miércoles, 8 de octubre de 2025 Síguenos

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México

Arriban de Israel mexicanos de la Global Sumud Flotilla

El avión que transportó a los seis mexicanos que estuvieron detenidos en Israel tras participar en la Global Sumud Flotilla, aterrizó a las 6:39 de la mañana en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), procedente de Estambul, Turquía.

De acuerdo con el portal de rastreo FlightAware, el vuelo duro 13 horas con 42 minutos, ya que la aeronave despegó a las 2 de la mañana con cinco minutos, hora local, del Aeropuerto Internacional de Estambul y aterrizó en el aeropuerto capitalino hace unos minutos.

De acuerdo con la información del mismo portal que proporciona datos de seguimiento de itinerarios en tiempo real, el vuelo de la aerolínea Turkish Airlines 184 (THY184), llegó al AICM adelantado por 23 minutos, ya que estaba programado para que aterrizara a la 6 de la mañana con 47 minutos.

La Jornada publicó en su edición de este miércoles: (https://www.jornada.com.mx/2025/10/08/politica/008n1pol) que autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) realizará una pequeña recepción en una sala privada, en presencia de dos familiares por cada uno de los mexicanos, y que “por su seguridad y comodidad”, serían trasladados a un hangar de uso oficial para evitarles el paso por la puerta de salida principal, donde los esperarían los diversos grupos solidarios que desde esta mañana se están organizando para recibirlos.

Incluso ayer la SRE señaló en su cuenta de X que las y los seis connacionales que participaron con la Flotilla Sumud y el embajador de México en Israel, Mauricio Escanero, que los acompaña, se encontraban en Estambul para hacer una escala para continuar su viaje a nuestro país y que fueron recibidos por el cónsul de México en Estambul, Alberto Fierro.

También agradeció a las autoridades de Turquía, que extendieron facilidades para el tránsito seguro del grupo.

Añadió que los mexicanos ya se comunicaron con sus familiares y que seguía en contacto con ellos para dar seguimiento puntual a su repatriación.

Relatan familiares odisea de flotilla

Durante todo el mes de septiembre, Arlín Guzmán Estrada y su mamá de 90 años, María Luisa, hablaron por videollamada con una de las viajeras de la nave Adara, uno de los 43 navíos que integraron la Flotilla Sumud. Conversaban y reían con Arlín Medrano Guzmán, la universitaria y delegada más joven de la misión humanitaria que intentó romper el sitio inhumano de Israel contra Gaza.

El primero de octubre la llamada fue muy corta. “Me dijo: mamá, ya nos rodearon. Desde aquí vemos el buque de la marina israelí que nos va a bloquear el paso, con las luces apagadas. No tendremos comunicación por varios días. Ahorita voy a tirar el cel al mar. Te quiero ma”. En Nayarit era mediodía. En el Mediterráneo, ya no lejos de la costa de Palestina, era noche cerrada.

En otro sitio, en la Ciudad de México, pero a la misma hora, otro padre pasaba por lo mismo.

Roberto Vázquez sintió su alma en vilo desde las primeras horas ese de octubre, cuando el ejército de Israel empezó el operativo de intercepción y detención ilegal de las 43 naves, con 462 personas a bordo, en aguas territoriales de Palestina.

Antes de partir, Diego le había dicho a su papá que en caso de que fueran interceptados y arrestados por Israel –el desenlace más previsible, tal como sucedió—él no aceptaría ser deportado. “Él quería ir a juicio para que se pusiera más atención en el mundo sobre las atrocidades que sufre el pueblo palestino. Me debatía entre la angustia y el orgullo de ver que él era capaz de ayudar a la humanidad aun a costa de su vida”.

Ayer martes, a las cinco de la madrugada, lo despertó con mensaje en el celular que le devolvió la tranquilidad. El grupo de seis mexicanos había salido de Israel, trasladado por tierra a Aman, la capital jordana. Ahí tomarían un vuelo hacia Estambul y de ahí, finalmente, a la Ciudad de México.

Esta mañana de miércoles la odisea culmina. Los seis activistas mexicanos que participaron en la misión humanitaria llegan a las siete de la mañana aproximadamente a la Ciudad de México a bordo de un avión comercial de Turkish Airlines, acompañados por el embajador en Turquía Mauricio Escanera.

El grupo, integrado por tres mujeres y tres hombres, salieron de la prisión de Ktziot, en el desierto israelí, después de permanecer seis días encarcelados sin proceso ni defensa legal. Son Sol González Eguía, Arlín Medrano Guzmán, Carlos Pérez Osorio, Diego Vázquez Galindo, Laura Alejandra Veléz Ruiz Gaitán y Ernesto Ledesma Arronte.

Este martes a las dos de la madrugada sus familias, sus abogados en México y la representación del capítulo México del Movimiento Global por Gaza, organizador de la misión, fueron informados que el grupo de los seis, junto con otras 131 personas, habían sido liberadas y expulsadas. A todos les volvió el alma al cuerpo. En ese grupo también salió el sudafricano Nkosi Zwelivelile Mandela, nieto del prócer contra el apartheid Nelson Mandela.

El verdadero éxito de la misión

Arlín Medrano tiene 22 años, viene de una familia de mujeres luchonas, es de Nayarit, estudia dos carreras en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, es conductora del programa Mañanera 360 grados y defensora de la causa palestina. “Cuando me contó que se iba a embarcar en la flotilla de la misión humanitaria me quedé aterrada”, cuenta su mamá, Arlín Estrada. “¿Pero que podía hacer? Conozco a mi Arlín, me tiene acostumbrada a sus actividades de alto riesgo”.

La mamá de Arlín está convencida de que la misión, aunque no llegó a Gaza ni pudo romper el sitio, tuvo un “éxito simbólico”. Hasta hace poco, sostiene, “muy pocos estaban atentos a la destrucción que ocurre. Hoy, gracias a la flotilla, todos han volteado a ver a Palestina”.

Antes de partir, la mamá y la abuela de Arlín vinieron a la ciudad de México a ayudarle a empacar, sobre todo sus medicinas, ya que la muchacha tiene una condición cardiaca que controla con medicamento. Este le fue negado en la prisión israelí.

La víspera del viaje las tres mujeres fueron a la Basílica de Guadalupe, donde Arlín se compró la camiseta con la guadalupana que lució en tantas fotografías. “Y justamente ese día la misa versó sobre los viajeros que emprenden travesías difíciles”.

Y vaya que fue difícil. “Casi tres semanas después de haber zarpado Arlín me contó entusiasmada que había logrado dormir cinco horas seguidas. No había conseguido conciliar el sueño con el vaivén del barco. Me dijo: mi cerebro ya se acostumbró”.

Los dos primeros barcos en ser interceptados fueron precisamente el Alma “en el que iba esta niña maravillosa, Greta Thunberg”, y el Adara.

–¿Qué hizo usted cuando supo que habían sido apresados?

— Me obligué a controlarme, a empoderarme y hacerme fuerte. A nadie le sirve una mamá histérica. Le dije: Dios es tu timón, hija.

El plan de Diego

Diego Vázquez es bailarín, coreógrafo de la compañía de danza de la UNAM. “Y además tiene sangre árabe por parte de un abuelo materno”, dice Roberto. Ese vínculo lo hizo interesarse desde muy joven con las causas de esta región. Cuenta el padre que Diego viajó el año pasado a Palestina y logró entrar a la franja de Gaza, donde estuvo durante casi tres meses impartiendo clases a los niños desplazados. “Cuando regresó ya tenía otras ideas en la cabeza, ya tenía un plan”.

De manera que no le sorprendió a su papá la noticia de que Diego sería uno de los seis mexicanos que viajarían en la misión humanitaria a Gaza con el fin de romper el sitio impuesto a esa nación por Israel.

“En toda esta historia, mi mayor temor fue lo que les podría pasar en el mar. Para los militares israelíes lo más fácil hubiera sido atacarlos con bombas, hundirlos. Pero eran más de 40 naves. Quizá por eso no lo hicieron. Por fortuna las cosas tomaron otro rumbo. Ahora espero a mi hijo en las próximas horas”.

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