Ante un Zócalo pletórico, “no hay cabida para la corrupción”
El Gobierno de la Ciudad de México reportó la asistencia de más de 400 mil personas al mitin en el Zócalo realizado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con motivo de su primer año de administración dijo: “no hay cabida para la corrupción”.
En un comunicado, reportó saldo blanco durante la concentración en el Zócalo capitalino, adonde llegaron ciudadanos provenientes de todas las entidades del país y de las 16 alcaldías de la capital, “para participar en una jornada caracterizada por el orden y el entusiasmo ciudadano”.
El mitin, indicó, se caracterizó por su amplia participación social, ambiente de respeto y “la expresión de apoyo y reconocimiento” a la Presidenta, “cuya gestión ha contado con el respaldo y la confianza de la población”.
Sheinbaum Pardo subrayó su compromiso de no fallarle al pueblo y advirtió que en el México de hoy no hay cabida para la corrupción: “quien traicione al pueblo, quien robe al pueblo, enfrenta la justicia”.
En el cierre de la rendición de cuentas que emprendió por todo el país durante el último mes, la mandataria ofreció un mensaje ante un Zócalo pletórico que la escuchó por casi una hora y donde dejó claro que no romperá con el ex presidente Andrés Manuel López Obrador y reivindicó su legado.
Al concluir la gira que emprendió por todo el país, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó su compromiso con la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Ante más de 400 mil personas que desbordaron el corazón de la República, anunció que presentará un proyecto de innovación, que incluye el desarrollo del Laboratorio Nacional de Inteligencia Artificial y el prototipo del vehículo eléctrico Olinia. Durante casi una hora de discurso, resaltó el récord de inversión extranjera directa, el alza en turismo, la fortaleza del peso y 19 reformas aprobadas en el Congreso, entre otros temas.
“Desde este Zócalo, donde palpita la historia, reafirmamos nuestro compromiso con la Cuarta Transformación de la vida pública de México, una transformación que pertenece al pueblo. Estoy segura, porque lo escuchamos a lo largo de toda la República: vamos por el camino correcto”.
En esta plaza pública –la más importante del país, epicentro político, social y cultural, así como un símbolo de la resistencia nacional y de la protesta–, garantizó que con la nueva ley de amparo se pondrá fin al resguardo a los potentados que no pagan impuestos y subrayó que México no acepta intervencionismos extranjeros, pues es un país libre, independiente y soberano.
“El pueblo de México, bajo ninguna circunstancia, aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero que sea lesivo a su integridad, independencia y soberanía, como golpes de Estado, injerencia en elecciones o violación del territorio mexicano, sea ésta por tierra, agua, mar o espacio aéreo”, subrayó.
En su discurso, destacó que en este año, el Congreso aprobó 19 enmiendas constitucionales y 40 legislaciones nuevas. Explicó que la propuesta de reforma a la Ley de Amparo “garantiza a los ciudadanos sus derechos frente a cualquier acto de autoridad; eso está totalmente salvaguardado, su objetivo es hacer la impartición de justicia más rápida y expedita; garantizar la pronta actuación frente al lavado de dinero y evitar que el amparo se use como resguardo de por vida de los potentados que no quieren pagar impuestos”.
Señaló que se convocó a este acto masivo para conmemorar el primer año de su administración, en la que la ha acompañado el pueblo. Y destacó, una vez más, que por primera ocasión en la historia gobierna una mujer presidenta, e insistió: “llegamos todas”.
La acompañaron en el templete integrantes de su gabinete y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. Ahí, puntualizó que la soberanía “no se implora, se ejerce con dignidad, con fervor, con pasión, sin arrogancia, con la fuerza de millones de mexicanos”.
La Presidenta aseguró que México vive un momento histórico, en el que transita por un camino de justicia social, dignidad, garantías sociales, libertad, democracia y soberanía.
“No es un logro menor ni pasajero; es el fruto de décadas de lucha pacífica, organización, resistencia, y es también la herencia de un hombre honesto y profundamente comprometido con su pueblo: el presidente Andrés Manuel López Obrador. Se han empeñado en separarnos, en que rompamos. Su objetivo no es otro más que el de acabar con el movimiento de transformación, que nos dividamos. Pero eso no va a ocurrir, porque compartimos valores: honestidad, justicia y amor al pueblo de México”.
Expresó que el ex mandatario “fue, es y será siempre ejemplo de honradez, austeridad y profundo amor al pueblo de México. Nunca se rindió ante la presión, nunca se vendió a los poderosos, nunca se apartó de sus principios. Y escúchenlo bien: su Presidenta tampoco lo hará, porque tenemos convicciones y principios”.
Ante prácticamente todos los gobernadores del país, incluidos algunos de oposición, correligionarios morenistas en el Congreso y el presidente de la Corte, Hugo Aguilar, Sheinbaum ratificó que la corrupción se acabó en el país.
“Los conservadores quisieran que olvidáramos cómo se vivía antes: presidentes rodeados de lujos, gobiernos alejados de la gente, fortunas construidas al amparo del poder público; eso se acabó, porque en este México nuevo la honestidad no es la excepción, es la regla.”
Miles de personas se dieron cita desde temprana hora en el Zócalo para ser partícipes de este inédito acto; ante ellos apuntó las diferencias entre los 36 años de la “oscura noche del neoliberalismo”, donde se pronunciaron la pobreza y la desigualdad, contra los primeros siete años de la “transformación”, donde se logró una “hazaña escrita en la historia: 13.5 millones de personas dejaron la pobreza y México es el segundo país menos desigualdad del continente, sólo después de Canadá.
“¡No les voy a fallar! (…) Mi compromiso es defender la patria. Mi compromiso es ser una Presidenta que esté a la altura de la generosidad y la grandeza de nuestra historia y del pueblo de México”.
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