Fue detenido un presunto líder huachicolero que tenía su zona de influencia en los estados de Puebla y Tlaxcala identificado como Enrique “N” alias “El Carretas”.
La captura fue realizada durante un operativo conjunto entre la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGEP), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Esta detención forma parte de las acciones que las autoridades estatales y federales han intensificado contra el llamado huachicoleo, una práctica que continúa afectando a la región central del país.
De acuerdo con la Fiscalía poblana, el sujeto no solo estaría implicado en el robo de combustible, sino también en una amplia red de actividades delictivas que tienen que ver con hechos de alto impacto.
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A “El Carretas” se le relaciona con hechos de violencia, robos a transporte de carga, así como con extorsiones y cobro de piso a comerciantes y empresarios en distintos municipios poblanos.
Entre las zonas bajo su presunto control destacan San Martín Texmelucan, Santa Rita Tlahuapan, San Matías Tlalancaleca, Españita y Benito Juárez, además de comunidades colindantes con el estado de Tlaxcala.
Reportes de medios locales refieren que el detenido encabezaba tanto el huachicoleo como el huachigas, modalidades de robo de combustible y gas LP que han proliferado en la región en los últimos años.
Asimismo, las autoridades de Puebla investigan su presunta participación en diversos actos violentos y ejecuciones que han conmocionado a la zona durante los últimos años.
Uno de los sucesos que se le atribuyen ocurrió el 11 de octubre pasado, en el municipio de Huejotzingo, cuando un grupo armado irrumpió en una fiesta celebrada en la comunidad de San Luis Coyotzingo.
De acuerdo con testigos, los agresores preguntaron por dos personas, “entre ellas por ‘El Carretas’”, antes de abrir fuego contra los asistentes, dejando un saldo de cuatro personas asesinadas.
La captura de este presunto delincuente representa, según las autoridades, un golpe importante a las estructuras criminales que operan en el corredor Puebla–Tlaxcala, una zona marcada por el robo de hidrocarburos, la disputa entre bandas y la violencia creciente de los últimos meses.
Con Información de Agencias