El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que la Secretaría de Relaciones Exteriores ya se aboca a analizar lo sucedido en el río Bravo donde un migrante perdió la vida producto de las boyas que el gobierno de Texas colocó para evitar el ingreso de migrantes.
Sin embargo, dijo que se busca contar con todos los elementos antes de eventualmente responsabilizar al gobernador texano Greg Abbott de esta muerte.
En su conferencia, dijo que Abbot “no debería actuar así, es inhumano, no se trata así, a ninguna persona, no debe de tratarse así a nadie. No es de gente buena…”
—¿El es el responsable directo?
—Lo tenemos que ver con objetividad. Tener la información para no actuar como actúan algunos.
Por otro lado, dijo que se continúa buscando a la estudiante mexicana, María Fernanda Sánchez que se encuentra desaparecida en Alemania. Dijo que continúa la colaboración con las autoridades alemanas y ya se cuenta con información de lo sucedido previo a su desaparición, pero declinó dar detalles porque lo importante es localizarla.
Finalmente, mencionó que la cancillería se abocará a contactar al gobierno de Canadá para localizar a Carlos Aranda, un ciudadano mexicano perdido en ese país.
Las autoridades mexicanas tratan de identificar dos cadáveres que hallaron en el río Bravo esta semana, en la frontera con Estados Unidos, incluyendo uno que fue localizado en la barrera de boyas flotantes que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ordenó instalar recientemente en el tramo que separa Eagle Pass de la ciudad mexicana de Piedras Negras.
Tanto México como Estados Unidos informaron de las dos muertes como episodios separados y ahora es la fiscalía del estado de Coahuila la encargada de los procesos de identificación de los cadáveres, presuntamente migrantes que perdieron la vida al intentar cruzar irregularmente el río fronterizo.
La causa de las muertes no ha sido determinada oficialmente todavía y los ahogamientos son habituales entre migrantes que intentan cruzar el río, pero la posibilidad de que estén relacionadas con la instalación de las polémicas boyas ya ha generado un cruce de declaraciones entre autoridades de los dos países. México sí parece vincular una de las muertes a la barrera flotante, pero Texas lo niega.
No obstante, el presidente mexicano aseguró que se analizarán las responsabilidades “con mucha objetividad”.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo en un comunicado el jueves que había recibido un informe el miércoles de “una posible víctima ahogada flotando río arriba” de la barrera de boyas y que notificó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y al consulado de México. La agencia indicó horas más tarde que se encontró un segundo cuerpo en las boyas.
“La información preliminar sugiere que este individuo se ahogó río arriba de la barrera marina y flotó hacia las boyas”, dijo Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública. “Hay personal apostado en la barrera marina en todo momento en caso de que algún migrante intente cruzar”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México reconoció en un comunicado haber recibido el aviso de las autoridades estadounidenses con respecto al cuerpo hallado junto a las boyas. Casi a medianoche del miércoles informaron en una nueva nota de prensa del hallazgo del segundo cuerpo unos 5 kilómetros río arriba.
Isabel Turcios, religiosa que dirige la Casa del Migrante de Piedras Negras, indicó que los migrantes siguen cruzando, aunque las autoridades estadounidenses pusieran recientemente alambre de púas bajo el puente fronterizo que separa esa localidad de Eagle Pass y, río abajo, el polémico muro flotante.
Lo que normalmente hacen los solicitantes de asilo, explicó, es atravesar el río por una zona cercana al puente, que es donde hay menos agua, y luego caminan río abajo hasta que encuentran algún espacio donde no haya alambre de púas.
Turcios dijo desconocer si hay personas que intentan cruzar por la zona de las boyas y mencionó que había notado un aumento en el cauce del río, probablemente porque habían abierto las compuertas de la presa situada aguas arriba.
Andrew Mahaleris, el portavoz del gobernador de Texas, indicó el jueves en un comunicado que autoridades del estado monitorean la barrera flotante y no han detectado a nadie que intentara cruzar por esa zona desde que quedó instalada. “El gobierno mexicano está completamente equivocado” al relacionar las boyas a estas muertes.
“Desafortunadamente, los ahogamientos en el Río Grande (o río Bravo como lo llaman los mexicanos) de personas que intentan cruzar ilegalmente son demasiado habituales”, señaló.
Las boyas son la escalada más reciente en la campaña de Texas por reforzar la frontera, que incluye además el despliegue de alambres de púas y el arresto de migrantes para acusarlos de invasión de propiedad privada.
Pero, según la directora de la Casa del Migrante en Piedras Negras, los migrantes no han sido disuadidos. “Siguen llegando a montones”, afirmó Turcios. “Anoche durmieron unas 200 personas, esta mañana han entrado más de 50 al albergue”.
Señaló que unos llegan ya con la cita conseguida por internet, a través de la aplicación llamada CBPOne, para ser atendidos por las autoridades estadounidenses, pero otros se desesperan, sobre todo madres con hijos. “Se bañan, descansan (en el albergue) y luego van y se lanzan al río” para entregarse del otro lado donde generalmente las procesan.
México ya había advertido sobre los riesgos que representan las enormes boyas anaranjadas instaladas en julio y que se extienden unos 305 metros en el río Bravo, una extensión equivalente a tres campos de fútbol. La barrera está diseñada para dificultar que los migrantes trepen o naden por debajo de las boyas.
El presidente mexicano, en su conferencia matutina del jueves, recordó que México ya ha pedido que se retiren estas boyas que violan “nuestra soberanía y también los derechos humanos”.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos también solicitó su retirada en una demanda contra Abbott presentada el lunes que argumenta problemas humanitarios y medioambientales.
El fin de semana del 4 de julio, antes de la instalación de las boyas, cuatro personas, entre ellas un menor de edad, se ahogaron en el río cerca de Eagle Pass.
Con información de agencia AP
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