María Amparo Casar, directora de la organización de golpeteo político, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) aseguró que ya no reciben financiamiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) desde diciembre.
En entrevista con el presentador de noticias Ciro Gómez Leyva, para Grupo Fórmula, Casar señaló que en diciembre de 2024, la organización de derecha recibió la última parte del financiamiento proveniente de Estados Unidos.
Según explicó la beneficiaría de una pensión ilegal por parte de Pemex, MCCI recibía financiamiento de USAID por un acuerdo con duración de 3 años. No obstante, este apoyo fue disminuyendo con los años.
Finalmente, María Amparo Casar señaló que a lo mucho, la USAID envío un millón de dólares a MCCI durante 2024. Pero lamentó que una de sus principales fuentes de ingresos vaya a desaparecer por orden del gobierno de Donald Trump.
“Ya no seremos, ya no será nadie porque está empeñado en cerrar esta, que ha ayudado a gobiernos, incluso empresarios y a universidades y centros de investigación, es una pena que desaparezca, pero así están las cosas con Trump”, concluyó.
Lo de USAID, por “insubordinación”: Rubio
El secretario de Estado Marco Rubio declaró el miércoles que la intención original era mantener en funcionamiento la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) mientras se revisaba cómo se estaba gastando el dinero. Sin embargo, indicó que el gobierno no recibió cooperación y que los empleados actuaban en “contravención” e “insubordinación”.
Casi todos los trabajadores de la agencia en el extranjero están siendo retirados del trabajo y del campo bajo una orden repentina de la administración del presidente Donald Trump.
“No es la dirección que quería. No es la manera en que queríamos hacerlo inicialmente, pero es la manera en que tendremos que hacerlo ahora”, manifestó Rubio en una conferencia de prensa con el presidente guatemalteco en la capital del país.
“Lo que sería un regalo para nuestros rivales geopolíticos son miles de millones de dólares en ayuda extranjera que no está alineada con los intereses nacionales en la política exterior de Estados Unidos”, afirmó Rubio.
Poco antes, el presidente de Guatemala Bernardo Arévalo anunció, tras reunirse con Rubio, que su país aceptará migrantes de otros países que sean deportados de Estados Unidos.
Bajo el acuerdo de “tercer país seguro”, los deportados serían luego devueltos a sus países de origen a expensas de Estados Unidos.
La inmigración, una prioridad de la administración Trump, ha sido el principal enfoque del primer viaje al extranjero de Rubio como el principal diplomático estadounidense, una gira de cinco países por Centroamérica.
En El Salvador el lunes, anunció un acuerdo similar pero más amplio.
El presidente salvadoreño Nayib Bukele dijo que su país aceptaría deportados de Estados Unidos de cualquier nacionalidad, incluidos ciudadanos estadounidenses y residentes legales que estén encarcelados por delitos violentos.
Durante el viaje de Rubio, se han planteado preguntas sobre la legalidad de la oferta de El Salvador, así como sobre la crisis en USAID.
Guatemala ha estado cooperando en recibir deportados de Estados Unidos, aceptando tanto vuelos civiles como militares.
Pero las deportaciones masivas prometidas por Trump desde Estados Unidos afectarían duramente a Guatemala, ya que las remesas —el dinero que los guatemaltecos envían a casa— constituyen aproximadamente una quinta parte del producto interno bruto del país.
Con información de agencia AP
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