensa estadounidense reveló este martes que ya mantiene preparado un mecanismo de actuación para este fin.
La confirmación llega mientras continúa el despliegue de fuerzas estadounidenses en zonas estratégicas del Caribe y el Pacífico, operación que el Gobierno de Donald Trump justifica como parte de una campaña intensificada contra el narcotráfico internacional.
Durante una conferencia de prensa, la portavoz del Pentágono, Kingsley Wilson, fue consultada directamente sobre la postura de Washington si Maduro optara por abandonar Venezuela. La funcionaria no dudó en afirmar que existe “una respuesta planificada y lista”, enfatizando que el Departamento de Defensa se encuentra “a la entera disposición” del presidente Trump “para hacer lo que sea necesario”.
La vocera subrayó que la institución ha desarrollado protocolos para diversos escenarios potenciales y que su prioridad sigue siendo apoyar las decisiones de la Casa Blanca en materia de seguridad regional.
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“Siempre estamos listos. Tenemos planes para cada contingencia y nos aseguraremos de que, en lo que respecta al narcotráfico, lo desmantelemos”, señaló Wilson. Reiteró además que el propósito central del operativo es combatir a los grupos que el Gobierno estadounidense clasifica como narcoterroristas.
“Nuestro objetivo es eliminar a los narcoterroristas y erradicar esa amenaza, que está envenenando al pueblo estadounidense. Esta es una misión crucial para proteger al país, y nos enorgullece formar parte de ella”, añadió.
La portavoz también ofreció cifras actualizadas sobre la ofensiva marítima iniciada en septiembre, asegurando que se han ejecutado “un total de 21 ataques contra barcos con drogas, con 82 narcoterroristas muertos”.
Sostuvo que “cada ataque contra estas organizaciones se realiza en defensa de la vital seguridad de Estados Unidos”, justificando así la continuidad y ampliación de las acciones militares.
En línea con lo adelantado por la Casa Blanca el día anterior, Wilson confirmó un segundo ataque contra los sobrevivientes de un bombardeo inicial que terminó con la muerte de los once tripulantes de una embarcación.
Explicó que la decisión, tomada por el almirante Frank Bradley y respaldada “al cien por cien” por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, buscó “garantizar la destrucción del barco y la eliminación de una amenaza para Estados Unidos”.
“Cada persona que hemos atacado hasta ahora, que se encuentra en un barco con narcóticos, es un narcoterrorista. (…) Nuestra inteligencia confirma con certeza quiénes son estas personas. Sin lugar a dudas, todos nuestros abogados militares y civiles saben que estos individuos son narcoterroristas. Sabemos qué llevan, de dónde vienen y adónde van. Y están intentando traer drogas a nuestras costas que matan y dañan a ciudadanos estadounidenses”, concluyó la vocera.
Con Información de Agencias
