Los trabajos para el rescate de los diez trabajadores atrapados por un percance la semana pasada en una mina de carbón Sabinas, Coahuila, continúan a marchas forzadas y ayer, se logró extraer 25 mil 400 metros cúbicos del agua que ha inundado tres pozos, refirió la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez.
En vía remota desde Sabinas hasta la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, la funcionaria detalló que desde el día del siniestro –el 3 de agosto— hasta ahora hay un acumulado de extracción de 70 mil 794 metros cúbicos de agua.
Así, detalló, los pozos inundados tienen una profundidad de 60 metros y el nivel de agua se colocaba en día del incidente en 60 metros. Hasta esta mañana, el registro de extracción arrojaba: en el pozo uno se encuentra con un nivel de inundación de 21.4 metros, en el dos de 17.3 y en el tres de 19.4 metros.
Informó que se tienen tres barrenos, uno ya operando en su totalidad, otro por iniciar y el tercero en perforación.
Asimismo, dijo, se ha brindado atención psicológica y otros apoyos a los familiares de los mineros que se encuentran en la zona, donde hay una cocina comunitaria que ofrece 500 raciones diarias de comida caliente, con respaldo del sistema estatal DIF y del municipio de Sabinas.
Brigadas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) apoyan a platicar con familiares, estar cerca y darles orientación psicológica; además que se cuenta con seis ambulancias de los servicios de salud. Los cuales atienden a los familiares y trabajadores que están en labores de rescate.
Velázquez confió en “tener días mejores” para el rescate de los mineros, lo que el presidente López Obrador ha insistido, es la prioridad de su administración.
“Trabajamos día y noche, toda la noche y día hay bombeo permanente de extracción de agua de estas minas, esperemos que mañana tengamos mejores noticias para todos. Estamos con todo el esfuerzo, con la gente. La meta es rescatar a los mineros”, enfatizó la funcionaria.
Por su parte, el titular de la Sedena, general Luis Cresencio Sandoval, indicó que a las tres barretas que ya se tienen se agregarán siete más a fin de agilizar las labores de rescate y evitar que el agua se siga filtrado a la mina.
Indicó que se estima que algunos de los mineros atrapados aún bajo tierra se encuentran cerca del pozo tres.
En agua que se ha logrado extraer, dijo, se está canalizando con el apoyo de la Comisión Nacional del Agua hacia otras áreas a fin de que no sea obstáculo para las labores o que en adelante pueda causar nuevos problemas.
Hasta ahora hay 25 bombas sumergibles con potencia total de mil 730 caballos de fuerza, sumado a ello seis perforadoras; hoy se estima el ingreso de un dron submarino que hizo llegar la Marina, que cuenta con una cámara de alta resolución y luz para grabar hasta 250 metros de profundidad.
Además, en este momento trabajan en la mina Pinabete 557 elementos desplegados y 70 vehículos terrestres, de estos 357 efectivos son del gobierno federal: 230 de la Sedena, 32 de la Guardia Nacional, 70 de la Comisión Federal de Electricidad, y el resto de Conagua, del IMSS, de las secretarías del Trabajo y Economía, y de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
El presidente Andrés Manuel López Obrador visitó ayer la mina El Pinabete, donde 10 trabajadores están atrapados desde el miércoles debido a una inundación. El mandatario reiteró a las familias de los mineros que la prioridad es encontrarlos con vida, por lo cual dispuso que no se escatime en las tareas para desaguar la excavación hasta el nivel adecuado para que ingresen buzos rescatistas.
López Obrador llegó a Coahuila proveniente de Colima. Un avión de la Fuerza Aérea Mexicana lo trasladó al aeropuerto Venustiano Carranza, en la zona conurbada de Monclova y, según fuentes del gobierno federal, a continuación viajó en helicóptero hasta Nueva Rosita, municipio de San Juan de Sabinas, para desplazarse en una camioneta a la mina.
El Presidente fue recibido en el yacimiento por el gobernador priísta Miguel Ángel Riquelme y representantes del Ejército, que aplican el Plan DN-III en el lugar del siniestro y supervisan el funcionamiento de las bombas de extracción de líquido, así como los niveles de inundación en el socavón.
El mandatario dijo a familiares de los mineros atrapados: “Vamos a seguir trabajando”.
Riquelme presentó un balance de la situación. Dijo que el sábado por la noche especialistas introdujeron una cámara y se pudo observar que no hay derrumbes que obstaculicen el ingreso y desplazamiento de los buzos, una vez que el nivel del agua lo permita.
El sábado los operadores aumentaron la capacidad de bombeo y lograron disminuir los niveles del líquido mediante la extracción de 350 litros por segundo entre la noche del sábado y la mañana del domingo.
No todas las familias reaccionaron igual a la llegada de López Obrador. Ana Leticia Moreno Leija, hermana del minero José Rogelio, quien al momento se encuentra en el interior del pozo de carbón, comentó que esperaba una mejor respuesta. Señaló que el gobierno federal no les ha informado cuál fue la intención de la visita, ya que no obtuvieron avances en cuanto al rescate, ni noticias sobre qué se va a hacer.
“Nada nada más nos dijo que estaba con nosotros, nos saludó y ya se fue. No es suficiente eso, esperábamos que trajera maquinaria grande, que escarbaran por otro lado para que se fuera el agua, fueron como cinco minutos, ahí hay bombas grandes y no las han metido no sabemos por qué”, acotó.
Lucía Rodríguez, madre de Ramiro Torres Rodríguez, consideró que el Presidente sólo fue a tomarse la foto con los parientes de los operarios, no a dar respuestas a quienes esperan el rescate.
“Señor Presidente, le agradezco su visita que vino a hacer a esta área donde está ahorita el dolor, le agradezco que se haya venido a tomar la foto con mi dolor, con el de mi familia y el dolor de cada uno de los que estamos aquí; gracias, espero que sus fotografías le sirvan para su política, gracias, muchas gracias, por la grandísima visita que nos vino a hacer, se lo agradezco”.
También te puede interesar:
Esta web usa cookies.