El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que la disminución de la inflación, que se colocó en 5.84% en mayo, y la fortaleza del peso.
“Está bajando la inflación”, declaró el Jefe del Ejecutivo este jueves durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
El mandatario afirmó que los datos que da a conocer este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se dan “después de la pandemia, la guerra de Rusia y Ucrania”, lo que provocó “en todo el mundo” un crecimiento inflacionario, apuntó.
“También nos afectó se aplicaron medidas el Banco de México, que es una institución autónoma, tomó decisiones de aumentar la tasa de interés para controlar la inflación”, dijo.
Ante los resultados del Inegi, agradeció a los centros comerciales “porque 24 productos de la canasta básica de consumo generalizado han incluso bajado de precio”.
“Recuerden que cuando hay inflación pues te afecta mucho el ingreso. Te puede aumentar el salario, pero si hay incremento en la inflación se pierde poder de compra poder adquisitivo”, explicó.
Asimismo, celebró que sigue fortaleciéndose el peso. “Es un fenómeno”, expresó.
El peso mexicano inició operaciones este jueves casi sin cambios ante el dólar, a contramano de la mayoría de sus pares de la región, mientras la inquietud se apoderaba del mercado por crecientes apuestas a una nueva alza de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Con ello, la divisa doméstica ha tenido su racha alcista más prolongada desde marzo y alcanzó nuevos máximos desde mayo del 2016, mostrando resistencia al clima de cautela que predomina en los mercados por la posibilidad de que la Fed continúe con el endurecimiento monetario en su reunión de la próxima semana.
La moneda nacional cotizaba en 17.3591 por dólar, con una pérdida marginal de 0.01% frente al precio de referencia de Reuters del miércoles.
Este miércoles, el Inegi dio a conocer que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un 5.84% a tasa interanual, ayudada por bajas en los precios de energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno, lo que arrojó un dato menor al esperado, su nivel más bajo desde la primera mitad de septiembre de 2021 aunque aún se encuentra en casi el doble de la meta oficial del banco central.
Esto fue menor a las estimaciones de los analistas económicos, que anticipaban una tasa de un 5.89%.
A su vez, la inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, también bajó a un 7.39%, su menor nivel desde mayo de 2022.
Pese a que la inflación ha bajado y el banco central de México (Banxico) redujo sus expectativas hacia el cierre del año, la autoridad dijo recientemente que el panorama para el indicador sigue siendo complicado e incierto.
El mes pasado, Banco de México mantuvo sin cambios la tasa de interés referencial en un 11.25%, poniendo fin a un ciclo de endurecimiento monetario que inició en junio de 2021.
La semana pasada, la minuta del encuentro mostró que la Junta de Gobierno considera que será necesario mantener la tasa en su actual nivel por un periodo prolongado a fin de lograr una convergencia ordenada al objetivo permanente de inflación del 3%.
Desacelera la inflación
La inflación en mayo se desaceleró a 5.84 por ciento, su menor nivel en 21 meses. La baja está recargada en los energéticos, mientras los alimentos y bebidas procesadas, así como otros insumos que no son tan propensos a variar, siguen al alza, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con lo presentado por Inegi, la inflación general se redujo por segundo mes consecutivo. En mayo lo hizo -0.22 por ciento respecto a abril, por primera vez en cuatro años. Dicha baja se recargó en el componente no subyacente de la inflación —donde se agrupan los insumos más propensos a variar— y sobre todo en los energéticos.
A detalle, la inflación no subyacente fue de 1.24 por ciento a tasa anual, con una caída de 5.48 por ciento en los energéticos e incrementos en el resto de sus componentes; mientras la subyacente aumentó 7.34 por ciento anual, sobre todo impulsada por alimentos y bebidas procesados que se dispararon 11.44 por ciento.
Respecto a abril la inflación no subyacente se redujo 1.88 por ciento en mayo, con un alza en las frutas y verduras, de 0.25 por ciento, y en las tarifas autorizadas por el gobierno, de 0.31 por ciento. El precio de los energéticos, por el contrario, se redujo 4.77 por ciento y el de los productos pecuarios lo hizo en 0.79 por ciento.
La baja en insumos variables ha ayudado a que la tendencia en la inflación general vaya a la baja, pero la inflación subyacente sigue el alza, lo que podría retrasar más que el Banco de México comience a relajar la política monetaria. La tasa de referencia actualmente se encuentra en 11.25 por ciento y de acuerdo con la mayoría de analistas, se espera que se mantenga en ese nivel todo 2023.
La inflación subyacente, el componente duro del índice de precios y que tiene una mayor incidencia, aumentó 0.32 por ciento en mayo, respecto a abril. Ninguno de los insumos que la componen se redujo, aunque en conjunto reportó su menor incremento en cuatro años.
Inegi detalló que entre los bienes y servicios cuyo encarecimiento en mayo tuvo mayor incidencia en el índice nacional de precios al consumidor se encuentran la papa y otros tubérculos (13.76 por ciento); la vivienda propia (0.30); las loncherías, fondas, torterías y taquerías (0.56); los restaurantes (0.65) y la naranja (9.32).
En el contrario se encuentran la electricidad (-21.22 por ciento), el limón (-23.98), el gas doméstico LP (-2.86), el pollo (-1.35) y el huevo (-2.20).
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