Las imágenes desoladoras se sucedían mientras Protección Civil estatal se movilizaba para brindar ayuda. Entre el caos y la tristeza, una persona sobrevivió milagrosamente y recibió atención médica oportuna.
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Sin embargo, el deslave no solo se llevó vidas y hogares, sino que también arrancó cables de energía eléctrica, dejando a la comunidad en la oscuridad y desconexión, tanto física como digital.
Las redes sociales se inundaron con mensajes de solidaridad y apoyo, pero la urgencia de la situación requería acciones concretas. Protección Civil de Oaxaca anunció que continuarán los trabajos de reconocimiento y prevención en la zona durante el sábado, en un esfuerzo por mitigar futuros riesgos y brindar consuelo a una comunidad devastada.
El desglose de los estragos revela la magnitud del desastre: tres vidas perdidas, una historia de supervivencia, decenas de familias afectadas y un paisaje marcado por la destrucción y la incertidumbre.
Mientras tanto, el luto y la reconstrucción se entrelazan en un desafío que la comunidad de Faustino G. Olivera afronta con valentía y solidaridad, en búsqueda de la luz y la esperanza en medio de la oscuridad.
Avalancha de lodo en Oaxaca deja tres personas sin vida
Con Información de Agencias